Día Mundial del Reciclaje
Cubos de basura con chip para mejorar el compostaje
Tanto las tasas por vertido como los mandatos de la UE obligan a reducir los residuos, sobre todo de orgánica y textil, que acaban en el basurero
Una persona baja su basura orgánica a la calle, camina hasta el contenedor marrón y saca una tarjeta ciudadana con la que abre la cerradura electrónica y deposita sus restos. Este tipo de contenedor con chip es cada vez más habitual en los municipios españoles y, aunque son más caros de instalar, muchos consistorios están apostando por ellos años con el objetivo de aumentar los ratios de recogida de residuo orgánico.
En el municipio madrileño de Getafe, la empresa LYMA comenzó a instalarlos en 2021 y desde entonces han mejorado en reciclaje de esta fracción: «En Madrid se calcula que solo un 20% de lo que se echa en el cubo marrón es realmente lo que debe tirarse ahí. Sin embargo, en Getafe desde que contamos con estos cubos, hasta un 90% del residuo es aprovechable para compost y solo hay un 10% de impropios. Creemos que la gente se ha formado (requisito para hacerse con la tarjeta) y quien lo usa está concienciado y sabe exactamente lo que debe echar aquí», dicen sus portavoces. Solo en 2023 recogieron 734 toneladas de orgánica.
Otras ciudades como Gijón, Almería o Vitoria ya cuentan con este tipo de cubo. En Vigo los están instalando no sin cierto enfado de los vecinos y en la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona ha habido polémica con el uso de los datos. El cierre electrónico permite el registro de la fecha y hora de apertura y cierre, lo que en teoría facilita la trazabilidad y la gestión de los residuos –y podría servir para sancionar o bonificar a los vecinos–. Tras una denuncia, en la Mancomunidad se han dejado de recoger datos según cuentan medios locales.
La orgánica es una de las fracciones sobre las que más están incidiendo en los ayuntamientos, porque se trata de una de las fracciones que menos se reciclan a día de hoy. «En 2022, se gestionaron por compostaje el 31,5% de los biorresiduos generados. Esto nos indica que el compostaje en España se está desarrollando a un ritmo cada vez mayor y está previsto que aumente en los próximos años, ya que el objetivo es que el 50% de los biorresiduos se gestionen por compostaje en 2030», según indican datos de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp). Además, si imaginamos una bolsa de basura sin separar de nuestra casa, el 40% en peso lo representa la orgánica (pieles de patata, de ajo, huesos de frutas o raspas de pescados, pan...).
La situación en España con las basuras no es de las mejores de Europa. Casi el 46% de los residuos que generamos acaban en el vertedero y la tasa de reciclaje está en el 42,2%, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Transición Ecológica. Sin embargo, la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, establece un objetivo de reutilización y reciclaje del 55% de los residuos municipales para 2025 y un 60% en 2030. Además, la UE dictamina que para 2035 solo debe llegar un máximo del 10% al vertedero.
Más allá de las legislaciones, con la ley de 2022, además, el gobierno ha fijado un impuesto al vertido de 30 euros por tonelada en todas las CC AA. «Se suele decir que España es de los países que menos recicla, pero esto no es totalmente cierto porque depende del residuo del que hablemos. Por ejemplo, sacamos buena nota en reciclado de vehículos, en residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), etc. En realidad es solo en la gestión de los residuos domésticos mezclados donde sacamos mala nota y hay una parte de responsabilidad de los ciudadanos en esto; deben separar correctamente», opina Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER). En reciclado de envases seguimos mejorando la separación y reciclado, con una tasa que ya supera el objetivo comunitario del 65% para 2025. Y según Ecovidrio se siguen batiendo récords. En 2022 se reciclaron 939.094 toneladas de vidrio.
Un tsunami de Scraps
La mima ley habla de desarrollar el régimen de responsabilidad ampliada del productor para el sector de los envases comerciales e industriales, por lo que a partir del 1 de enero de 2025 cualquier fabricante que ponga en el mercado sus productos con embalajes estará obligado a adherirse a algún Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), es decir, tendrá que pagar por gestionar sus envases. Los industriales y comerciales aglutinan multitud de tipos de envases y residuos, desde bidones a garrafas o palets, cajas de cartón, etc. Para cada uno están configurándose al menos una docena de nuevos Scraps (Sigaus ha creado Genci, Ecoembes cuenta con uno para envases comerciales, ha surgido Procircular y se han creado varios más desde entidades que gestionan RAEE como Ecolec envases…).
Otras dos novedades que vienen de Europa tiene que ver con dos fracciones de residuos. La primera, los textiles. Antes del 1 de enero de 2025 todos los países miembros deberán recoger los textiles por separado y es que, según datos de la UE cada europeo consumimos de media casi 26 kg de ropa y nos desprendemos de 11 kilos al año. Un 87% es incinerada o termina en el vertedero y solo el 1% se recicla en ropa nueva. Además «hay que añadir las tapicerías de los sofás, cojines, cortinas, ropa de cama, etc.», matiza Alicia García de FER. El segundo, son los Residuos de Construcción y Demolición. En España según datos de la Asociación Española de Reciclaje de RCD un 19% de estos residuos termina en vertedero y un 20% de la producción puede considerarse incontrolada.
Mejorar el ratio de plástico
A pesar de los datos de reciclado, Óscar Hernández, director general de la Asociación Nacional De Recicladores de Plástico (Anarpla) apunta a que todavía hay mucho margen de mejora porque «todavía tenemos mucho vertido. España es el segundo país por capacidad recicladora de plástico y ahora están entrando en funcionamiento estos nuevos Scraps para envases comerciales e industriales, junto a las artes de pesca, los plásticos agrícolas o los textiles que contienen mucha fibra de plástico. Ahora bien, la demanda de plástico reciclado depende del precio del plástico virgen. Si es bajo y no hay obligación de contar con plástico reciclado no hay interés por usarlo. En 2021 bajó la oferta de plástico virgen y aumentó la tasas de plástico reciclado hasta un 25%. A partir de 2025 empiezan a entrar obligaciones de uso; se pedirá un 25% de reciclado PET para las botellas, por ejemplo, pero también se puede potenciar su uso a través de las compras públicas verdes».
Puntos para reutilizar o reciclar en coche
En Vitoria cuenta con el servicio Reutilizagune, «donde la ciudadanía entrega diversos materiales que ellos ya no usan con el fin de poder dotarlos de una reutilización o segunda vida, antes que proceder a destruirlos. La gente se acerca a ese local y deposita su objeto. A partir de ahí cualquier interesado puede hacerse con é, a cambio de un precio simbólico», dicen desde el consistorio.
Por su parte, Ecovidrio ha llevado a cabo un piloto en Boadilla para mejorar la tasa de recogida de vidrio. Ha instalado en la urbanización Montepríncipe unos contenedores a los que se puede acceder desde el coche y sin necesidad de bajarse de él. La recogida selectiva en esta zona ha crecido en un +50% respecto a los meses anteriores.
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