Tomás Gómez

El andalucismo del PP

La coartada para Sánchez es perfecta: si sale mal en Andalucía será culpa de Juan Espadas, porque a él le va muy bien en España

«Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible». La célebre frase de Rafael Guerra «Guerrita», bien se podría aplicar a las conclusiones a que nos quiere llevar José Félix Tezanos con los últimos estudios del CIS. Por un lado, se suma al resto de sondeos, en que las expectativas del PSOE en Andalucía son muy malas. Aunque se agarra como un náufrago a la tabla de horquillas muy grandes en las previsiones del número de diputados, todo parece indicar, en el mejor de los casos, son incapaces de aprovechar el derrumbe de Podemos. Por otra parte, desmiente el efecto Feijóo, otorgando una caída de un par de puntos, permitiendo a Sánchez seguir liderando las expectativas. Lo uno y lo otro a la vez es imposible, pero Tezanos ha cambiado de estrategia para no generar controversia. No niega la catástrofe que podría producirse, pero sí el cambio de ciclo.

Dada la proximidad del 19- J, otorgar a los socialistas un resultado más favorable que los demás pondría en el ojo del huracán al instituto público. Pero afirmar que Sánchez recupera ventaja frente al PP y que Feijóo ha empezado a caer es menos fácil de rebatir porque para las próximas generales falta bastantes meses. Otra cosa es que, a partir de las dos afirmaciones del CIS, se puede construir una estrategia. Un tablero en el que hay dualidad de voto entre autonómicas y nacionales exige la conclusión de que la responsabilidad de la diferencia de voto reside en los candidatos locales.

Así, la coartada para Sánchez es perfecta: si sale mal en Andalucía será culpa de Juan Espadas, porque a él le va muy bien en España. Y si sale bien, es que la marca va como un tiro. Una vez que logre asentar el discurso de los buenos y los candidatos en las comunidades, no estará para asumir responsabilidades, sino para pedirlas a todos aquellos que considere oportuno.

La realidad es distinta. Espadas ni suma ni resta votos, el problema del PSOE andaluz tiene otros motivos: en primer lugar, porque el PP se ha convertido en el partido del andalucismo, sustituyendo en ese papel a los socialistas y, en segundo lugar, porque Pedro Sánchez es un lastre.