Regulación

La regulación debe estar basada en datos y evidencia científica

La normativa en el siglo XXI ha sido el tema central de una mesa redonda celebrada en LA RAZÓN, en colaboración con Philip Morris

LA RAZÓN, en colaboración con Philip Morris, ha organizado una mesa redonda en la sede del periódico en Madrid para debatir sobre la regulación en el siglo XXI. La jornada, moderada por el periodista de Onda Cero, Javier Ruiz Taboada, contó con la presencia de tres ilustres ponentes: Javier Figaredo, director de Asuntos Externos de Philip Morris Spain; Óscar Barrero, socio líder de Consultoría Energía PwC España; y José Martín Castro, presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos.

Ruiz Taboada presentó la jornada hablando de la regulación como algo necesario, pues “si hemos llegado hasta este punto es porque hay leyes y normas” que regulan procesos, actividades, etc. Sin embargo, hay aspectos de la regulación, sobre todo en lo referente a las empresas, donde no se acaba de acertar en la forma o en el fondo, y no se puede dejar de pensar que posiblemente “el mercado iba bien hasta que lo regularon”, explicó Ruiz Taboada. Tras este primer punto de reflexión, el moderador cedió la palabra a los ponentes para que, a modo de presentación, expusieran sus argumentos iniciales para, después, dar paso a una serie de cuestiones que guiarían el debate.

Primero tomó la palabra Javier Figaredo, director de Asuntos Externos de Philip Morris Spain, que quiso explicar cómo Philip Morris, empresa centenaria dedicada al mundo del tabaco, está inmersa en una transformación centrada en la apuesta por ofrecer a los fumadores adultos productos innovadores que supongan una mejor alternativa a su producto tradicional, que es el cigarrillo. “En Philip Morris trabajamos con ingenieros y científicos para desarrollar productos sin combustión que puedan demostrar científicamente tener un menor impacto en la salud”, explicó Figaredo. En lo relativo a la regulación, indicó que es importante que la normativa en el sector del tabaco tenga en cuenta la ciencia y el perfil de riesgo de cada producto de forma que sea proporcional y diferenciada. Por tanto, los productos de mayor perfil de riesgo deberán tener una carga regulatoria y fiscal distinta que los que cuentan con un perfil de menor riesgo.

José Martín explicó que “la automoción es un sector muy regulado desde sus inicios. En concreto, ellos tienen la supervisión del Ministerio del Interior (DGT), el Ministerio de Transportes, el Ministerio de Hacienda y, actualmente, también el Ministerio de Transición Ecológica”. Por su parte, Óscar Barrero comentó que en el apartado energético “hay empresas que toman decisiones no basadas únicamente en la normativa, y que tienen más que ver con la competitividad o la eficiencia”, explicó. Además, aportó un dato, que la mayoría de regulación viene de Europa, aunque después hay un gran número de actores: gobiernos, comunidades autónomas, etc.

¿Hay demasiada regulación?

Javier Ruiz introdujo una primera cuestión para el debate, preguntando a los ponentes si vivimos momentos de gran regulación, a lo que José Martín contestó con que “se suele criticar mucho a la normativa, pero es verdad que el desarrollo está ligado a una buena regulación”. El problema, continuó, viene cuando “no se pone en el centro al ciudadano y sus necesidades”. Óscar Barrero comentó que una excesiva regulación puede ocasionar solapamientos entre sectores por los procedimientos poco ágiles, y puso un ejemplo muy claro: “podemos construir un campo eólico en poco más de un año, pero tramitar los permisos, licencias y demás lleva más de cinco años”.

