RAN

Mohamed VI no recibe a Sánchez y empaña la cumbre en Rabat

Moncloa resta trascendencia al desaire y señala que prefiere «una relación personal y sólida que una foto protocolaria al uso»

No estaba previsto en la agenda oficial y no se producirá. El contacto entre Pedro Sánchez y Mohamed VI en los márgenes de la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos se limitará a la conversación telefónica que ambos mantuvieron ayer con carácter previo a la cumbre. Una «conversación sustancial» que se fraguó hace unos días y que se produjo con carácter previo a que el presidente despegara de Madrid hacia Rabat. Aunque la RAN es una cita entre gobiernos, como puntualizan insistentemente desde Moncloa, se había dejado volar la expectativa de que pudiera existir también un encuentro en paralelo con el monarca alauí. Un gesto «protocolario» y habitual con otros presidentes, al nivel de la trascendencia de una cita.

Finalmente, no existirá tal reunión, porque Mohamed VI se encuentra fuera del país y su bilateral se dejará para una futura visita, lo que «no resta ni un ápice de importancia a la cumbre», se defienden desde el Ejecutivo. Sin embargo, la celebración de la RAN ha quedado eclipsada por este desaire. En el Ejecutivo niegan la mayor y aseguran que existe una «excelente relación» entre Sánchez y Mohamed VI. «Preferimos una relación personal y sólida que una foto al uso», señalan fuentes gubernamentales, que recuerdan que, en la última visita del presidente a Rabat, el rey ofreció un «iftar» –comida con la que se interrumpe el ayuno en el Ramadán– en honor a Sánchez.

No obstante, la celebración de la RAN, que se pactó en aquella visita, se ha ido posponiendo –estaba prevista para antes de finalizar el 2022– en orden a agendar un calendario compatible con la complicada agenda del jefe del Ejecutivo, pero también del monarca alauí. Fuentes gubernamentales, en posición defensiva, confirman que la llamada, «acordada entre ambas partes», ha durado unos 30 minutos. «La duración habitual de una audiencia en persona», aseguran, para elevar la categoría del gesto. «Es inédito», insisten las mismas fuentes, asegurando que mientras una audiencia es algo protocolario, que el rey hable media hora con el presidente «demuestra la implicación personal en lograr los mejores resultados de esta Reunión de Alto Nivel (RAN)». Sin embargo, en su propio comunicado, la casa real marroquí asegura que será entonces, en la futura visita de Sánchez cuando se fortalecerá la relación, a través de «acciones concretas marcadas por la eficiencia», así como la materialización de «proyectos tangibles». Esto es, la ausencia de Mohamed VI en Rabat y la «invitación personal» a que Sánchez vuelva en las «próximas semanas» deslucen la celebración de una cumbre bilateral que estaba llamada a ser «histórica».

Del contenido de la conversación entre ambos ha trascendido su vocación de «seguir impulsando la relación entre los dos países» y la coincidencia en que la RAN, que tendrá lugar hoy en Rabat, «será un éxito». La reunión se produce después de ocho años de sequía, cuando debería celebrarse con carácter anual, y de ella saldrá una declaración conjunta y una veintena de acuerdos.

Cuando Sánchez todavía no había aterrizado en Marruecos ha aceptado la invitación de Mohamed VI para volver «próximamente» a Rabat en visita oficial. «Esta visita será una oportunidad para fortalecer aún más las relaciones bilaterales, a través de acciones concretas marcadas por la eficiencia y proyectos tangibles en áreas estratégicas de interés común», señala en el comunicado del Gabinete real marroquí, que considera que así se «reforzará esta dinámica positiva en la excelente asociación estratégica bilateral» entre ambos países.

Fue el pasado 7 de abril cuando Sánchez y Mohamed VI rubricaron una declaración conjunta, el 7 de abril, después del giro perpetrado por el Gobierno en su postura sobre el Sáhara. Una declaración cuyos «compromisos han sido sustancialmente implementados», consideran desde la parte marroquí. El apoyo explícito español al plan autonomista marroquí desencalló el profundo conflicto bilateral y el objetivo de la cumbre de hoy en Rabat es «sentar las bases para un encaje definitivo» entre «dos socios estratégicos» para evitar así verse abocados a crisis recurrentes en el futuro. Se busca consolidar esta alianza y desarrollar el marco de las relaciones que se encauzaron hace menos de un año.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo marroquí, Aziz Ajanouch, reconoció ayer en el foro económico que clausuró junto a Sánchez que en la relación con España han existido «altibajos y malentendidos», pero que siempre han encontrado soluciones para dichas crisis, «porque somos más fuertes si estamos juntos». «Las relaciones han entrado en una nueva fase gracias al apoyo al plan de autonomía del Sáhara, una visión histórica y realista que valoramos», señaló, generando los aplausos del auditorio.

Desde el principal partido de la oposición salieron ayer a criticar lo que consideran un desplante por parte de Marruecos. El vicesecretario de acción institucional del PP, Esteban González Pons, señaló que «no cabe mayor humillación que ceder todo ante Marruecos, ir con medio Gobierno a dar satisfacción, retratarte en el Parlamento Europeo, que el rey no te reciba y que te conformes con que te coja el teléfono. ¿Es libre Sánchez frente a Marruecos que tanto se deja ningunear?».

Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, respondió que «el único ninguneo viene por parte del PP» que no comprende «la importancia para Ceuta, Melilla, Canarias y España de la relación con Marruecos». «El Gobierno no va a escatimar ningún esfuerzo en defender los intereses de los españoles y para que tengamos con nuestros vecinos, especialmente con los que tenemos una frontera terrestre como es Marruecos, las mejores relaciones posibles. Son las declaraciones de un partido que no conoce lo que son las políticas de Estado», dijo Albares.