Comparecencia
Sánchez hace un balance triunfalista de su gestión de la crisis derivada de Ucrania
El presidente defiende el “éxito español” y confronta su modelo con el de “políticas neoliberales” del PP
Cuando se cumplen 11 meses desde el estallido de la guerra de Ucrania, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha subido a la tribuna del Congreso de los Diputados para defender el contenido del tercer paquete anticrisis, aprobado por su Ejecutivo para hacer frente a los efectos económicos derivados del conflicto, e informar del contenido del Consejo Europeo celebrado los días 20 y 21 de octubre y el del 15 de diciembre de 2022.
Una comparecencia a petición propia que busca comenzar el año marcando impronta y el curso político en un año de marcado electoral. El de hoy en el Congreso ha sido un mitin más de los que nos acompañarán a lo largo de estos 12 meses. Por un lado, Sánchez “vendiendo” gestión; mientras que desde el PP se recriminan los efectos perversos de la Ley del “solo sí es sí” o las del Código Penal -derogación de la sedición y rebaja de la malversación-. Tanto, que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha llamado al asunto a la portavoz popular, Cuca Gamarra, al inicio de su intervención porque el contenido de la misma no se ajustaba al orden del día del debate.
El presidente del Gobierno, por su parte, ha hilvanado un discurso de marcado contenido ideológico, en el que ha ido enumerando las medidas desplegadas por el Ejecutivo para responder a la crisis y ha reivindicado la orientación de esas medidas, dirigidas a poner en el centro a los más vulnerables, en contraposición con el modelo de gestión de “recortes” del PP durante la crisis financiera. “Gobernamos para toda la ciudadanía, pero si hay que priorizar, gobernamos prioritariamente para esa mayoría social tantas veces relegada durante la gestión de las crisis. Vamos a poner todos los recursos del Estado al servicio de la mayoría y no al revés, mucho menos al servicio de una minoría poderosa mientras se condena al sálvese quien pueda a la mayoría de la gente”, ha señalado.
En una comparecencia triunfalista, Sánchez ha defendido “el éxito español”, puntualizando que España encabeza el crecimiento en un escenario global de crisis, es quien lidera el turismo y la ejecución del Plan de Recuperación, atrae inversión extranjera o abandera la transición energética a nivel europeo con proyectos relacionados con el hidrógeno verde, como el H2MED de interconexión entre Barcelona y Marsella.
En este sentido, el presidente ha reivindicado su modelo de gestión de crisis, en contraposición a las “recetas neoliberales” del PP de hace diez años. “Se tardaron ocho años en recuperar los niveles previos de PIB y diez años los de empleo. Con la respuesta social que estamos dando, en dos años hemos recuperado el nivel de empleo previo a la pandemia, pronto estaremos en los niveles de PIB y la desigualdad no ha aumentado”, ha asegurado. “Lo esencial es acertar en el rumbo a seguir y volcarse en lo que importa, que es proteger a la mayoría social y avanzar desde la política útil”, ha dicho.
Esto, además, en un escenario adverso en el que, según el diagnóstico de Sánchez, se suman las diferentes crisis a las que han tenido que hacer frente -pandemia, volcán, guerra de Ucrania...- con la herencia que recibieron los socialistas: una España marcada por la corrupción, la crisis territorial y una profunda desigualdad. “No podemos elegir las crisis, pero sí como afrontamos la crisis. Vamos a conciliar las respuestas inmediatas con las grandes transformaciones”, ha prometido.
En este punto, Sánchez ha presumido de cómo en el foro de Davos le preguntaban recurrentemente por “las recetas del éxito económico español” y si estas recetas podrían servir para otros países. “Hoy España es un ejemplo”, ha señalado el presidente, frente a épocas pretéritas en las que “agachábamos la cabeza” y no asistíamos a este tipo de encuentros porque no teníamos nada que aportar. Ahora, el presidente defiende las batallas en Bruselas “se dan y se ganan”
Al PP le “tiemblan las piernas”
Sánchez también ha cargado contra el “discurso reaccionario” de las derechas españolas, a las que ha advertido que no lograrán imponer una “época en blanco y negro”. “Los derechos conquistados no se cuestionan, se acatan y se ejercen”, ha aseverado, acusando al PP de cobardía ante sus socios. “Y si a otros, por miedo o por cálculos postelectorales, les tiemblan las piernas para defenderlos, les digo que al Gobierno jamás le temblará la mano. No cederemos ni un milímetro”, ha asegurado en una referencia directa a la polémica del protocolo antiabortista en Castilla y León.
Rufián, muy crítico
Gabriel Rufián (ERC) se ha mostrado bastante duro con Sánchez, acusándole de “rácano” en sus medidas económicas y sociales y criticando al PSC por hacer “cálculos electorales” y evitar dar su apoyo a los presupuestos de la Generalitat. Las relaciones entre republicanos y socialistas se han envuelto a enrarecer en las últimas semanas, envenenadas por la cercanía de las elecciones. En este sentido, Rufián ha criticado a Sánchez por “exceso de prudencia” con el decreto de medidas anticrisis, al considerar que la rebaja del IVA a los alimentos de primera necesidad no es suficiente, sino que hay que “topar precios y gravar los beneficios extraordinarios” de los supermercados.
Además, ha aprovechado y ha exigido elevar el SMI a 1.100 euros; abordar ya la reforma fiscal; y aprobar una ley de vivienda “efectiva”, que permita “topar precios” y que respete las competencias autonómicas en esta materia. En este punto, Rufián también ha criticado el paso de Sánchez por Davos y su reunión con grandes fondos de inversión.
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