Javier Figaredo explicó que, “en un momento como el actual, en el que los sectores están en plena transformación, es necesaria una buena coordinación interministerial para agilizar los trámites”. También aludió a la importancia de que exista un verdadero diálogo entre el sector público y privado que permita avanzar en materia de innovación con un marco regulatorio que fomente el progreso. Por este motivo, consideró que es clave mirar qué hacen otros países con una visión más abierta como, por ejemplo, Estados Unidos, donde la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos norteamericana) es un ejemplo pionero en cómo ha regulado los productos de calentamiento de tabaco en base a la verificación de toda la evidencia científica disponible hasta la fecha. Este organismo autorizó en 2020 la comercialización de este producto novedoso como producto de tabaco de riesgo modificado, reconociendo una significativa menor exposición a sustancias dañinas en comparación al cigarrillo.

En opinión de José Martín, hablando del sector de la automoción, “la regulación decide las inversiones y, por lo tanto, es limitante”, porque estimula y asfixia a partes iguales determinados segmentos o productos. Una regulación excesiva es más limitante, pues cuanto más control haya, más sectores tendrán que sumarse a la acción. Por ejemplo, en el caso de inversiones en vehículos eléctricos, deben sumarse infraestructuras y energéticas para construir estaciones de carga, por lo que ya no es una regulación únicamente destinada al sector de la automoción.

Entonces, ¿dónde está la clave? Javier Figaredo comentó que es importante lograr un buen entendimiento entre el regulado, el regulador y, además, la administración. De otra manera, comentó Óscar Barrero, una legislación excesiva es “limitante para las inversiones a largo plazo”.

Modelo colaborativo

En la búsqueda de una fórmula que consiga hacer una regulación de calidad es muy necesario el estudio previo en el que se tenga en cuenta a todas las partes implicadas y es que, tal y como comentó el moderador, a veces se tiene la percepción de que “la norma va por detrás de la innovación y la tecnología”, y eso es porque, como explicó Barrero, “no se tiene en cuenta a las empresas que desarrollan la actividad regulada a la hora de analizarla”.

En esa misma línea, los ponentes indicaron que un punto favorable para conseguir una regulación del siglo XXI sería someter a su consulta los borradores de las leyes, y que ese borrador tenga posibilidad de cambio durante o tras el periodo de consulta. Y es que lo ideal, aseguraron los ponentes, es que se tenga un diálogo serio, tal y como ocurre en otros países.

Todo este trabajo iría encaminado no solo a mejorar la calidad, sino también a mejorar la confianza del regulado en el regulador. “Acercar posturas entre el regulador y el regulado sería muy útil para construir sobre una base de confianza, pues no podemos olvidar que el regulado es parte fundamental de la solución”, comentó Figaredo. En este sentido, José Martín apuntó a que este modelo habría sido muy interesante en la normativa relativa a la automoción, pues “se habrían explorado otros caminos hacia la descarbonización en lugar de imponer al usuario una apuesta total por el coche eléctrico”. Por ejemplo, apuntó a un ejercicio de concienciación del usuario en cuanto al mantenimiento de sus vehículos, puesto que “un coche con los neumáticos en buen estado y las revisiones en regla es mucho menos contaminante que otro que no lo está”, argumentó Martín.

Retos de futuro

Otra gran dificultad en este terreno regulatorio está en ser capaces de poner en el centro al consumidor, en nuestro caso al fumador, de manera que la comunicación le llegue de una forma clara y veraz, apuntó Javier Figaredo. “En Philip Morris hemos apostado decididamente por la eliminación del humo y del tabaco de combustión y, por ello, estamos poniendo el foco en el desarrollo de productos sin combustión que demuestren ser mejores que el cigarrillo”. Pero, "para conseguirlo necesitamos que el fumador conozca de verdad la enorme diferencia que hay entre estos nuevos productos y los cigarrillos, sobre la base de la ciencia, de tal manera que (el fumador) pueda tomar una decisión informada y cambiar a mejores opciones”. “Nosotros hemos hecho nuestro trabajo, pero necesitamos el apoyo del legislador”.

El reto de trabajar en pos de una comunicación eficaz y veraz fue la reflexión final de la mesa, con la que Javier Ruiz cerró el debate, agradeciendo a los ponentes su presencia en esta mesa.