Sociedad

Post Covid

Así será la educación: híbrida, personalizada y continua

La pandemia ha acelerado la digitalización y la internacionalización de la formación

La pandemia ha repercutido en todos lo sectores, pero qué duda cabe que el de la Educación fue uno de los que notó antes el impacto y el cambio. Nadie pensaba a principios de marzo de hace un año que en unos días los centros y las universidades cerrarían y pasarían en pocas horas de una formación presencial a una cien por cien online. Pasaron los meses y tampoco estaba claro que los centros pudiesen abrir o cómo se volvería a dar formación en este segundo curso marcado por la pandemia. De esto se habló durante la mesa de debate organizada por La Razón, «La Educación post Covid». Un acto al que asistieron destacadas personalidades del sector como Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación, Rosa Visiedo, directora de Universidades CEU y rectora de USP CEU, Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad e Innovación Educativa de la Fundación Telefónica, Matías Rodríguez Inciarte, presidente de Santander Universidades y Segundo Píriz, director académico de Planeta Formación y Universidades.

Durante la mesa redonda, moderara por la periodista Rocío Ruiz, se habló del papel clave que ha tenido la digitalización durante este tiempo y los cambios que ha producido en el sistema educativo y se analizaron las tendencias y el futuro de Universidades y Centros de formación. Todos los asistentes iniciaron su intervención con un agradecimiento y reconocimiento a la labor de los docentes por asegurar la formación durante estos tiempos difíciles y el compromiso de los alumnos por seguir formándose a pesar de las circunstancias. «No sé si la población se da cuenta de la dificultad que ha supuesto tener las escuelas abiertas este año. Hemos hecho una tarea colectiva, tanto las administraciones, como el profesorado, como los equipos directivos. Estábamos en el proceso de digitalización, contábamos con equipos, etc., pero no estaba sistematizado. Además nos faltaba equipamiento»,decía Alejandro Tiana durante su turno de intervención. Para el secretario de Estado la pandemia ha puesto de manifiesto una serie de brechas digitales, como el acceso a las herramientas tecnológicas de los que no tienen recursos, «no solo por la falta de medios técnicos sino también por la falta de formación», decía. Rosa Visiedo por su parte, recordó los diferentes retos que ha habido a lo largo de este año: «Sobre todo en las primeras horas cuando tuvimos que pasar de todo presencial a todo digital… El segundo reto ha sido garantizar La docencia durante este curso. Además teniendo en cuenta todos los escenarios posibles porque la incertidumbre era alta, podía haber confinamiento o volver a la presencialidad».

Los ponentes también hablaron de efectos positivos como acercar el sistema educativo a las familias (recordaba Tiana) o la posibilidad de repensar en el futuro de la formación. «El aprendizaje hay que mejorarlo en competencias digitales además de las propias de cada titulación. Hay demanda de las empresas por este tipo de perfiles», decía Visiedo.

Luis Miguel Olivas aportó la visión y experiencia de la Fundación Tecnológica y en la dotación de herramientas digitales a la educación. «La digitalización esta no consiste en llenar de tablets y ordenadores las aulas. En la Fundación sabemos que si no hay metodología esto no funciona. Nuestros estudiantes empiezan a convivir en un entorno híbrido», decía. También afirmó que en su opinión, «los docentes se están convirtiendo en facilitadores del aprendizaje de nuestros hijos. La tecnología permite el acceso a mucho contenido, pero eso mismo hace necesario desarrollar otros conocimientos como el de ciberseguridad. También hay que integrar a las familias como motor del cambio, para que no se produzca una brecha digital».

Matías Rodríguez explicó las tendencias que Santander Universidades está viendo en el sistema educativo. Tendencias que reconocen gracias a sus más de 1.000 convenios con universidades de todo el mundo. «La universidad está en un proceso de cambio hacia más colaboración internacional. Otra tendencia es la formación a lo largo de la vida. El acceso al trabajo ya nos obliga a formarnos de forma permanente. También va a favorecer la colaboración público privada», dijo. También Rodríguez puso encima de la mesa algunos de los temas clave del futuro de la educación como la financiación. «Ya en la anterior crisis se perdieron entre el 16 y 18% de la financiación para la universidad. Hay que evitar entre todos que esto vuelva a suceder. También que trabajar en la regulación de las universidades y dejarlas más libertad de gestión».

Varios de los asistentes mencionaron los fondos Next Generation de la Unión Europea como un buen punto de partida para apoyar ese proceso de transformación digital educativa. Segundo Píriz recordó que la digitalización ya estaba en marcha. «La educación presencial cien por cien pura ya era una especie de Ítaca, puesto que el 95% de profesores y alumnos ya accedía y compartían parte del contenido y las tareas a través de los campus online». Todo este proceso solo se ha acelerado, «las herramientas digitales son magníficas, pero no hay que perder de vista que el objetivo de la formación es formar a ciudadanos libres, cultos… La forma de transmitir los conocimientos en el siglo XXI no puede ser la misma que hace 800 años cuando se fundó la Universidad de Salamanca».

