Santiago Abascal
Santiago Abascal: «En Estados Unidos preocupa que Iglesias esté en el CNI»
De gira por Estados Unidos, el líder de Vox asegura que el cambio de aliados del gobierno de coalición de Sánchez influirá en la capacidad de España para negociar los aranceles que le ha impuesto EEUU a los productos agrícolas nacionales
Desde el jueves y durante una semana, Santiago Abascal tiene previsto completar una agenda de visitas y contactos en EE UU, que incluye la participación en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), la mayor convención de estas características, y donde esperan reunirse con miembros de la Administración Trump. En el lobby de su hotel en Washington, a tan sólo unas calles de la Casa Blanca, atiende en exclusiva a LA RAZÓN y Antena 3.
–¿Qué puede destacar de su agenda y contactos en la capital de Estados Unidos?
–Estamos invitados por el CPAC y mantenemos contactos no sólo con personalidades de la política norteamericana y fundaciones conservadoras, también fuera del ámbito de esta convención. Nos interesa especialmente reunirnos con personalidades de la política hispanoamericana para trasladar un mensaje de tranquilidad a todas aquellas personas que ven en España una garantía, una posibilidad de apoyo en la lucha por la libertad y la democracia y que hoy nos ven preocupación.
–¿Le han trasladado cuál es la razón por la que nos ven así?
–Clarísimamente porque en estos momentos el gobierno de España depende del partido que ha estado apoyando el chavismo, depende de Podemos. Y, de hecho, nos ha sorprendido el nivel de preocupación por el hecho que Pablo Iglesias vaya a estar de alguna manera involucrado en el Centro Nacional de Inteligencia. Nos ha sorprendido que esa preocupación ya hubiese llegado a EEUU y a Hispanoamérica.
–¿Qué temas abordarán en estas reuniones?
–Queremos que sepan que Vox es un partido comprometido con la democracia, con la libertad en España, con la separación de poderes y también con muchos de los valores que están defendiendo aquí, como la soberanía nacional frente a intereses supranacionales o la defensa de las fronteras.
–¿Hay un buen entendimiento con ellos y con el Gobierno de Trump?
–Eso lo iremos viendo durante estos días, pero entendemos que sí. Nosotros vemos la figura de Donald Trump con gran respeto. Fuimos el único partido en España que saludó la llegada del mandatario al gobierno de EE UU, mientras el resto de los partidos políticos se sumaron a la demonización brutal que padeció, y que hoy padecemos nosotros en España.
–¿Qué ambiente destaca en su visita a EEUU?
–La falta de sectarismo del movimiento conservador norteamericano. Se han alejado de los dogmatismos ideológicos que caracterizan a la izquierda en todo el mundo y que pretende dictar lo que es correcto y lo que es incorrecto.
–Cuando habla de sectarismo, ¿a qué se refiere exactamente?
–El sectarismo que caracteriza hoy a España tiene mucho que ver con la política, con la España oficial y no tanto con la España real. Es un sectarismo que vemos en los medios de comunicación, en el Congreso de los Diputados, en las redes sociales…Es decir, si uno quiere defender el control de fronteras, inmediatamente va a ser calificado de xenófobo o de racista. Si uno defiende determinados valores conservadores, es calificado de retrógrado o de machista. Es decir, la izquierda enseguida pone una etiqueta para impedir el debate público. Y yo creo que eso lleva al sectarismo y a la división de la sociedad.
–Hay rotativos estadounidenses que le definen como «el Trump de España»...
–Yo soy el Santiago Abascal de España. Entiendo que las comparaciones periodísticas son necesarias para dar titulares. No me siento así, pero en todo caso no me ofende. Tengo un gran respeto por la figura del presidente Trump.
–¿Por qué cree que los comparan?
–Creo que Vox es un movimiento político cada vez más conocido, sobre todo en lo que tiene que ver con la afirmación de soberanía nacional, de los intereses de España frente a intereses globalistas. Trump es percibido así. Ha puesto los intereses de su país en primer lugar y ha conseguido, como nosotros en España que las clases populares acaben votando a Trump, igual que nosotros hemos logrado que algunas personas que jamás habían votado a un partido que representara nuestras ideas hayan decido apostar por nosotros. 300.000 votantes de Pedro Sánchez en el mes de abril votaron a Vox en noviembre, y eso es muy significativo.
–¿Construiría un muro para frenar la inmigración como propone Trump? ¿Da votos esa estrategia?
–La construcción de un muro es sólo una de las medidas contra la inmigración, pero yo creo que sí hay una gran coincidencia con EE UU en que la inmigración esté controlada, sea legal y ordenada en función de las necesidades de la economía nacional. Sí da votos. Hay mucha gente que tiene una preocupación con la inmigración ilegal. Es verdad que cuando nosotros hablamos del control de fronteras, notamos una gran adhesión. Y lo notamos precisamente en los lugares donde las consecuencias de la inmigración ilegal son conocidas por la población.
–Coincide con Trump en el uso de Twitter, ¿son las redes sociales su herramienta de comunicación?
–Cuando no teníamos ningún alcance a los medios de comunicación, lográbamos llegar a cientos de miles de personas a través de las redes sociales. El alcance que tenemos es muy superior al que tenemos en los medios que, además, tiende a ser negativo. Además, nos podemos dirigir de una manera muy directa y muy precisa a través de las redes sociales, con unos niveles de audiencia superiores a los que tenemos en televisión. Eso ha sido determinante para VOX y lo será más en el futuro.
