Felipe VI

Moncloa calla ante los ataques de Iglesias al Rey

El vicepresidente del Gobierno pide “respeto institucional” a Felipe VI y el ministro de Consumo le acusa de “maniobrar” contra "el Gobierno democráticamente elegido”

Ofensiva pública, directa y preparada contra el jefe del Estado. Es la que tejieron ayer los ministros morados a última hora de la tarde de ayer contra Felipe VI al que responsabilizaron de urdir una «maniobra» contra el «Gobierno democráticamente elegido», al que acusaron también de «romper la neutralidad política» e incluso de «carecer de legitimidad democrática». Tras el ataque encabezado por el vicepresidente del Ejecutivo, Pablo Iglesias, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, el PSOE no emitió ninguna valoración sobre las declaraciones, ni tampoco emitió su opinión en público ningún ministro socialista. Unas declaraciones que ahondan la crisis abierta entre Moncloa y Zarzuela por el trato en los últimos días al Monarca, al que vetaron de presidir los despachos a los jueces en Barcelona, ayer.

Es la enésima ofensiva de los morados hacia la Corona. Una hoja de ruta que han ido desplegando en el Congreso de los Diputados tras las informaciones sobre los supuestos negocios opacos del anterior jefe del Estado, y con la que pretenden también abrir un «horizonte republicano». Ya habían emprendido este camino, hace tan solo una semana, cuando el vicepresidente, Pablo Iglesias, llamó a sus direcciones autonómicas a tener en cuenta que la «tarea fundamental» de su partido era la de acabar con la Monarquía.

Unidas Podemos trató de meter más presión ayer, censurando la llamada del jefe del Estado al presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, para comunicarle que le «hubiese gustado» acompañarle en la entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona, un acto al que Moncloa no le permitió acudir.

Fue el ministro de Consumo, Alberto Garzón, el primero en abrir la ofensiva, acusando al Monarca de «maniobrar contra el Gobierno democráticamente elegido». A su juicio, la Corona está «incumpliendo la Constitución que impone su neutralidad». Cargó, además contra el Partido Popular y Vox por «aplaudirlo». «La posición de una monarquía hereditaria que maniobra contra el Gobierno democráticamente elegido, incumpliendo de ese modo la constitución que impone su neutralidad, mientras es aplaudida por la extrema derecha es sencillamente insostenible», dijo.

A su reacción le siguió la del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que denunció la «falta de neutralidad» del Jefe del Estado. El también líder de Podemos quiso acusar a Felipe VI de no cumplir con el «respeto institucional». En sus palabras, «Respeto institucional significa neutralidad política de la jefatura del Estado», en referencia a la llamada del Rey al presidente del Consejo General del Poder Judicial, « renovación de los órganos judiciales en tiempo y forma» dijo, refiriéndose al Partido Popular por la renovación del CGPJ en ciernes, y «actuaciones de la fuerza pública proporcionales», por las cargas policiales en Vallecas tras las medidas de confinamiento en la Comunidad de Madrid. Otros dirigentes, como el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, también jalearon en las redes con el mismo ataque. Criticó que el Rey, «que no le ha votado nadie» llama a Lesmes «mandato caducado hace dos años para quejarse juntos del gobierno de coalición (fruto de la mayoría parlamentaria tras elecciones generales)». Acusó a ambos de carecer de legitimidad democrática.

Tras los ataques de Iglesias y sus ministros a la corona, el presidente del PP, Pablo Casado, consideró estos hechos «intolerables», y pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez que desautorice «inmediatamente» a su vicepresidente y a sus ministros, si no quiere ser «responsable de la más grave crisis institucional de nuestra historia reciente». El grupo parlamentario popular ha registrado ya una batería de preguntas en el Congreso con las que quiere conocer los motivos del «veto» del Gobierno a Felipe VI en la entrega de despachos en Barcelona. Desde Ciudadanos, Inés Arrimadas, pidió también a Sánchez «desautorizar» a su vicepresidente y emitió su apoyo a la Corona. Las críticas llegaron también por parte del presidente de Aragón, Javier Lambán que manifestó su apoyo a la Corona y avisó de que «desestabilizar la monarquía constitucional es desestabilizar irresponsablemente la Constitución».

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