La noria

Y habló de putas la tacones

El Gobierno ha incumplido todos los puntos de su biblia rosa en cuanto a la prostitución, donde se tocaba además el «sugardaddismo» (Ábalos, iba por usted)

Congreso Sexo
Congreso SexoIlustraciónPlatón

De aquellos polvos, estos lodos. «¿Con quién vive usted? ¿De qué prostíbulos ha vivido usted?». Olé el gallego. Atónita me dejó el dardo del mesurado Núñez Feijoó a Sánchez. Ahí, donde más duele. Porque al presidente, cuando le tocan asuntos relacionados con su mujer, ya sabemos que se toma unos días sabáticos. Ante tal apunte, el abolicionista de la prostitución no sabía dónde meterse.

La madrileña sauna Adán de la calle San Bernardo, taparrabos incluido, la sauna Azul, que hay que tener mala leche para no llamarla Roja, sita en Concepción Arenal, y una más que llevaba por nombre Princesa, eran los negocios de Don Sabiniano, el fallecido padre de la esposa del líder del Ejecutivo, y de su hermano. Y con ese dinero, ganado con sudor y, sobre todo, con muchas lágrimas de otros y otras, se pagó presuntamente el primer pisito de Begoña Gómez antes de ocupar La Moncloa. Situado en la calle Dinamarca de Pozuelo de Alarcón (Madrid), los precios rondan ahora los 750.000 euros y los alquileres llegan a los 2.500. Pero el PSOE ya ha registrado una proposición de Ley para favorecer el alquiler asequible...

Ahora es la oportunidad de que vuelvan al ataque aquellas de la «Organización de Trabajadoras Sexuales», el sindicato que Don Limpio decidió impugnar, alegando que la prostitución no es legal en España, y que llegó a figurar en el BOE. «Este Gobierno no puede admitir que, bajo el subterfugio de un sindicato de trabajadores del sexo, se dé cabida a la prostitución». Entonces, ¿el personal que trabajaba en los locales de su familia política eran tertulianos como los del Café Gijón?

Pero recordemos, porque merece la pena, qué decía sobre el oficio más antiguo del mundo la «biblia» socialista que llevaron a las pasadas elecciones: «Nos comprometemos a abordar con urgencia (...) el machismo y la violencia o las esferas de pseudo prostitución (sugardaddismo, loverboy, etc..)». Adriana, Alini, Ely, Tatty, Iris... estarán tronchándose recordando que Ábalos encamina la edad de jubilación. Prosigue: «Impulsamos una norma para acabar con todas las formas de proxenetismo y dar así respuesta a todas las víctimas de violencia sexual, incluidas las de explotación sexual».

El dinero de saunas y prostíbulos se ganó con el sudor y, sobre todo, con las lágrimas de otros y otras

No señores, no la han impulsado. Dos años han pasado de sus promesas y oportunidades han tenido, pero, al quedar retratados, a todo meter pretenden colar en el Consejo de Ministros de septiembre un anteproyecto de ley para abolir la prostitución. Bueno, quizá la ministra de Igualdad, Ana Redondo, no ha tenido tiempo de redactarlo porque estaba apoyando al fiscal general e invitándole a cenar.

Y, por último, un gran apartado titulado: «Las mujeres no son mercancías». Recuerden que Ábalos, embutido en su camiseta de Orlando, aquí sí hay tomate, intercambiaba estas finuras con Koldo: «A la Ariatna, que está bien, que está recién, está perfecta» o «La Carlota, se enrolla que te cagas». Para rematar, un último punto: «Desarrollaremos una ley para prohibir el proxenetismo en todas sus formas, que incluya el castigo de la tercería locativa y la sanción a los proxenetas». Perdónenme la ignorancia, pero he tenido que buscar qué es la «tercería locativa», y es el castigo penal a los dueños de locales dedicados a la prostitución. Vaya, vaya, como los de su familia política echaron el cierre... Y así es como, según una frase muy castiza, «habló de putas la tacones», que viene a poner en duda las cosas que uno dice porque las hace. Un inciso: Latácones de Éfeso fue un filósofo griego del siglo IV antes de Cristo que ensalzó la prostitución en un tratado.

Por cierto, no olvide el presidente que las prostitutas también son mujeres. Y votan. Que del voto femenino saben mucho en su partido. Incluyeron hasta en 300 ocasiones en su programa en las pasadas elecciones el término «mujeres». «Soy feminista porque soy socialista», decía Ábalos en la campaña del 8M de 2020. Los mismos tacones que auparon a Sánchez a la Presidencia del Gobierno amenazan con bajarle. Intentarán recuperarlas como bastión, pero el daño está hecho. Mientras, en Podemos intentan arañar ese sufragio. Una enfadadísima Ione Belarra espetaba a la bancada socialista: «No sabe cómo se sienten las mujeres». ¿Y los hombres? Porque también los hay a quienes todo esto les parece nauseabundo.