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La AEMET alerta por la saturación del suelo y posibles desbordamientos de ríos: la borrasca Martinho dejará más lluvias y tormentas
Preocupa el caudal de varios ríos en el centro y en el sur, especialmente el Manzanares. Se espera un cambio radical a partir del próximo lunes en la Península
El tren de borrascas está provocando una situación difícil en España. Martinho es la última de ellas y sus abundantes lluvias, a las que se suma un considerable aumento de las temperaturas, están complicando más el panorama. La caída de más agua en lugares donde ya ha llovido mucho e incluso hay nieve está provocando peligrosos deshielos. Sin embargo, el mayor temor son los posibles desbordamientos.
La Agencia Estatal de Meteorología avisa de que los suelos están saturados, y muchos ríos presentan caudales muy altos en el centro y sur de la Península. Lanza este mensaje en su cuenta oficial de 'X': "Atención a los desbordamientos". El río Manzanares en Madrid está en umbral rojo de alerta y Emergencias pidió a última hora de la noche evitar los desplazamientos. Las universidades han suspendido clases y exámenes y se recomienda el teletrabajo.
Un viernes pasado por agua
Este viernes España sigue bajo la influencia de la borrasca Martinho y se espera que se mantenga la inestabilidad. Se volverán a dar precipitaciones generalizadas, más abundantes en el sistema Central y montañas de Cáceres, oeste de la cordillera Cantábrica y Pirineos, con probabilidad de ser persistentes y localmente fuertes. Además, se prevén que lleguen acompañadas de tormentas en muchos puntos. Son más probables en el tercio nordeste peninsular.
Aún puede caer algo de nieve, pero la cota es más elevada. Podrían darse en los principales sistema de montaña de la mitad norte peninsular y en Sierra Nevada, con una cota en torno a 1600/2000 metros bajando en el noroeste peninsular a 1200/1400 m. El principal temor es el deshielo en las zonas más bajas por el considerable aumento de las temperaturas en la jornada de ayer.
La lluvia sigue, pero el frío no castiga
El frío extremo no es una preocupación durante esta borrasca. Según la AEMET, ninguna capital de provincia estará bajo cero ni cerca de ello. Ninguna de las capitales bajará de los cinco grados que marcarán las temperaturas en puntos de Castilla y León como Ávila, Palencia o León. Sin embargo, habrá leves descensos en las mínimas de la mitad oeste peninsular y en Canarias, con pocos cambios en el resto.
Más diferencias con las máximas. Se prevén ascensos en la fachada oriental peninsular y Ebro, descendiendo en el resto de la Península, notablemente en regiones del centro este y centro sur peninsular. Solo Castellón, Alicante y Murcia superarán la barrera de los 20ºC durante el día.
Alerta naranja para el fin de semana
La AEMET ha lanzado un aviso naranja para el sábado y el domingo por viento. Se esperan rachas muy fuertes del noroeste en litorales de Galicia, del oeste en los litorales del Cantábrico y del oeste y suroeste en los del Mediterráneo entre el Estrecho y el cabo de la Nao, así como en Ampurdán y sur de Baleares. También se prevén rachas muy fuertes en montañas de del tercio este peninsular. El sábado Martinho iniciará su disolución, pero aún dejará lluvias persistentes, y probablemente localmente fuertes, en el noroeste peninsular. También comenzarán a descender las mínimas de forma más palpable a partir de este sábado.
El lunes llega un cambio radical
A partir del lunes, es decir, con el comienzo de la semana del 24 al 30 de marzo se detendrán las lluvias en buena parte de la Península y al fin se podrán cerrar los paraguas. Quedarán acotadas al tercio norte, donde no ha llovido tanto a lo largo del mes. Las temperaturas, en general, serán más frías a las habituales para la época del año. Las temperaturas mínimas volverán a caer drásticamente y tras días lejos de las negativas, algunas capitales como Cuenca o Teruel volverán a estar bajo cero.
Para las dos siguientes semanas, las dos previas a Semana Santa, la predicción todavía no es totalmente certera, pero se espera que vuelvan las precipitaciones, que serán más abundantes que otros años en la época.