"Sumar"

Díaz no conversará con Unidas Podemos hasta que finalice su proceso de escucha

La falta de comunicación continúa: no fue ella quien anunció a los partidos la fecha de inicio de «Sumar»

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (c), asiste a la concentración convocada este jueves en Madrid por los colectivos de trabajadoras del hogar
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (c), asiste a la concentración convocada este jueves en Madrid por los colectivos de trabajadoras del hogarZIPIAgencia EFE

El proyecto de la vicepresidenta Yolanda Díaz está a punto de despegar. Todo está planeado al milímetro. Es ella, su entorno más cercano y un nutrido grupo de voluntarios ultiman los detalles de la presentación del proyecto de escucha que se estrenará el próximo 8 de julio en Madrid, coincidiendo con la celebración del Orgullo LGTBi. Será un proceso exclusivamente neto de la vicepresidenta, en el que los partidos políticos no tendrán protagonismo, según reconoce ella misma. Ese momento llegará tras dar por finalizado su proceso de escucha, por tanto, el acercamiento a Podemos y a los partidos de izquierdas, tendrá que esperar a finales de año, a pesar de que en Unidas Podemos reclaman comunicación fluida de inmediato.

Fue la propia dirigente quien desveló la fecha ayer en una entrevista en Al Rojo Vivo, donde se confesó ilusionada para «recorrer toda España» con diversos actos en los que buscará el protagonismo ciudadano a través de la plataforma «Sumar» donde se rodeará de expertos en distintas materias para construir un «proyecto para la próxima década». Este es el mantra de la vicepresidenta, que asegura que, en estos actos, escuchará más que hablará ella misma. «Necesitamos escuchar mucho y yo voy a hablar muy poco», reconoció.

Un camino lleno de actos durante seis meses con el afán de construir una alternativa para ensanchar la base progresista que desembocará en una decisión en diciembre de 2023, la de sí ese proceso de escucha se convierte en un proyecto político o no, una decisión que quiere tomar con la ciudadanía. Será entonces cuando, sí da el paso, se dará por superado a Unidas Podemos. Para ello recurrirá a primarias, con el fin de ser elegida democráticamente.

Una hoja de ruta que no cuenta con la supervisión de uno de los principales actores en la izquierda política en España, Unidas Podemos, quien todavía desconoce cómo se vertebrará la gira de la ministra de Trabajo y que, de hecho, no participó en la decisión de nombrar a la asociación del proyecto de escucha. En su equipo explican que irán dando detalles de los actos según estén cerrados. Si bien, los partidos si conocían ayer antes que la ciudadanía la fecha de arranque del proceso de escucha. Pero no por la propia vicepresidenta, sino que los líderes de Unidas Podemos recibieron la llamada de Josep Vendrell, el director de gabinete de la vicepresidenta. Un detalle significativo que ayuda a componer la fotografía de la cacofonía.

Y es que las relaciones entre el espacio político y la vicepresidenta son difíciles desde hace tiempo. Si bien, tras asumir el liderazgo de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, prometió comunicación fluida, ello es hoy una quimera. No hay interlocución directa con las ministras moradas en los espacios de coordinación que se dieron para ello según reconocen ambas partes implicadas y si bien en un primer momento, Díaz aceptó ejercer el liderazgo de Unidas Podemos en Moncloa, cada vez es más residual, como explican en la parte morada, donde recelan del hecho de que en muchas ocasiones la vicepresidenta se haya puesto de parte de la parte mayoritaria del Gobierno, como en la guerra en Ucrania o sobre la OTAN. Eso sí, ayer si se produjo un acercamiento entre Podemos y la vicepresidenta. Díaz defendió la necesidad de un impuesto a los ricos, como exigen los morados.

Aún así, en ambas partes reconocen los recelos. La vicepresidenta opinó ayer que veía «nerviosos» a los morados, y apeló a la necesidad de «cuidarse» en vez de «romperlo todo». Ella misma asegura disentir con otros políticos y no por ello romper relaciones. Así trató de rebajar las tensiones con Unidas Podemos y dio ese primer paso, el de tender la mano a todas las confluencias. Porque su proyecto se llama sumar. En su entorno refuerzan la idea de que la vicepresidenta ha tendido la mano a los partidos, pero recordando que no son los protagonistas. «Los partidos son imprescindibles pero ya llegaremos a ese momento, me gustaría que esté toda la militancia de IU, de Podemos, son militancia de oro», zanjó. Ensalza la militancia, no los partidos.

Podemos esperará a Díaz

Así, la conversación de Díaz con los partidos no se producirá de inmediato. La vicepresidenta seguirá teniendo pendiente esta asignatura hasta diciembre, cuando decida si se convierte en candidata a presidenta del Gobierno. Es este extremo, el de la participación de las fuerzas políticas, el que solicitan aclarar en la cuota morada, con el objetivo de ponerse a trabajar de cara a las próximas elecciones. Los morados se ven fuerza principal del cambio en esta suma, aunque asumen que ahora deben tomar distancia y esperar a que finalice el proceso de escucha que es un proyecto autónomo de la vicepresidenta. Estarán, «donde nos pida que estemos», según dijo ayer Pablo Echenique, pero sin ser ese lugar la primera línea. Misma opinión en la dirección del partido, desde donde reiteran su total apoyo a Yolanda Diaz como candidata a presidenta del Gobierno por el espacio que hoy representa Unidas Podemos. “Yolanda nos ha pedido que esperemos a que ponga en marcha su proceso de escucha y eso vamos a hacer. Es nuestra candidata”, subrayan las citadas fuentes.