Elecciones generales
Así se han movido los votos de los bloques de izquierda y derecha a lo largo de la democracia
Los bloques progresistas siempre han convencido a un mayor número de electores que los conservadores
Los bloques progresistas siempre han convencido a un mayor número de electores que los conservadores
Desde el comienzo de la democracia siempre han existido dos corrientes ideológicas: la izquierda, representada en su amplia mayoría por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y la derecha, reflejada en el Partido Popular (PP). Esta división viene de antes, pero es interesante apreciar cómo una corriente se ha impuesto sobremanera sobre la otra.
El miércoles 15 de junio de 1977 tuvieron lugar las primeras elecciones generales de la democracia española, las cuales iban a servir para dibujar el Congreso y el Senado. UCD, de Adolfo Suárez, y Alianza Popular, de Manuel Fraga, acumularon 7.815.162 votos, un 42,04% del porcentaje total. Por parte de la izquierda, el PSOE de Felipe González y el Partido Comunista de Santiago Carrillo acumularon 7.081.890 sufragios, lo que supuso un 38,09% del total.
Dos años después, el jueves 1 de marzo de 1979, de nuevo, elecciones generales. UCD y Coalición Democrática sumaron 7.357.171 sufragios, constituyendo un 40,5% del total. El PSOE e Izquierda Unida lograron 7.408.300 sufragios de manera conjunta, significando el 40,57% de los sufragios totales.
1982 supuso un golpe en la mesa del PSOE, que logró la mayoría absoluta con 202 escaños. El partido socialista e Izquierda Unida acumularon 10.973.907 votos, un 51,11%, más de la mitad de los votos totales. La derecha de UCD y Alianza Popular sumaron 6.973.202 votos, un 32,48% del total, muy por debajo de la izquierda. Cuatro años después, Coalición Popular obtuvo 5.247.677 votos, que sumados al nuevo partido de Adolfo Suárez, CDS, logró la derecha 6.183.181 sufragios, un 30,12%. La izquierda (PSOE e IU, por primera vez en la historia) logró 10.763.630 sufragios, un 52,44% del total.
1989 siguió marcado por el control socialista: aún habiendo convocado elecciones nueve meses antes por una huelga general, el partido demostró seguir en forma y dominar en las urnas. En suma, PSOE e IU lograron 9.974.156 votos, mientras que PP (primera vez que el partido se agrupaba bajo sus siglas) y CDS consiguieron 6.903.688. En porcentajes, los primeros constituyeron un 48,31% del absoluto, mientras que los segundos se quedaron en un 33,43%.
Los comicios consecutivos siguieron quedando marcados por el dominio del PSOE, pero la derecha tuvo mucho que celebrar: los socialistas cayeron en número de diputados (a 159) y el PP subió 34 escaños (hasta los 141). En suma, la derecha logró los 8.201.463 sufragios (34,57%), solo representada por el PP, mientras que la izquierda logró convencer a 11.403.805 electores (un 48,08%).
1993 fue un punto de inflexión porque sirvió para prever el cambio de paradigma que se produciría en 1996. Por primera vez, los populares adelantaron a los socialistas, pero la suma de los bloques fue mayor en el bando de izquierdas que en el de derechas, a pesar de no gobernar. En total de votos, los primeros lograron 12.065.452 votos frente a los 9.716.006 de los segundos; y en porcentaje, los primeros lograron un 47,96% frente al 38,60% de los segundos.
2000 fue el año que acabó por consolidar a la derecha como referencial en cuanto a panorama político se refiere. José María Aznar acumuló 10.321.178 votos, y la izquierda, en total, 9.181.795. Llevado a lo porcentual, el bloque progresista concentró el 39,34%, mientras que el conservador se hizo con el 44,22%, superando por primera vez en más de 15 años a la izquierda.
La entrada de España en la guerra de Irak fue una decisión que los ciudadanos castigaron en 2004 en las urnas. José María Aznar (la derecha) obtuvo 9.763.144 papeletas (un 37,32% del total), mientras que la coalición de izquierdas aplastó con 12.310.244 votos (un 47,06%).
En 2008 el PSOE continuó demostrando su buen estado de forma, aunque poco a poco fue dejándose comer terreno por el PP de Mariano Rajoy, quien asumió el liderazgo de los azules en 2004. En esta ocasión, la izquierda sumó 12.259.281 votos, y la derecha, que quedó con el PP como único representante, logró 10.278.010 votos.
La mala gestión de José Luis Rodríguez Zapatero enfrente de una crisis económica gravísima debilitó la imagen del partido y ello se tradujo en un duro golpe en las urnas en 2011. La izquierda, representada esta vez por tres partidos (PSOE, IU y UPyD) sumó 9.832.776 papeletas, constituyendo un 39,86% del total; y la derecha, 10.866.566, acumulando un 44,05% del total; ni la suma de tres partidos pudo rivalidar con el músculo popular.
2015 supuso el fin del bipartidismo con la irrupción de partidos como Podemos y Ciudadanos, aunque la tónica general siguió su curso. La izquierda, representada por PSOE y Podemos, lograron, en conjunto, 8.712.861 votos, mientras que la derecha movilizaron (PP y Ciudadanos) a 10.716.293 personas. En proporción, el bloque progresista obtuvo el 34,35% de los votos, mientras que el conservador logró convencer al 42,27% de los votantes. La imposibilidad de llegar a acuerdos tuvo un impacto inmediato: en 2016 se produjo una nueva cita con las urnas ante la imposibilidad de encontrar gobierno por parte de Pedro Sánchez, designado por el Rey para constituir las Cortes. La izquierda perdió la última batalla electoral (11.029.954 frente a 8.625.879, 45,65% frente a 30,70%) antes de la cita que tuvo lugar ayer.
En este año, la victoria del PSOE junto con los votos de Unidas Podemos (izquierda) ha sumado 11.213.684 papeletas, un 42,53% del total. La derecha, agrupada en PP, Ciudadanos y Vox, quedó relegada a la derrota tras lograr 11.169.173 papeletas, un 42,53% del grosso absoluto.
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