–Con algunas de esas ideas que comparten en redes sociales, le acusan de haber hecho resurgir el Franquismo, ¿está de acuerdo?
–Lo que ha resurgido en España es el Comunismo, que hoy tiene asientos en el Consejo de Ministros. Lo que ha resurgido en España es un separatismo con gran fuerza porque, de alguna manera, hoy puede hacer caer al gobierno de España. Realmente los hilos de este gobierno los mueven Maduro y Torra. Y esto es algo que inquieta muchísimo cada vez a más españoles.
–¿Usted ve a una sola España, única o cree qué son muchas las maneras de pensar y de identificarse?
–Por supuesto, sin ninguna duda, yo creo que en la democracia, creo en el pluralismo político -no todo el mundo puede pensar como VOX- y creo que hay distintas maneras de ser español: una la que tenemos los vascos, otra la que pueden tener los catalanes, otra la que tienen los castellanos… esa pluralidad es una riqueza, pero está siendo atacada precisamente por el estado de las autonomías, que es muy uniformizador.
–Hablando de separatismo, ¿que le perece la semilibertad a Junqueras y la mesa de diálogo?
–Estamos ante una gran irresponsabilidad y ante una gran traición del gobierno de Sánchez. Se está poniendo en marcha una amnistía encubierta, en políticos que han cometido los delitos más graves que pueden cometer un político. Y, por otra parte, en esa mesa de negociación se consolida la bilateralidad, el tratamiento de igual a igual entre un gobierno regional y el gobierno de toda la nación, y eso no es aceptable porque pone en tela de juicio la soberanía de todos los españoles.
–¿Cómo cree que se ve este tema fuera de España?
Para nosotros es un tema muy importante, no sólo con el gobierno de Trump sino también con las fundaciones conservadoras porque entendemos que el mensaje de concordia y de unidad de España no ha llegado precisamente por la dejación de los distintos gobiernos de España, que han permitido que toda la propaganda separatista llegase al ámbito internacional con mucha más eficacia que la información adecuada que tenían que haber trasladado los gobiernos de España. Estamos tratando de trasladar la importancia del mantenimiento de la unidad de España.
–¿Diálogo o no diálogo para Cataluña?
–El diálogo en política es absolutamente necesario en democracia pero en el Parlamento y en las instituciones. El diálogo con los que han perpetrado un golpe de estado es imposible. El diálogo con el presidente de un gobierno regional inhabilitado por los tribunales es un diálogo inaceptable porque legitima a quien ya ha sido condenado, apartado, y está de manera fraudulenta al frente de las instituciones. El gobierno de España es ilegítimo porque ha llegado al poder mintiendo a los españoles, diciendo que no iba a pactar con los comunistas y diciendo que no iba a depender del voto de los independentistas… y en cuanto han pasado las elecciones ha hecho todo los contrario. Y un gobierno ilegítimo tiene la tentación para mantenerse, pactar y dialogar con un gobierno ilegal, en contra de los intereses de los catalanes y del conjunto de los españoles.
–¿Cómo piensa abordar este tema aquí en Washington?
–Detectamos en todas las personas con las que nos reunimos que tienen preocupación sobre Venezuela, una gran inquietud por el hecho de que hoy, al frente del gobierno de España, como parte del gobierno hay ministros que han tenido algo que ver con el chavismo y que tienen interacción con todos los movimientos que pretender desestabilizar Hispanoamérica. Y nosotros precisamente por eso hemos venido aquí, a tratar de entablar las relaciones para convocar un gran evento en Madrid en verano, convocando a personas de todo el ámbito iberoamericano para defender la libertad y la democracia
–¿Con qué finalidad?
–Queremos que las instituciones democráticas, las constituciones, la libertad puedan ser preservadas en toda Iberoamérica. No sólo Venezuela, también otros países como Cuba o Chile y que lo que ha ocurrido en Venezuela no acabe ocurriendo también en España. Cuando llegó el chavismo a Venezuela, que era un país próspero, se pensaba que no podía acabar como Cuba y ha acabado con las cartillas de razonamiento. Esas de las que alertaba el presidente Sánchez antes de las elecciones para justificará que nunca pactaría con Iglesias. Y nosotros no queremos que España acabe como Venezuela.
–¿Llegarán sanciones a España? ¿Va a plantear ese tema como la posible subida de aranceles sobre productos españoles?
–El gobierno de España lo está poniendo muy difícil, precisamente por las conexiones con el gobierno de Maduro. Hay una gran preocupación sobre la falta de compromiso de España en la lucha contra la narcodictadura de Maduro. No sabemos qué ocurrirá. También estamos muy preocupados por los aranceles. Cuando un gobierno europeo de un país democrático como España cambia de aliados y elige a Maduro, lo tiene muy difícil luego para negociar los intereses de los agricultores españoles a la hora de impedir los aranceles que ha impuesto el gobierno de EEUU. Yo creo que la animadversión hacia Trump del gobierno de España ha sido muy negativa a la hora de poder defender los intereses de los españoles.
–¿Cree que Ábalos debería dimitir?
–No tengo ninguna duda, pero creo que debería dimitir todo el Gobierno.
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