Panamá acepta pagar parte del desajuste de la ampliación

Las presiones de Estados Unidos para desbloquear el contencioso que paraliza las obras de finalización de la ampliación del Canal de Panamá parecen haber surtido efecto.

Las presiones de Estados Unidos para desbloquear el contencioso que paraliza las obras de finalización de la ampliación del Canal de Panamá parecen haber surtido efecto. Ayer mismo, la Autoridad del Canal (ACP) realizó una contraoferta al Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que lideran la construtora española Sacyr y la italiana Impregilo, para que este consorcio internacional reanude las obras de ampliación de la vía interoceánica.

A cambio, la ACP acepta «compartir» los recursos financieros necesarios para desbloquear la situación, abonar los pagos pendientes a trabajadores y subcontratistas y dotar de la suficiente liquidez al consorcio para que se puedan cumplir los plazos más inmediatos de la ampliación, cuyo proyecto se encuentra ejecutado en más del 72%.

En un breve comunicado, la ACP asegura que su propuesta, que «no aumenta el precio contratado ni la aceptación de reclamación alguna», permitiría la reanudación de las obras en breve. «Mientras nos preparamos para tomar las acciones que nos permite el contrato para reactivar el proyecto, mantenemos abierta la posibilidad de llegar a un acuerdo y para ello estamos haciendo este esfuerzo», expresó el administrador del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano en un comunicado de ACP.

La propuesta, sujeta a revisión y aprobación por las partes, establece fechas específicas para que Sacyr y sus socios entreguen las compuertas del tercer juego de esclusas y concluyan las obras. La ACP extendería el plazo de repago de los avances, en la medida que el consorcio cumpla con las fechas de entrega exigidas.

La comunicación de la ACP no indica cuáles son esas fechas específicas, pero insiste en que para alcanzar un acuerdo es requisito indispensable «el cumplimiento de varios hitos que el contratista debe alcanzar durante lo que resta del contrato». La propuesta panameña es la respuesta al último acercamiento de las constructoras para llegar a un acuerdo de cofinanciación mientras los trabajos continúan paralizados.

La ampliación del Canal consiste en la construcción de un tercer carril para permitir el paso de barcos post-panamax, con hasta 12.600 contenedores, casi el triple de lo actual, y tiene un coste global de 5.250 millones de dólares, de los cuales 3.118 millones corresponde al contrato para la construcción del tercer juego de esclusas. Sacyr y sus socios aducen que los «sobrecostes» en la obra de más de 1.600 millones de dólares, derivados de imprevistos de los que responsabiliza a la ACP, le han dejado sin liquidez para seguir los trabajos de las nuevas esclusas.

Resolución en 15 días

Pese a todo, según indicó a Efe una fuente de la ACP participante en la negociación, la Autoridad del Canal «contempla retomar las obras en un plazo máximo de 15 días». Esta fuente aseguró que Panamá reanudará las obras por su cuenta ya que el consorcio «no podrá aceptar las condiciones de la ACP en cuanto al aplazamiento del repago de unos 800 millones de dólares, que están asegurados mediante cartas de crédito bancarias».