El auto judicial

La bolsa donde creen que metió a Anna estaba rota y con lastres dentro

Aunque la siguen buscando, la jueza cree que corrió la misma suerte que su hermana, que murió por un edema pulmonar

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 12/06/2021.- El buque oceanográfico Ángeles Alvariño regresa al Puerto de Santa Cruz de Tenerife por cuestiones técnicas este sábado. El buque continúa la búsqueda de la pequeña Anna y de su padre Tomás G., tras encontrar en la tarde del jueves el cadáver de su hermana Olivia de 6 años a 1.000 metros de profundidad. EFE/Ramón de la Rocha
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 12/06/2021.- El buque oceanográfico Ángeles Alvariño regresa al Puerto de Santa Cruz de Tenerife por cuestiones técnicas este sábado. El buque continúa la búsqueda de la pequeña Anna y de su padre Tomás G., tras encontrar en la tarde del jueves el cadáver de su hermana Olivia de 6 años a 1.000 metros de profundidad. EFE/Ramón de la RochaRamón de la RochaEFE

Aunque siguen trabajando 24 horas al día, el equipo que busca a la pequeña Anna a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, comienza a flaquear de ánimos y baraja la posibilidad de que la niña de un año no pueda ser localizada. Según un auto de la jueza que ha llevado la causa, al que ha tenido acceso este diario, la magistrada da por hecho que Tomás Gimeno dio muerte a las niñas en su finca de Candelaria «envolviéndolas en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura y éstas en bolsas de deporte». Las bolsas fueron amarradas, describe la magistrada, «mediante un cabo y una cadena a un ancla para impedir que pudieran salir a flote». Tras localizar el cuerpo sin vida de Olivia en una de estas bolsas el pasado 10 de junio, la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Güímar es clara: «Si bien solo se ha localizado, hasta el momento, el cuerpo de Olivia, la hipótesis fáctica más probable respecto a Anna es, desgraciadamente, la misma. La segunda bolsa amarrada al ancla se localizó rota, sin nada en su interior, salvo unos lastres».

Orden de detención activa

Con respecto a Tomás, la magistrada deja claro que deja activa la orden de detención y que, por ahora, solo se van a modificar los ilícitos penales que se le imputan (antes era sustracción de menores y ahora homicidio y un delito contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género) para «evitar la posibilidad de que Tomás, cuyo cuerpo no ha sido localizado, pueda sustraerse de la acción de la justicia”. Si bien en líneas generales ya había trascendido la cronología de esta dramática historia que comenzó el pasado 27 de abril, el auto señala algunos detalles que dan muestra de la crueldad de Tomás aquel día.

Un audio con la voz de Oli

Por ejemplo, a las 19:47 horas, antes de matar a sus hijas, le manda un audio al WhatsApp de su ex pareja donde es la propia Olivia la que le dice a su madre que vaya a recoger unos cuadros «de Tata» a la finca de Candelaria, y que metiera en coche dentro. Beatriz le pregunta a qué hora y él contesta que a las 21:00, cuando ya pensaba haberse ido con los cadáveres de las pequeñas Anna y Olivia en bolsas de deporte. Cuando salió de la finca con el maletero cargado, también tuvo la sangre fría de bajarse «un momento» frente a la casa de sus padres para «a escondidas», según recoge el auto judicial, dejar a su perro Oto, dos tarjetas de crédito con las claves y las llaves de su coche Alfa Romeo. Luego llegó al puerto de Santa Cruz sobre las 21:27 horas y, tras cargar los cadáveres de sus hijas en la embarcación de recreo, zarpa a las 21:40 horas.

Edema pulmonar agudo

El mismo documento judicial, fechado a día de ayer, recoge los primeros resultados de la autopsia practicada a Olivia, si bien están a la espera de los análisis de Toxicología e Histopatología, que analizarán la presencia de fármacos en el organismo de la menor. En cualquier caso, la causa de la muerte, según el forense, es un edema agudo de pulmón. Según ha explicado a Efe el vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Germán Peces-Barba, la niña ya estaría fallecida cuando fue lanzada al agua ya que «si hubiera sido un ahogamiento tendría que haber agua aspirada por vía pulmonar». Así, este edema pudo provocarse «ante una exposición a algo tóxico, algo irritante o abrasivo que suscita la respuesta de exudar el edema».

“Provocó el mayor dolor que imaginó”

El asesinato de Olivia y Anna a manos de su padre es, a juicio de la magistrada, para «provocar a su ex pareja el mayor dolor que pudo imaginar, a la que de forma deliberada quiso colocar en la incertidumbre acerca de la suerte o destino de sus hijas pues, tras advertirla de forma reitera que no volvería a verlas más, dando a entender que se fugaría con ellas, ideó el modo en que entendió que sus cuerpos sin vida nunca serían localizados, arrojándolas al mar dentro de bolsas lastradas y amarradas a un ancla, en lugar expresamente buscado lejos de la costa y que sabía profundo, donde los fondos marinos no podrían ser investigados». Gracias a la constancia de la Guardia Civil y a la capacidad de medios que han tenido a su alcance, es la única parte de su macabro plan que no salió como quería.