Trabajo

¿Perjudican o benefician los inmigrantes a la economía de EE UU?

Más de dos quintos de las empresas de Sillicon Valley tienen entre sus fundadores un extranjero

Aunque prefieren Manhattan, han hecho ya importantes adquisiciones en Queens
Aunque prefieren Manhattan, han hecho ya importantes adquisiciones en Queenslarazon

Los expertos coinciden en que ayudan al crecimiento, no quitan empleo y son claves en el despegue de las grandes ciudades.

Durante estos días, Donald Trump se ha retractado a su manera de las propuestas que fueron los grandes motores de su campaña. Entre ellas, la construcción de un muro entre la frontera de Estados Unidos y México, el cual aseguró que iba a pagar el país del presidente Enrique Peña Nieto. El discurso del presidente electo se torna incongruente en un país hecho de inmigrantes. Británicos, suecos, alemanes, irlandeses, italianos, polacos, españoles. En los últimos años, destaca la llegada de latinoamericanos y asiáticos. En cambio, su mensaje ha calado en el electorado que se siente abandonado por EE UU a consecuencia de los efectos de la crisis económica de 2008 y el cambio demográfico. Sus estragos se dejan sentir en los estados industriales del país, que votaron al republicano, a pesar de la reducción del desempleo, que se sitúa en el 4,9%. Mientras, la cara del país cambia. En 2055, Estados Unidos carecerá de una raza o etnia mayoritaria, como lo es ahora la blanca. Alrededor de 59 millones de inmigrantes han llegado a EE UU a lo largo de los últimos 50 años.

¿Perjudican los inmigrantes la economía? ¿O la relanzan? Ayuda al crecimiento económico de dos formas, según Diana Furchtogott-Roth, directora de Economics21, departamento económico del Instituto de Manhattan. Aumenta la fuerza laboral y propicia más negocios de «start-ups». A la vez, la formación académica de los inmigrantes complementa la de los trabajadores nacidos en Estados Unidos. Incrementan la eficiencia económica al proporcionar más mano de obra a los mercados de baja y alta cualificación. Es el caso del colombiano, Héctor Carro, abogado y periodista, que asesora a los medios de comunicación en asuntos latinoamericanos. «Vine hace muchos años por la situación de las FARC en mi país. Ahora vuelvo de vez en cuando. Pero estoy bien en Miami», explica.

El investigador de la Universidad de California Giovanni Peri establece que la inmigración legal genera «crecimiento, innovación, eficiencia y flexibilidad en el mercado laboral». El Gobierno norteamericano extiende gran parte de sus visados de trabajo, el conocido como H-1B, a inmigrantes con estudios universitarios. De esta forma, los conocidos como inmigrantes STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son especialmente valorados. Sólo en 2008 reportaron a la economía 14.000 millones de dólares, de los que 3.600 fueron impuestos.

¿Les quitan los trabajos a los estadounidenses? La mayoría de los inmigrantes con baja o ninguna formación académica se emplea en el sector servicios, construcción o agricultura. Entre las profesiones, destacan celadores, sastres, albañiles y campesinos. Entre tanto, es más difícil ver inmigrantes en el sector educativo, sanitario, servicios sociales y gubernamental. Según un informe del Instituto de Manhattan sobre el impacto de la inmigración en la economía, los trabajadores estadounidenses cualificados suelen emplearse en puestos relativos a la educación, formación y bibliotecas. Mientras, los nacidos fuera de Estados Unidos suele ser escogidos para trabajos relacionados con las matemáticas y la informática. A la vez, un trabajador nacido dentro de las fronteras del país tiene el doble de posibilidades de conseguir trabajo que uno que haya nacido en otro lugar. En muchos casos, los extranjeros se encuentran con determinadas barreras, debido al idioma. Fue el caso de la artista mexicana Erika González, que cuando vino a Nueva York empezó en un museo en el departamento de embalaje y transporte de obras. «Aprendí mucho a envolver piezas de arte. Ahora los galeristas se sorprenden de lo bien que lo hago. En cambio, sí estaba excesivamente preparada para ese trabajo. Pero, acababa de llegar a Nueva York, y tenía que hacerlo para ganar dinero», reconoce la creadora, cuya obra se ha expuesto en Estados Unidos, México, Canadá, Europa y Asia. De esta forma, queda claro que los inmigrantes generan miles de millones de dólares en la economía de EE UU. ¿Y los irregulares? ¿Cómo contribuyen los inmigrantes indocumentados a la economía de Estados Unidos? Impuestos de venta: Como cualquiera en el país, cada vez que compran algo en una tienda, pagan el correspondiente. Ya sea en la compra de alimentos, ropa o electrodomésticos. Impuesto de propiedad: Cuando alquilan un apartamento en el precio se incluye el citado tributo que se destina al Estado donde se encuentra la vivienda. Impuesto salarial: En la ley de reforma migratoria que el presidente republicano Ronald Reagan consiguió aprobar en 1986 incluyó una penalización para las empresas que contraten a trabajadores irregulares si saben su situación. Esta iniciativa ha incentivado la creación de empresas de contratación y el mercado negro de «green card» (tarjeta verde, como se conoce al permiso de trabajo de forma coloquial en EE UU), el número de la Seguridad Social o permisos de conducir. Falsos o reales permiten acceder a un puesto de trabajo. Generalmente, del salario de cada trabajador, se deduce el 15% que se queda el Gobierno para costear la Seguridad Social y el Medicare (seguro médico para jubilados). En cambio, al no estar en las bases de datos reales de la Administración, el dinero que estos inmigrantes deberían recibir en concepto de devoluciones se envía a un fondo especial de Washington, el llamado «Fondo de Ingresos de Procedencia Desconocida». Es el caso de Juan, que prefiere que no se escriba su apellido. «Yo trabajo en varios edificios, arreglando todo lo que rompe. Vivo bien. Pago mi alquiler. Mando dinero a mi familia. Pago mis impuestos. Lo único que no hago es manejar (por conducir) por si me para la Policía. Pero, voy en “subway” (metro)», detalla.

¿Por qué las ciudades de EE UU buscan inmigrantes? ¿Cómo sería Nueva York sin inmigrantes? ¿Y Miami? ¿Los Ángeles? ¿Chicago? ¿Washington? Este tipo de urbes, que funciona las 24 horas del día, debe en parte el éxito de su economía local a los inmigrantes. Por eso, desde hace meses, otras grandes y pequeñas ciudades intentan replicar su modelo de negocio. Según la Fundación Kauffman, entre 2006 y 2012, más de dos quintos de las compañías «start-up» de tecnología en Silicon Valley tenían entre sus fundadores al menos un extranjero. A la vez, un informe realizado para New American Economy, que defiende la existencia de inmigrantes en el marcado laboral estadounidense, desveló que el 28% de los pequeños negocios en EE UU pertenecen a inmigrantes. De esta forma, el economista Giovanni Peri, de la Universidad de California, escribió un artículo en 2013 publicado que establece que los inmigrantes relanzan la productividad económica en las ciudades. Pero no afectan a la red de crecimiento de trabajo, ni de forma positiva ni negativa, debido a que tienen diferentes empleos en EE UU. Mientras, en los estudios que se hacen siempre se resalta que la presencia de inmigrantes perjudica a los estadounidenses que no disponen de formación académica.

Sin embargo, los inmigrantes han convertido Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Houston en motores económicos. Estas cuatro ciudades son responsables de un quinto del crecimiento de la economía de EE UU. En la ciudad neoyorquina, el 44% de los trabajadores han nacido en otro país. En Los Ángeles, son responsables de un tercio de lo que genera la economía.