
Análisis
Una carrera de fracasos que auguran el fin de Sumar
Díaz no ha logrado frenar la sangría de votos de la izquierda alternativa, una de sus promesas

La corta vida electoral de Sumar puede resumirse en una historia de fracasos. Cuatro, que vienen precedidos incluso de un primer mal resultado que fue revestido de éxito gracias a la posibilidad de poder reeditar el Gobierno de coalición.
Sumar se enfrentó por primera vez a unas urnas el pasado 23 de julio, cuando bajo la reagrupación de la izquierda alternativa logró 31 escaños en las elecciones generales. Entonces lograron el 12,39% de los votos, pero el porcentaje ya destilaba un primer batacazo en las urnas, puesto que Unidas Podemos había logrado en 2019 35 diputados y el 12,85% de los votos, su peor resultado también en unas generales.
Los datos dieron a Díaz una oportunidad para instalar su proyecto político a nivel nacional, sin embargo, el intenso ciclo electoral supuso una prueba de estrés para el proyecto político. Siete meses después de las generales, el partido se presentaba a su primer examen electoral. En Galicia, la cuna de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Allí se vivió el primer descalabro preocupante de Sumar, que, a pesar de la implicación de la líder, no logró representación. Tan solo un 1,9% de los votos y quedando por debajo de Vox con 28.154 votos. Tampoco entró en el Parlamento gallego Podemos que se quedó con el 0,26% e incluso Pacma quedó por encima de ellos. La primera prueba, fracasada, ya puso en alerta a sus aliados en el Congreso. En estas elecciones reconocieron que eran unos resultados «malos, sin paliativos».
El segundo varapalo llegó dos meses después, en las elecciones vascas, donde se quedaron muy lejos de las expectativas generadas tras el desastre electoral en Galiccia. Sumar logró un representante en el Parlamento Vasco y, a destacar, éste correspondía a la cuota de IU, no a la de Díaz. En esta contienda, Podemos no logró entrar en el hemiciclo y Díaz perdió cinco de los seis escaños que habían obtenido los morados en 2020. Lejos de asumir el fracaso, Sumar defendió que «había logrado entrar» puesto que antes no estaban presentes, a pesar de que se trata del mismo espacio.
Dos meses después, Sumar volvió a cosechar otro fiasco. Esta vez en Cataluña, donde no podía echar la culpa a Podemos, que renunció a presentarse. Los comunes-Sumar lograron seis escaños, dos menos que en 2021. Este resultado confirmó el hundimiento de la izquierda alternativa al PSOE al cosechar los de Díaz en Cataluña los peores resultados desde 2019.
La derrota definitiva de Sumar y la causa de la dimisión –a medias– de Yolanda Díaz han sido las elecciones europeas, que han supuesto un halo de realidad para el espacio. Díaz solo logró tres escaños y dejó a IU sin representación. En la batalla interna con Podemos, quedaron totalmente igualdados, al sacar dos escaños. Sin embargo, la imagen total es la del derrumbamiento de la izquierda, que en 2014 logró 11 diputados y el 18% de los votos (Podemos e IU). El espacio de izquierdas, sin embargo, ya venía de una debacle electoral, puesto que en 2019 Unidas Podemos obtuvo solo seis escaños.
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