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El TID del gobierno

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La psiquiatría estudia el TID —trastorno de identidad disociativo— conocido como «desdoblamiento de personalidad», que la vicepresidenta Calvo ha popularizado con su aplicación práctica del doble lenguaje y la doble moral, al distinguir entre el «candidato» y el «presidente» Sánchez, como si fueran dos personas diferentes. Así dejan de existir los conceptos de verdad y mentira, cumplimiento e incumplimiento, etc.

La promesa la hace el candidato y la incumple el presidente, que son dos entes distintos, sin ninguna responsabilidad exigible. Ahora Calvo da un paso más al aplicar este desorden no solo a personas físicas, sino también jurídicas, y para rechazar una comisión de investigación parlamentaria sobre las finanzas de Podemos, argumentando que «afectan a un partido, no al Gobierno». Es una lástima que esa tesis no la sustentara el candidato Sánchez cuando motivó su censura alegando la corrupción del PP como partido —que no como Gobierno—, que exigía una «regeneración democrática» del sistema.

La «opinión de Prada» se sustentó sobre una declaración de Rajoy efectuada como presidente del PP, y fue en un fallo sobre la Gurtel que no me consta afectara al censurado Gobierno. En escasos ocho meses, el «transparente y regenerador» Sánchez y su socio Iglesias, han convertido en amoral la política española. A este paso España va a necesitar de tratamiento psiquiátrico para curarse de esta nueva epidemia: contagiados, confinados y ahora trastornados. Ante tanto cinismo, hipocresía y mentira.