Financiación irregular

El ex gerente de Podemos, al juez: “No he sabido nada de Neurona hasta este año”

Fernández Alarcón aseguró en su declaración como testigo que no aprobó ningún complemento salarial de forma unilateral: “Creo que no hubiera asumido esa responsabilidad”

El ex gerente de Podemos Manuel Fernández Alarcón acude a los juzgados de Plaza de Castilla el pasado 21 de mayo para declarar como testigo
El ex gerente de Podemos Manuel Fernández Alarcón acude a los juzgados de Plaza de Castilla el pasado 21 de mayo para declarar como testigoCézaro De LucaEuropa Press

El ex gerente de Podemos Pablo Manuel Fernández Alarcón aseguró al juez del “caso Neurona”, Juan José Escalonilla, que durante su gestión no aprobó ningún complemento salarial en la formación morada. “Los salarios son una cosa muy sensible. Creo que no hubiera asumido esa responsabilidad”, reconoció, aunque precisó que no tenía conocimiento de ninguna normativa interna que se lo impidiera.

Escalonilla investiga por administración desleal a la gerente de Podemos, Rocío Val, que aprobó dos complementos (de Coordinación, de 210 euros, y Coordinación Ejecutiva, de 400 euros) que ella misma percibió además, entre otros, del tesorero de la formación, Daniel de Frutos.

En su declaración como testigo del pasado 21 de mayo, Fernández Alarcón dijo al magistrado Juan José Escalonilla no saber “absolutamente nada” de la contratación de Neurona, la consultora a la que la formación morada pagó 363.000 euros por trabajos electorales para las generales de abril de 2019 que el juez sospecha simulados. “Yo no firmé ningún contrato con Neurona”, recalcó.

El testigo negó que el ex abogado de Podemos José Manuel Calvente le trasladara la existencia de irregularidades en el seno del partido. “Lo hubiera denunciado”, contestó a la la letrada de la Asociación de Juristas Europeos Pro Lege. “Yo no he sabido nada de Neurona hasta este año”, insistió. “Era algo que no tenía absolutamente nada que ver con nosotros”.

Calvente aseguró que fue Fernández Alarcón quien le alertó de las supuestas irregularidades en la contratación de Neurona Comunidad y de la consultora portuguesa ABD.

“Dijo también (Calvente) que usted le había dicho que Monedero era un comisionista”, apuntó el instructor “Yo no suelo hacer esos comentarios. No recuerdo haber dicho nada de eso”.

“Contratos de lo más variados”

Respecto a los sueldos, Fernández Alarcón explicó que en 2016 se llevó a cabo, por encargo del Consejo Ciudadano, “una categorización salarial” para el partido. “Al principio -recordó- éramos un grupo de personas con contratos de lo más variados”, por lo que hubo que crear una escala salarial. Con ese objetivo, añadió, entre diciembre de 2016 y abril de 2017 se abordó “un proceso amplio”.

La escala salarial, precisó, estaba formada por tres categorías y dos complementos (para retribuir “funciones específicas” llevadas a cabo puntualmente), el de coordinación (para responsables de grupos de trabajo) y el de responsabilidad. “Y si dejabas de ser responsable, dejabas de cobrarlo”, dijo. Esa escala, dejó claro, fue aprobada por el Consejo de Coordinación de Podemos. Esa escala, hizo hincapié, se aplicaba “a rajatabla” a todos los trabajadores del partido.

“¿Usted como gerente llegó a implementar algún complemento salarial?”, le preguntó el juez. “No”, contestó el testigo. “¿Usted unilateralmente podía hacerlo o debía tener la autorización del Consejo de Coordinación?”, quiso saber el instructor. “Pues no lo sé, la verdad, yo creo que hubiera pedido autorización”.

“No había ninguna norma que lo impidiera”

“No había ninguna norma que me lo impidiera estatutariamente, lo que pasa es que los salarios son una cosa muy sensible. Yo creo que no hubiera asumido esa responsabilidad”, aventuró.

“Hicimos alguna excepción con alguna persona que tenía en algún momento un problema económico en un momento determinado y decidimos que cobraría una cantidad extra durante un periodo determinado, pero creo que fue un caso”, aseguró.

El testigo, que fue gerente de Podemos entre 2016 y febrero de 2019, manifestó al instructor que cuando él era gerente el complemento de Coordinación ya existía, “creo que eran unos 300 euros”. No así el de Coordinación Ejecutiva. “No lo conozco, ni sé cómo se implementó”, se excusó, al tiempo que dijo no saber si Rocío Val tenía competencias para aprobar esos complementos bajo sospecha. “Si desconozco si las tenía yo imagine...”.

“Todo el mundo quiere que sus trabajadores cobren lo más posibles y en un partido siempre hay intromisiones, digamos políticas, para ello -señaló-, por eso hicimos un protocolo en el que sacamos del ámbito político la decisión laboral”.

A preguntas de la letrada de Vox, el testigo explicó que durante su etapa como gerente trasladaba un informe anual de su gestión al Consejo de Coordinación de Podemos. Y respecto a la “caja de solidaridad”, aseguró que de su funcionamiento él no se ocupaba, porque entre sus competencias no figuraba la parte financiera. “No me he ocupado nunca de balances. El área de finanzas funcionaba de manera autónoma. Yo decía páguese esto y se pagaba”.