Política

Elecciones 24-M

Rivera decepciona en su primer test real

No será decisivo en la mayoría de Parlamentos regionales y no suma para ser la «muleta» del PP

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el día de ayer depositando su voto en Barcelona
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el día de ayer depositando su voto en Barcelonalarazon

Ciudadanos incumple las expectativas en el plano regional. Las previsiones que le posicionaban como un partido bisagra en muchos de parlamentos autonómicos han fallado y los de Albert Rivera tendrán un papel secundario en muchos de ellos a la hora de establecer posibles alianzas que permitan la gobernanilidad. Los reiterados escándalos en el plano local durante la campaña y la transversalidad del partido han pasado factura a la formación.

Ilusión e inquietud a partes iguales era lo que transmitían en el día de ayer los semblantes de la plana mayor del partido naranja. Mitin tras mitin, la formación ha vivido su ascenso en el Teatro Goya de Madrid, pero en el día de ayer el equipo siguió el recuento de votos en un lugar que fue un antes y un después en la historia del partido: el hotel madrileño en el que hace seis meses cerraron definitivamente las conversaciones con UPyD que buscaban la unión de los dos partidos para concurrir juntos a estos comicios. Posiblemente la elección no fue casual y se pretendía enviar un mensaje directo a Rosa Díez por sus reiterados desplantes.

Desde el partido prestaban atención en el día de ayer especialmente a dos ciudades: Madrid y Valencia. Ambas han sido clave en la expansión territorial de las siglas naranjas al resto de la península pero, conocidos los resultados, Ciudadanos no jugará un papel decisivo.

La escena se repite en el plano autonómico. El partido de Albert Rivera consigue entrar en la práctica totalidad de los Parlamentos regionales pero con mucha menos fuerza de la prevista en los sondeos. En la mayoría de ellos se ven superados por Podemos como partido que intenta arrebatar votos al bipartidismo, y quedan relegados a un cuarto lugar, como mínimo.

De las trece comunidades autónomas en las que ayer tenían lugar elecciones, Ciudadanos no ha conseguido ser tercera fuerza en ninguna. Y ha entrado como cuarta opción más votada sólo en cinco parlamentos: Castilla y León, Comunidad de Madrid, Extremadura, Murcia y La Rioja. En Cantabria, Aragón y Comunidad Valenciana se sitúan como el quinto partido más votado; en Asturias, la formación se queda en una discreta sexta posición; y, en las dos comunidades insulares, Canarias y Baleares, se quedan en la séptima. Además, en Navarra y Castilla-La Mancha los de Rivera no han conseguido representación. En el partido interpretan los resultados de ayer como un mero comienzo con el que coger fuerza a nivel territorial pero mantienen como objetivo principal el desembarco a la Moncloa tras los comicios generales que tendrán lugar a finales de año.

A partir de hoy llega el momento decisivo. Ya no valen las indefiniciaciones ideológicas para los de Rivera. Será interesante ver cómo gestiona la formación la política de pactos en el plano autonómico, cómo transcurren los primeros meses en el caso de que lleguen a formar coaliciones en «plazas» o autonomías importantes, y cómo se toman sus votantes la supuesta intención del partido de pactar en base a ideas, y no por coherencia ideológica con otras siglas, lo cual significa que podrían llegar a aliarse con la práctica totalidad de los actores políticos regionales. Cómo resuelva Ciudadanos estas tres variables determinará en gran parte el estado en el que el partido llegue a la carrera a la Moncloa y, por ende, las posibilidades de que «el cambio sensato» que clama vehementemente el equipo de Rivera llegue a tener trascendencia en el plano nacional.