
Política
Un asesor cesado en el grupo navarro del PSN que comandaba Santos Cerdán
El responsable de Comunicación en el Ayuntamiento de Pamplona se negó a «blanquear» los nexos de su jefa con el «dos» de María Chivite, el dimitido Ramón Alzórriz

«Hasta el lunes 30 de junio fui asesor de comunicación del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona. Fui cesado no por incumplir mis funciones, sino por negarme a participar en una campaña de blanqueamiento en favor de una figura vinculada –de forma preocupante– a un posible caso de corrupción interna en el partido». El socialista Miguel Suárez del Cerro, miembro del PSN de Pamplona, que lleva veinte años como afiliado aunque nunca ha tenido cargos orgánicos y ha desempeñado su profesión como periodista para el partido, explica así a LA RAZÓNsu abrupta salida del Consistorio pamplonica.
«Durante todo mi tiempo en el cargo, cumplí con responsabilidad tareas como la redacción de notas de prensa, cobertura de plenos, gestión de redes sociales y contenidos institucionales. Mi compromiso con el trabajo nunca estuvo en cuestión», asegura Suárez del Cerro.

«El conflicto surgió cuando decidí establecer un límite ético: no participar en acciones públicas destinadas a reforzar la imagen de Marina Curiel, miembro de un grupo político interno sin arraigo real en el PSN, pero que hoy controla el partido en Pamplona gracias al apoyo de Ramón Alzórriz [ex «número dos» del PSOE en la Comunidad Foral]. Ambos están relacionados, por proximidad personal o política, con personas y empresas implicadas en un escándalo de corrupción que salpica también al entorno de Santos Cerdán», el ex secretario de Organización del PSOE en prisión.
La trayectoria que lleva a este desenlace comienza cuando hace cinco años le llamó Maite Esporrín, hasta hace unos días secretaria general de la Agrupación Socialista de Pamplona –entonces portavoz–, para que entrara en el equipo del Ayuntamiento. Después trabaja a las órdenes de Elma Saiz y tras su marcha al ser nombrada ministra, entra Marina Curiel, «que no le tocaba por listas, pero Ramón Alzórriz decide que sea ella la portavoz».
Miguel explica que sigue haciendo su «trabajo en un gabinete de comunicación al uso», pero el grupo que «está dirigiendo en estos momentos Pamplona» va a ser detonante de su salida. «Es muy endogámico, dirigido por Alzórriz, Curiel es pareja de su mejor amigo, y los otros han sido colocados al margen de las primarias». Hace un par de semanas dimite precisamente Ramón Alzórriz, «número dos» a su vez de María Chivite, tras el demoledor «informe Cerdán». El hasta ahora vicesecretario general del PSN-PSOE confesó que su pareja trabajaba en Servinabar, la empresa salpicada por las «mordidas» y que él fue el encargado de recomendarla. En el caso de Marina Curiel «es absolutamente imposible que no supiese nada de eso», asegura el periodista pamplonica: «Por la extrema cercanía a Alzórriz, no podría ser ajena a lo que estaba sucediendo».

Además está la denuncia de Vox por la presunta corrupción del Gobierno de Navarra, que pagó en pocos meses 792.000 euros «con contratos menores» a la empresa que reformó la sede en Pamplona del PSN y la casa de Alzórriz.
En ese momento, Suárez del Cerro le dice a Marina Curiel que «voy a seguir con mi tarea pero al ser una persona muy cercana a Ramón y puesta a dedo por él, de forma temporal y excepcional hasta que todo se aclare no voy a hacer actos con ella, no voy a ir a eventos con ella; porque pretende que le haga una campaña de blanqueamiento por la situación, y me niego, por lo que dice que me va a cesar», lo que se hace efectivo con fecha del 1 de julio. «Son muchas cosas, y a esto no me iba a prestar, no es mi trabajo», apostilla.
El licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra hace referencia también al vínculo entre Santos Cerdán y Koldo. «La relación entre ambos es completa. Cuando vamos al primer congreso que gana Pedro [Sánchez], todo es con Koldo; es el que entra en el despacho de los candidatos; cuando recogemos los avales aquí, porque yo era el representante de Pamplona para recoger los avales de Sánchez, siempre venía Koldo después; su presencia es absoluta. Y cuando Santos Cerdán se va a Madrid y se lo lleva, pone a dedo a Ramón Alzórriz como secretario de Organización, y ahí está la conexión navarra».
Hilos que se extienden a las primarias de los últimos años. «En Pamplona y en Navarra no han servido absolutamente para nada. Yo lucho mucho en unas primarias en la capital porque Cerdán quiere poner a alguien de los suyos, y defiendo a otra candidata, Maite Esporrín [que finalmente es la ganadora]. Santos se inventa tener la urna tres días en la sede, pero nos opusimos y conseguimos que desde el PSOE, a nivel nacional, nos pusieran un notario», recuerda Miguel Suárez del Cerro.
«En otro proceso de primarias me manda a una comida a Koldo García, que en ese momento estaba aquí, y yo no tenía mala relación con él, nos conocíamos de Pamplona, pero era porque como yo iba también a las cenas y a las reuniones de Esporrín, que sonaba como candidata [al final fue Amanda Acedo, con su apoyo], les pasara informes de lo que se trataba. A cambio de eso me dicen que Chivite –su candidata– me va a hacer secretario de Comunicación del PSN. Me niego y a partir de ahí mi relación con ellos se corta bastante».

Asegura el asesor cesado que «este tipo de prácticas era habitual, todo estaba muy dirigido últimamente, las agrupaciones han ido desapareciendo porque esta gente ha ido poniendo a quien le interesaba y los que no, pues como a mí, los han cesado, los apartan, los marginan y punto».
En cuanto a Curiel, su jefa directa hasta hace unos días, fue protagonista reciente cuando la portavoz de UPN en el Ayuntamiento de la ciudad, además de presidenta de los regionalistas en Navarra, Cristina Ibarrola, le dijo que sale en las escuchas de la UCO como una persona a colocar, en boca de José Luis Ábalos dirigiéndose a Koldo García. La interpelada, muy enfadada, contestó que en esa conversación se referían a un Curiel empleado de Adif donde ella no ha trabajado nunca.
Antes de terminar su relación laboral, cuenta Suárez del Cerro que le pedía «vídeos para publicar en redes sociales; Ramón quería que fuera la candidata en las próximas municipales, ahora sin él será más difícil, y está intentando hacerse una campaña propia porque sabe que en cualquier momento puede caer».
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