Se instala en España el primer aerogenerador offshore

El negocio de la eólica marina no para de crecer. Según la principal asociación del sector industrial europeo, Wind Europe, la eólica offshore ha crecido un 18% durante 2018 sólo en el viejo continente, con 2,6 GW nuevos instalados en 12 parques. La marina representa, a día de hoy, un 10% del total de energía eólica en Europa y un 2% de la energía consumida; la capacidad instalada asciende a los 18,5 GW que se reparten principalmente entre Alemania e Inglaterra (copan hasta el 85% del mercado).

Entre las ventajas que ofrece el mar se pueden citar la velocidad del viento, normalmente más uniforme o la posibilidad que otorga el océano para instalar turbinas con más capacidad para producir energía; las actuales turbinas previstas llegan hasta los 12MW de potencia y eso se traduce en una mayor producción de energía a un menor coste equivalente del kWh. Entre los inconvenientes, el mayor gasto de instalación respecto a la tecnología terrestre. Aun así, la eólica offshore sigue incrementando MW por todo el mundo; de hecho, se calcula que ya cubre más del 5% de la demanda energética global. Volviendo a Europa, países como Polonia se han querido sumar a la carrera de la offshore; siguiendo datos de Wind Europe, el país, uno de los más intensivo en uso del carbón como combustible, quiere construir 10GW para 2040, mientras que en el otro lado de la balanza se encuentran países como España y es que la profundidad de nuestras aguas limita la posibilidad de instalación.

Al menos era así hasta ahora, ya que en las próximas semanas comenzará a volcar energía a la red el primer aerogenerador marino de España. Se ha instalado en Gran Canaria y con sus 5MW de potencia tiene capacidad para alimentar a 5.000 hogares (aunque la estructura está diseñada para adaptarse a aerogeneradores más grandes). La elección de la localización responde, entre otras cosas, al coste de producción energética en las islas; si el MWh en la Península ronda los 50 euros, en las Canarias este coste se dispara hasta los 150-200 euros, debido a la necesidad de uso de combustible fósil para la producción energética. Además, hay que tener en cuenta que la energía de las islas se paga en la factura de la luz peninsular en concepto de costes extra. Por eso es tan importante para las islas independizarse de los fósiles y aprovechar el espacio extra que se pueda ganar al mar para instalar renovables.

El proyecto, de nombre «Elisa -Elican» y liderado por Esteyco, se ha completado gracias a la participación de un grupo de socios: Siemens-Gamesa, ALE Heavy Lift, Dewi, Ingeteam y Plocan, y a los fondos europeos del programa Horizon 2020 que ha subvencionado el 70%. «La principal ventaja de la innovación es que el molino se monta íntegramente en puerto, cimentación y torre se construyen totalmente en hormigón y, tras instalar turbina y palas, se lleva flotando con un remolcador de puerto hasta el punto de instalación, donde se lastra hasta posicionarse sobre el fondo marino. Esta tecnología evita el uso de los grandes barcos-grúa que se han utilizado hasta ahora en la instalación offshore. El uso de estos barcos provoca un verdadero cuello de botella; hay muy pocos en el mundo y su precio es muy elevado, lo que condiciona severamente el desarrollo de estos proyectos », explica Víctor de Dios, director adjunto de Construcción de Esteyco.

Híbrido

Una vez se posiciona el molino sobre el fondo marino, la turbina alcanza su altura de trabajo gracias a otra innovación: las secciones de su torre telescópica, plegada durante el transporte, se va izando mediante gatos hidráulicos hasta que la torre queda completamente desplegada. Este sistema sirve para instalaciones en fondos de entre 10-70 metros de profundidad. El material utilizado, el montaje y la instalación son locales, de esta manera se evitan las emisiones asociadas al transporte. «La eólica marina cuenta con dos tipos de instalación: la fija en la que el aerogenerador se apoya en el fondo marino y que se ha utilizado en el 99% de los parques offshore instalados y los sistemas flotantes. Ahora mismo hay cuatro prototipos entre Japón y otros tantos en el norte de Europa, fundamentalmente en Escocia. Nuestro prototipo se puede considerar flotante durante el transporte y la instalación, aunque finalmente se apoya sobre el fondo», añade José Serna, director técnico de Esteyco. Desde Ingeteam, Pablo Martínez, del departamento de Alta Tensión, también matiza que «se ha innovado, asimismo, en la conexión, debido al hecho de que la plataforma está hecha de hormigón. Se ha tenido que diseñar una entrada en forma de campana y algunos apliques, porque no se trata de introducir cable y ya está. Hay que llevarlo hasta arriba y sujetarlo para que aguante su propio peso en la parte más alta», dice.

Este original sistema no sólo convierte este molino en el primer instalado en el mar de España, sino también en el primero en el sur de Europa de cimentación fija y el primero a nivel mundial que no necesita de grandes barcos, lo que reduce el coste total de la instalación entre un 30-40%.