El 32,6% de los votantes del PP se abstuvo

Los resultados en los comicios autonómicos y municipales han tenido un protagonista claro y en esta ocasión el electorado se ha movilizado más que en otras ocasiones. La participación en la jornada electoral llegó hasta el 64,9 por ciento en lo que respecta a las elecciones locales, a las que estaban llamados a acudir a las urnas 35.033.903 votantes.

La abstención, tan decisiva siempre, fue del 35,1 por ciento, superando así en 1,3 puntos a la registrada en las elecciones municipales de 2011. Los resultados han sido complicados de digerir tanto para populares como para socialistas. Si bien el PP perdió un gran poder territorial, lo que ha hecho más acusada la caída. Entre ambos partidos de ámbito nacional suman el 52,0 por ciento del voto válido, cuando en las dos convocatorias anteriores, 2007 y 2011, habían logrado alzarse conjuntamente con el 70,5 por ciento y el 65,3 por ciento de los votos válidos que se emitieron.

El partido que lidera Mariano Rajoy ha acusado más que nadie estos resultados, experimentando una caída de 10,5 puntos porcentuales y pasando del 37,5 por ciento del voto válido logrado en 2011 al 27,0 por ciento del pasado domingo. Esto quiere decir que hubo un total de 2.416.264 electores que en esta ocasión no apostaron por este partido a la hora de depositar su voto. En 2011 obtuvo un total de 8.474.031 apoyos. Cuatro años después, se ha notado el desgaste del partido de Gobierno por la gestión en momentos de crisis, los casos de corrupción que han azotado al partido e incluso la caída de la marca PP por encima de otras nuevas formaciones que han empujado a los electores a los colegios electorales. Esto ha llevado a los populares ha bajar en 6.057.767 el número de votantes.

El liderazgo del secretario general de los socialistas no ha salido suficientemente reforzado al marcar el mínimo histórico en unos comicios municipales. Este resultado podría tener consecuencias para Pedro Sánchez de cara a su carrera a las primarias para encabezar la lista a las elecciones generales rumbo a La Moncloa. Y es que los socialistas también retroceden. Pierden hasta 2,8 puntos porcentuales al bajar del 27,8 por ciento del voto válido de 2011 al 25,0 por ciento actual. Su electorado se reduce en 672.264 votantes netos, bajando así de 6.276.087 votantes que obtuvieron en los pasados comicios a los 5.603.823 de 2015.

El actual porcentaje de voto del PP es muy similar al que obtuvo el PSOE en las elecciones de 2011, en las que pasó del 34,9 por ciento de 2007 al 27,8 por ciento de 2011. El PP conserva el 67,4 por ciento de sus votantes de 2011, por lo que el 24-M sufrió la deserción del 32,6 por ciento de sus votantes, que, en esta ocasión, optaron en principalmente por la abstención, elegida por el 14,2 por ciento, y por la transferencia de voto a Ciudadanos, que fue la alternativa del 8,5 por ciento de los votantes populares.

La abstención ha supuesto la pérdida para el PP de 1,2 millones de votantes y el traspaso a Ciudadanos la fuga de 0,7 millones de apoyos populares.

En cuanto a los socialistas, retienen el 76,9 por ciento de su electorado de 2011, por lo que se desprende del 23,1 por ciento de sus votantes, que optarían por Podemos y la abstención. Al primero emigra el 8,4 por ciento de los electores del PSOE y a la segunda opción, el 7,9 por ciento los electores que obtuvo en 2011.

De esta manera, el coste en número de votos es de 0,53 millones que fueron a parar a Podemos y de 0,50 millones que engrosan la abstención. Ciudadanos es la tercera opción elegida por los ex votantes del PSOE; el 2,8 por ciento abandona a los socialistas y se pasa al partido de Rivera. Esto supone la marcha de 0,2 millones.

Entre los que no pudieron votar en 2011 porque aún no tenían la mayoría y los que se abstuvieron entonces suman un total de 924.000 ciudadanos, cuyo voto fue en un 33,1 por ciento que fue a parar a Podemos. Al PSOE se fueron 27,5 por ciento y al PP el 18,4 por ciento quedándose Ciudadanos con el 12,6 por ciento del total.