Pablo Iglesias

Iglesias: de llamar “hipócritas” a quienes acudían al desfile del 12-O a formar parte de esa élite

En 2016, el ahora vicepresidente cargaba contra los políticos que asistían a la Fiesta de la Hispanidad. Cuatro años después, el también líder de Podemos presenció el acto militar

El ahora vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, criticaba en 2016 a los políticos que acudían al desfile del 12-O
El ahora vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, criticaba en 2016 a los políticos que acudían al desfile del 12-OTWITTER

Las “cosas del gobernar" han llevado a Unidas Podemos a entrar en un sinfín de contradicciones. Pasar por alto el nombramiento del tan criticado por ellos José Félix Tezanos como director del CIS, o el de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado, ente otros. Pero no son los únicos.

El ahora vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, arremetió en 2016, con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional contra la “hipocresía” de algunos dirigentes políticos que acudían al desfile militar para ponerse medallas" y “dar la espalda cada día a su patria”. A su modo de ver, los patriotas “de verdad se ocupan de su gente”.

«Hay mucha hipocresía entre algunos que se apuntan medallas por ir a los desfiles y, sin embargo, dan la espalda cada día a su patria. Los patriotas no tienen cuentas en paraísos fiscales, ni en Suiza ni en Panamá como el ministro Soria. Los patriotas no tienen que envolverse en banderas», dijo.

Para el líder de Podemos, lo importante no es acudir a un desfile, sino “acabar con la precariedad de la tropa” y establecer un nuevo sistema en el que los ascensos estén fundamentados en la meritocracia, porque “no puede ser que se paguen su propio chaleco”.

Precisamente ayer, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, acudía por vez primera, con sus ministros morados, al desfile del 12-0 con motivo de la Fiesta Nacional, en el Palacio Real. Lo hacía como “obligación”, correspondiendo a su cargo actual dentro del Gobierno de Coalición. Un desfile no exento de simbología republicana, por parte de sus ministros; como el traje morado que lució la ministra de Igualdad, Irene Montero, la mascarilla republicana del vicepresidente, o el pin rojo por la lucha antifascista, que portaba Iglesias y el ministro de Consumo, Alberto Garzón.