Política

Elecciones andaluzas

Encuesta: El PP resiste ante Cs, que se queda como cuarta fuerza

El PSOE empeora su suelo electoral, pero volverá a ganar en Andalucía y necesita a Podemos o a Ciudadanos para seguir en la Junta. El PP aguanta en segundo puesto, pero es el partido que más voto pierde

Encuesta: El PP resiste ante Cs, que se queda como cuarta fuerza
Encuesta: El PP resiste ante Cs, que se queda como cuarta fuerzalarazon

El PSOE empeora su suelo electoral, pero volverá a ganar en Andalucía y necesita a Podemos o a Ciudadanos para seguir en la Junta. El PP aguanta en segundo puesto, pero es el partido que más voto pierde.

El PSOE volverá a ganar las elecciones en Andalucía el próximo 2 de diciembre después de 36 años en el Gobierno autonómico y podrá formar gobierno con Adelante Andalucía, confluencia de Podemos e IU, o con Ciudadanos (Cs). Según la encuesta de NC Report, el PSOE perderá entre 7 y 4 escaños, y se quedará en una horquilla de entre 40 y 43 diputados frente a los 47 de la actualidad, muy lejos de la mayoría absoluta que está en los 55. El sondeo realizado entre el 12 y el 16 de noviembre, con un total de 1.000 entrevistas, confirma que aunque el PSOE seguirá siendo la primera fuerza, también continúa pagando en votos y en escaños el proceso de desgaste al frente de la Junta. En total 70.278 votos menos, un 0,8 por ciento respecto a marzo de 2015. Ahora estaría en el 34,6 por ciento, su peor resultado en unos comicios autonómicos desde 1982. En 2015 consiguió el 35,4 por ciento; y en 2012, cuando perdió las elecciones aunque pudo gobernar, obtuvo el 39,56 por ciento. Esta caída socialista repercute en beneficio de Adelante Andalucía, confluencia de Podemos e Izquierda Unida.

Según esta encuesta, el PP evitaría el «sorpasso» de Ciudadanos, el escenario más dañino para los populares, pero es el partido que más votos pierde en las urnas aunque se mantenga como segunda fuerza en el Parlamento andaluz. En total, 181.685 votos, un 3,9 por ciento menos que en 2015, lo que se traduce en una caída de entre 5 y 7 escaños. En la actualidad tiene 33 escaños, y las urnas le atribuyen entre 26 y 28 diputados, que aun sumados a los de Ciudadanos se quedan muy lejos de la mayoría absoluta necesaria para que el centro-derecha pueda ser alternativa de gobierno en el Palacio de San Telmo, sede del Ejecutivo regional.

No obstante, Génova podría asimilar esta caída ya que las malas expectativas moderan su impacto. No es un buen resultado, pero en tanto que no se cumple la peor previsión la nueva dirección del Partido Popular pasará inmediatamente a una nueva «pantalla», la de las elecciones autonómicas y municipales, sin que Andalucía tenga tanto efecto como para desequilibrar su estrategia. Dentro del PP hay dudas sobre esa estrategia y preocupación por las elecciones de mayo y las generales, pero Pablo Casado y su equipo tienen el camino abierto para diseñar su plan electoral para esos comicios y para elegir a los candidatos con los que disputarán su segundo examen en las urnas. Además, el Congreso de la sucesión está tan reciente que dentro del PP pueden discutir si van o no por el buen camino, pero no está en discusión la candidatura de Casado para las generales.

Andalucía es clave ante unas elecciones generales por el peso que tiene en el Congreso de los Diputados al ser la comunidad más poblada, y la caída del PP en este territorio, junto a su desplome en Cataluña, le aleja de La Moncloa aunque el voto en autonómicas sea siempre distinto al de las generales. Ahora estaría en Andalucía en el 22,8 por ciento en intención de voto, y en 2015 consiguió el 26,7 por ciento, lo que supone volver a los resultados de principios de los 90, cuando logró el 22,4 por ciento.

Por su parte, Ciudadanos no alcanza las altas expectativas que alentaron algunas encuestas, entre ellas el último sondeo preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que les situaba en un empate técnico con el PP y con Podemos. Tiene una subida muy importante, de hecho es la fuerza que más crece, pero sigue en cuarta posición en el Parlamento andaluz. Según NC Report, ganaría 229.104 votos, un 6,2 por ciento más, y entre 7 y 9 diputados, situándose en una horquilla de entre 16 y 18 escaños frente a los 9 actuales, es decir, que puede duplicar su representación. En campaña, el candidato Juan Marín asumió el compromiso de que no volvería a sostener a un Gobierno de Susana Díaz, y habrá que ver si esa promesa se mantiene cuando se abra la negociación para buscar una mayoría el 3 de diciembre y después de que el papel de consorte del socialismo andaluz y garante de la estabilidad no le ha ido nada mal en las urnas.

Si Ciudadanos mantuviera su compromiso de no volver a sellar un pacto de investidura, a Susana Díaz sólo le quedaría como alternativa Teresa Rodríguez, la candidata de Adelante Andalucía, que también ha dado su palabra de que un pacto con el PSOE tendría como condición irrenunciable la caída de la que en esta legislatura ha sido presidenta de la Junta. Hace cuatro años, el bloqueo político obligó a Susana Díaz a retrasar 80 días su investidura.

Esta radiografía electoral sitúa a Adelante Andalucía con un 21,1 por ciento de apoyo social, mientras que la misma confluencia consiguió en 2015 el 21,8 por ciento. No obstante, está en condiciones de exigir en la mesa de negociación y cobrarse caro su apoyo, ya que aunque en voto esté más o menos como en 2015, el reparto territorial de esos votos es mucho más favorable para la alianza de izquierdas. Podemos tiene 15 escaños e Izquierda Unida, 5, mientras que según este sondeo Adelante Andalucía se movería entre los 23 y 24.

Asimismo, según esta encuesta ningún otro partido tendría representación en la Cámara andaluza. Vox no entraría, pero el sondeo le da 76.000 papeletas, hasta 57.578 más que en 2015. Votos que el centro derecha pierde al no alcanzar el nivel suficiente como para sumar un escaño en la Cámara.

Las tablas estadísticas confirman que Vox es la fuerza con un voto más fiel, del 83 por ciento, seguido del PSOE. El PP pierde un 14,9 por ciento en favor de Ciudadanos; mientras que a la inversa, de la formación naranja al PP, el flujo es sólo del 5,1 por ciento. El partido de Albert Rivera cede un 4,9 por ciento al PSOE, pero el voto socialista que reciben llega al 5,6 por ciento.

Todo se decidirá el día 2 en unos comicios adelantados porque el PSOE andaluz y Susana Díaz no querían hacer coincidir las andaluzas y las elecciones generales y buscaban así un debate en el que la única protagonista fuera su comunidad autonóma, segunda en tamaño en el mapa nacional.