Conferencia

«Las elecciones en Madrid son unas primarias de toda España»

Francisco Marhuenda participa en una sesión del foro de debate organizado por el Círculo Ecuestre

De izquierda a derecha, Enrique Lacalle y Francisco Marhuenda
De izquierda a derecha, Enrique Lacalle y Francisco MarhuendaLa Razón

Los actos públicos, las presentaciones o las ponencias poco tienen que ver con los de hace un año. El coronavirus se llevó por delante los formatos existentes para sustituirlos por auditorios reducidos, mucho más propensos, sin embargo,a la charla disten dida. Algo así ocurrió ayer en el Círculo Ecuestre de Barcelona, en la que la conferencia del director de La Razón, Francisco Marhuenda, acabó convirtiéndose en una amena conversación trufada de anécdotas sobre la actualidad de Madrid, Cataluña, la pandemia, los medios de comunicación o la economía. De hecho, Cataluña, que en otros tiempos hubiese copado e grueso de la charla, no fue más que un apéndice del nuevo foco informativo del país: Madrid y su inminente contienda electoral. No en vano, tal y como señaló Marhuenda, «estos comicios se han convertido en las primarias de la política española». Al acto, en cualquier caso, acudieron el presidente del Grupo Godó, Javier de Godó; el director de la Vanguardia, Jordi Juan, el Presidente del Círculo, Antonio Delgado; y Enrique Lacalle como maestro de ceremonias.

El director de La Razón desgranó los motivos que llevaron al gobierno de la Comunidad de Madrid a implosionar tras la fustrada moción de censura en Murcia. A su juicio, Ignacio Aguado e Isabel Díaz Ayuso encajaban mal ya que el primero «quería ser califa». «Los constantes menosprecios a Ayuso por mujer y por política le hicieron creer que podía comérsela. Y no ha sido así». Aguado, relató, también se encontró con el problema de que el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, estaba poco o nada interesado en mociones de censura. «Alguien tuvo la idea de jugar a aprendiz de brujo y falló», señaló Marhuenda en relación a la operación que desató la tormenta sobre la Comunidad de Madrid: Murcia. El director de La Razón confesó que tenía una comida prevista con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el mismo miércoles que se abría la caja de Pandora en Murcia, que no se anuló tras el anuncio de moción de censura, «debía estar muy tranquilo», apuntó, sino con la llegada de la onda expansiva llegaba a Madrid. «Creo que no lo tenían previsto», añadía.

De derecha a izquierda: Jordi Juan, Enrique Lacalle, Francisco Marhuenda, Javier Godó, Antonio Delgado y Tono Gámiz
De derecha a izquierda: Jordi Juan, Enrique Lacalle, Francisco Marhuenda, Javier Godó, Antonio Delgado y Tono GámizMikel González / Shooting

Y a todo esto se le suma la jugada de Pablo Iglesias para presentarse como candidato a la Comunidad de Madrid. «Es inconcebible que un vicepresidente de ese tipo de salto. Sospecho que se aburría». «En contra de lo que intentan vender, la relación entre los dos partidos no es buena. Apenas se hablan y los ministros socialistas comienzan a cansarse». No obstante, apuntó Marhuenda, la jugada de Iglesias, aunque «mesiánica», era necesaria para asegurar la supervivencia del partido. Exactamente lo mismo que Edmundo Bal en Ciudadanos. Esta situación hace que las elecciones de la Comunidad de Madrid se hayan convertido «en unas primarias de la política española. «Si efectivamente el PP consigue la mayoría suficiente es una gran derrota de la izquierda, si además incorpora a Vox al gobierno y acaba la estigmatización. Se verá si Vox es lo que dice la izquierda o no. Pero hay riesgos evidentes». Marhuenda señaló que la idea de Vox es seguir el modelo europeo y conseguir votos en los núcleos obreros. Es decir, ser complementarios con el PP.

Sobre Cataluña y como catalán, Marhuenda admitió que vive la actualidad «con cansancio». «Cada vez que en un informativo metes el tema catalán cae la audiencia. Ya nadie se toma en serio al independentismo. Ya no da miedo. Si lo vuelven a intentar ya sabes lo que va a ocurrir. Y el presidente del Gobierno no va a autorizar un referéndum, mi impresión es que les mareará, es muy hábil en eso, y poco más». El problema es que, mientras tanto, la imagen de Cataluña se ha visto muy deteriorada con el consiguiente problema económico: «Pierdes el coste de oportunidad mientras tú estás en peleas. Pero lo cierto es que una vez superado el riesgo real de ruptura ya se da por descontado».