Editorial

Una oportunidad para Ciudadanos

El cónclave debe permitir tomar impulso siempre que no se rehúya la autocrítica

Ciudadanos ha afrontado este fin de semana su primera Convención política como una cita trascendente para el presente, pero sobre todo para el futuro de la formación centrista. El partido naranja que lidera Inés Arrimadas busca un nuevo aliento y una recomposición de energías que transforme la dinámica negativa con frustrantes resultados electorales y salidas de notorias figuras de su época de mayor esplendor. Ha llegado además en un tiempo crítico para España, en lo económico, lo sanitario, lo político y lo institucional, con un gobierno embarcado en un proyecto “ideologizante” que ha desatendido los problemas reales de los ciudadanos cuando no ha fracasado directamente ante ellos. Es, por tanto, un cónclave crucial para el partido naranja, pero también, como derivada prioritaria, para el país por su incidencia en las opciones de labrar una alternancia de centroderecha robusta a la coalición gobernante. Ciudadanos está obligado a ser consciente de cómo y por qué ha llegado hasta el día de hoy y en ese sentido saber diagnosticar con rectitud y honradez su estado supone un paso imprescindible, y tal vez el más conveniente, para recomponer fuerzas y recobrar confianza. También, por supuesto, con la convicción de que el grupo naranja dispone de un liderazgo sólido y una identidad liberal que entronca con valores fundamentales en democracia y que converge con una corriente europea transformadora de sociedades prósperas ancladas en garantes estados de derecho. Por lo tanto, tal vez la mayor urgencia para la formación de Arrimadas sea realizar ese examen de conciencia intenso y sin excusas ni parches sobre los errores cometidos, que no han sido pocos ni menores. Solo desde la verdad y la sinceridad interiores crecerán las opciones de sellar grietas y regenerar opciones en pos de la credibilidad desperdiciada ante esos cientos de miles de españoles que votaron a Cs no hace tanto. En suma, un acto de contrición que la política española rehúye porque lo equipara con debilidad o porque los líderes y su sanedrín eliminan el error de la ecuación. Ciudadanos es un proyecto que ha rendido servicios a España y que debe perseverar en la brega. Nadie sobra cuando se defiende la libertad, la democracia, la Constitución, la nación y el bienestar de los españoles. Arrimadas tiene que guiar el proyecto con pulso firme y las ideas claras, sin experimentos ni ocurrencias extemporáneas. Es una oportunidad para aprender de los errores del pasado y ser de nuevo útil en el futuro.