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Un ejército de agentes tributarios cerca al comercio en busca de dinero negro

4.800 funcionarios perseguirán bolsas de economía sumergida. De ellos, al menos 1.200 realizarán las visitas presenciales tras la campaña de cartas para pedir correcciones fiscales en las declaraciones

Vista de la sede de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Madrid
Vista de la sede de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Madridlarazon

4.800 funcionarios perseguirán bolsas de economía sumergida. De ellos, al menos 1.200 realizarán las visitas presenciales tras la campaña de cartas para pedir correcciones fiscales en las declaraciones

La Agencia Tributaria (AEAT) ha iniciado la segunda fase del denominado Plan IVA, que cumple ya tres años y que se inició el pasado mes de mayo con el envío masivo de cartas a las pymes para que declaren correctamente sus ingresos. Ahora, tras este paso previo y una vez informados, los investigados han comenzado a recibir la visita de los agentes tributarios para hacer las verificaciones pertinentes. Será un «ejército» de más de 4.800 agentes que tienen como objetivo primordial comprobar si los datos del Impuesto sobre Sociedades que sobre ellos disponen difieren de la media de ingresos del sector en el que trabajan.

Concretamente, en la primera fase se realizó un envío masivo de notificaciones en las que se les advertía de que se iban a vigilar los importes acumulados de las entradas en sus cuentas bancarias y los cobros realizados con la tarjeta, además de analizar las posibles inconsistencias fiscales de sus declaraciones.

Ahora, en esta segunda fase, los inspectores han empezado a visitar a las pymes que recibieron estos avisos para comenzar a corroborar datos y cruzarlos con los suyos. De los 4.800 agentes de la Hacienda pública, al menos la mitad tendría algún expediente informativo a su cargo, y de ellos 1.200 estarían comprobando in situ si las advertencias hechas en la primera oleada se habían subsanado o persistían las dudas. Los pequeños negocios, especialmente del sector del comercio, son los primeros en los que la Agencia Tributaria ha puesto su mirada, ya que el principal volumen de sus ingresos se realiza con pagos en efectivo, uno de los puntos que se quiere vigilar con más intensidad para detectar bolsas de dinero negro y economía sumergida.

Todavía no existen datos oficiales de la actual campaña –no se sabrán hasta final de año o el primer trimestre del año que viene–, pero si nos atenemos a las cifras del número de visitas realizadas en 2017, el último año contabilizado oficialmente –se realizaron un total de 32.215, un 31,54% más que el año anterior–, la intención de la Agencia sería lograr en 2019 un incremento similar en la detección de fraudes. Las actuaciones directas en pymes se incrementaron un 45% y la AEAT logró aflorar 256 millones de euros hasta el final del ejercicio.

La tercera y última fase se desarrollará cuando se abran oficialmente expedientes por irregularidades contables, después de que no hayan surtido efecto los dos primeros avisos –las cartas y las visitas presenciales– y no se hayan corregido las posibles infracciones. Este tercer paso, en el que los inspectores acudirán al negocio investigado con la premisa de abrir un expediente sancionador, comenzará a ejecutarse a partir del mes de septiembre. En estas actuaciones tomarán parte un buen número de los 1.800 inspectores de Hacienda y 7.000 subinspectores, que serán los encargados de realizar la apertura de expedientes.

La polémica creada y el temor causados por esta campaña ha hecho que Hacienda haya tenido que salir al paso para recalcar que no todos los hayan recibido la carta de la Agencia Tributaria han cometido algún tipo de fraude fiscal, ya que el objetivo de la campaña, según explica la AEAT, es «advertir de posibles irregularidades e inducir al cumplimiento voluntario de la legalidad» en el caso de que se detecte algún tipo de fraude en el pago del IVA o del Impuesto de Sociedades. El plan sólo está programado para pymes, excluyendo a los trabajadores autónomos.