IPC

El pecado de la inflación

A pesar de que el Gobierno celebra la moderación de la inflación, que se ha quedado en el 3,2% interanual en el mes de mayo, esta no compensa la subida de precios pasada y aún soportada

CAEA advierte de que la escalada de precios afecta toda la cadena de consumo y no solo a los supermercados
Una persona hace la compra en un supermercadoLa RazónLa Razón

Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799) fue un científico alemán de la Universidad de Gotinga en donde impartió las primeras clases de física experimental en Alemania. Era el siglo XVIII, pero con idiosincrasia de la época, advirtió que «la inflación es como el pecado: cada gobierno la denuncia, pero cada gobierno la practica». Ahora, en tiempos más laicos, casi nadie recurriría a la comparación con el pecado, pero no por ello los gobiernos critican y al mismo tiempo se aprovechan de la inflación. Es lo que ha hecho el de Sánchez, al que el repunte inflacionario –ahora más controlado de momento– le ha permitido, por la puerta de atrás, recaudar más sin que muchos ciudadanos se den cuenta. Sin embargo, sí que han notado los efectos dañinos de unos precios disparados. La «vice» Calviño celebra que la inflación de mayo se haya quedado en el 3,2% interanual, aunque los alimentos todavía suben a un ritmo del 12% anual, un 4,1% desde enero, que habría que sumar al 11,6% del año pasado. El economista Desiderio Romero-Jordán, de la Universidad Rey Juan Carlos y de Funcas, acaba de publicar un estudio en Cuadernos de Economía Española en el que afirma que «la inflación no afecta por igual a todos los hogares». Recuerda que la electricidad subió un 35,6% de precio en 2021 y el aceite de oliva un 26,1% en 2022 y estima un Índice de Precios para Cada Hogar (IPCH). Concluye que «los resultados revelan de manera inequívoca que la inflación en esos años (2021-2022) incidió con mayor intensidad en los hogares con menor capacidad de gasto, en las comunidades autónomas menos pobladas, en las zonas rurales y en aquellas personas mayores de 65 años que viven solas». También explica que «el 80% de los hogares españoles soportó en 2022 un IPCH superior al IPC total». El estudio, en definitiva, confirma la percepción de la inmensa mayoría de familias de que, a pesar de la moderación de la inflación –cierta– que ahora celebra el Gobierno, sufren una pérdida de poder adquisitivo que no recuperarán porque una inflación mas o menos controlada no compensa la pasada y soportada. Son otros tiempos y la inflación no ha dejado de ser letal, aunque nadie piense que sea pecado, como decía Lichtenberg.