Los pactos silencian a la mayoría

Ganar las elecciones en las urnas y ocupar el primer puesto como lista más votada no supone automáticamente ganar la alcaldía en un Ayuntamiento. La Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) permite ocupar la alcaldía, al candidato de la lista más votada en las elecciones municipales. Excepto en el caso de que un candidato obtenga la mayoría absoluta de los votos en el Ayuntamiento. Es decir, que podría resultar electo y proclamado alcalde, aquél candidato que obtuviera la mitad más uno de los votos, aunque en las urnas no fuese el candidato más votado.

Es la propia ley la que establece éste mecanismo y permite que sean «los pactos» entre los partidos políticos los que designen quiénes ocuparán las alcaldías.

¿Quién gana unas elecciones? Parece lógico pensar que ganaría las elecciones, aquella lista que ha obtenido más votos, pero esto no es así, salvo en aquellos casos en que los sufragios obtenidos doten de una mayoría absoluta al partido político ganador. No son éstos tiempos de mayorías absolutas, sino más bien de acuerdos, pactos negociaciones y consensos.

Ganan por tanto unas elecciones aquellos que consigan pactar con otras fuerzas políticas más o menos afines a su ideología y que permitan alcanzar al candidato propuesto, la mitad más uno de los votos.

La Ley Orgánica 5/1985, de 19 de Junio, del Régimen Electoral General (LOREG) implanta un sistema electoral diseñado bajo los parámetros de Ley para la Reforma Política de 4 de Enero de 1977. El sistema electoral actual fue implantado hace más de tres décadas y estaba destinado a regular y a garantizar unas primeras elecciones democráticas en un país en plena transición y que por primera vez se aplicó en las elecciones del 15 de junio de 1977.

Es una ley que empieza a resentirse y manifiesta debilidades como la que ahora planteamos, una ley que debería ser modificada para adaptarse a la realidad política actual y a una sociedad plenamente democrática.

El propio Consejo de Estado en un informe elaborado el 24 de Febrero del 2009 hace referencia a las demandas de determinados partidos políticos y parte de la doctrina científica , recogiendo así la necesidad de reformar o modificar la LOREG para corregir las desigualdades y las injusticias que en algunos casos , como éste, provoca su aplicación.

Se puede reformar el sistema electoral español, cuestionando aquellos aspectos que fallan en su funcionamiento actual y sería aconsejable hacer modificaciones y propuestas que deberían acometerse dentro del marco constitucional. Tras los resultados de las urnas tienen la palabra los pactos y estos determinarán quienes son ganadores y quiénes vencidos, mientras siga en vigor esta ley.

* Profesora de Derecho Constitucional Universidad Antonio de Nebrija