El sistema educativo ha hecho un gran esfuerzo este año y está mejor preparado que otros para afrontar el reto digital, al menos a nivel técnico. Como recordaba Olivas, «España es el país de Europa con más fibra óptica por delante de Italia o Reino Unido. No debemos olvidar que en otros lugares del mundo han tenido los colegios cerrados un año».

La clave, la metodología

Durante el debate también se habló de cómo será la educación a partir de ahora. En este sentido se abordó el tema de la calidad educativa y de cómo asegura la en este nuevo ambiente híbrido medio digital, medio presencial. Rodríguez recordó que las universidades españolas tiene una posición buena en los ranking mundiales sobre todo teniendo en cuenta que su financiación no es tan alta como las de grandes centros que siempre figuran en los primeros puestos de la tabla. «Se ve que los presupuestos de las cien mejores universidades son el doble que el de las cien siguientes, etc. Y afirmó que para él la calidad tiene que ver con la financiación y con un sistema organizativo mas libre». Por su parte, Visiedo comentó que «la forma de garantizar la educación es a través de la formación de los profesores. Donde ponemos el foco es en el metodología, porque la digitalización es una herramienta. La pandemia nos ha obligado a pensar como enseñamos y como aprenden los estudiantes de ahora (ahora tienen mucho acceso a información, reciben muchos más imputs por diferentes canales y no mantienen la atención tanto rato. Hay muchos motivos para plantearse lo que estábamos haciendo, porque una de las patas de la calidad es la eficacia».

Otra de las tendencias de futuro tiene que ver con la personalización, dibujar caminos diferentes en función de las capacidades y aptitudes de cada estudiante. Aquí Píriz habló del potencial de herramientas como la Inteligencia Artificial para «personalizar los estudios al perfil de cada estudiantes, para acompañarlos en su propio proceso de aprendizaje. También para evitar que haya fracaso escolar y que las personas tengan un mejor acceso al mercado laboral».

La internacionalización de los planes de estudio cada vez tendrá más cabida en este nuevo sistema educativo (incluida la movilidad online como la definió la periodista Rocío Ruiz), como también tendrá protagonismo la colaboración entre universidades. Y es que como decía Píriz: «Hoy más del 15% de los estudiantes se mueve por todo el mundo y habla de forma fluida al menos otro idioma. En la anterior crisis las empresas salieron gracias a las exportaciones y eso lo hizo una generación de universitarios que había estudiado fuera».

Más colaboración

Los ponentes hablaron en este punto de paradojas como que España es el país que más estudiantes de Erasmus recibe y el segundo hasta hace dos años que mandaba estudiantes y, sin embargo, «solo un 10% de los estudiantes viene a hacer un grado según los datos», decía Rodríguez.

Tiana comentó que repensar la internacionalización pasa por contar con los nuevos formatos híbridos y buscar alianzas entre universidades para crear sinergias y «no que cada universidad haga su programa de estudios cerrado». Desde la Fundación Telefónica, Olivas matizó que las herramientas digitales tienen capacidad para ofrecer cursos potentes pero recordó que «hace falta experiencia vivencial». En este sentido Visiedo comentó al necesidad de seguir trabajando en titulaciones y programas que atraigan a los estudiantes extranjeros y ayudarles más allá de las necesidades formativos para que se sientan integrados.

Visiedo introdujo también un tema importante que está definiendo los planes de estudio y es el contacto con las empresas: «Hay que escuchar al entorno de la empresa. Según estudios del Foro Económico Mundial hay unas 15 competencias que son las más demandadas, además de las propias de cada profesión. Un primer grupo tiene que ver con las humanidades y en él se valoran cosas como el razonamiento analítico, el pensamiento crítico. Además de las clásicas de liderazgo, trabajo en grupo, comunicación, colaboración, se ha sumado el grupo de las competencias digitales».

Amor por aprender a cualquier edad

El contacto con un mundo laboral cada vez más cambiante y la necesidad de reducir las altas tasas de paro producen otra consecuencia cada vez más palpable. La necesidad de una formación a lo largo de la vida, un concepto recordó Tiana que acuñó la Unesco en los 70. «Estamos en un momento en el que hay que preparar a la gente con una formación competa para adaptarse a los cambios permanentes, a la incertidumbre. La tecnología genera grandes oportunidades para ello. Por otro lado, es una necesidad del mercado laboral que contemos con estos perfiles digitales», decía Olivas. «Una de las aptitudes que debemos trasladar a nuestros estudiantes es el amor a aprender», dijo Visiedo.