Inasequible al desaliento

La experiencia vital que padecemos por la pandemia podría hacernos pensar que el virus amarillo separatista remitiría, obligado por la reflexión ante tanta muerte y dolor. Por desgracia, comprobamos que no es así, y que las prioridades políticas del señor Torra –inasequible al desaliento– siguen intactas, pese a que Cataluña es la comunidad más castigada tras Madrid, y a mucha distancia del resto de España.

De hecho, ayer encabezó, con diferencia, la cifra de muertes a nivel nacional. Así las cosas, vemos que el Govern acordó en su reunión semanal del martes, solicitar a su Consejo de Garantías Estatutarias un dictamen que le permita plantear ante el TC un «conflicto positivo de competencias» contra el Estado. Su objetivo: ser él la autoridad que dirima la denuncia planteada tiempo atrás por la patronal catalana Fomento, contra la campaña promovida por la ANC –longa mano del separatismo institucional– que promocionaba el apartheid comercial a empresas que no promovieran la república catalana.

La cuestión es de «pelas», pues si quien resolviera la denuncia fuera la Comisión Nacional que vela por la libre competencia de los mercados, la sanción podría elevarse a unos cuantos millones de euros.Además de promocionar su paraíso terrenal en forma de república, la Generalitat haría bien en intentar mejorar la lamentable gestión efectuada contra el coronavirus y así facilitar que millones de ciudadanos y empresas catalanas pudiéramos recuperar nuestra arrebatada libertad. Virus este, inasequible al desaliento.