«Caso Guateque»: una grabación ilegal absuelve a los 34 acusados

La Audiencia reprende la «mala fe» de la Guarcia Civil al pedir la prueba.

Una grabación ilegal y auspiciada por guardias civiles «no identificados» de la Comandancia de Tres Cantos (Madrid), sin ningún tipo de autorización, es lo que propició el conocido como «caso Guateque», relacionado con una supuesta trama de corrupción relacionada con la agilización de licencias urbanísticas en Madrid a cambio de dinero que recibirían funcionarios, cuando la alcaldía la ostentaba Alberto Ruiz-Gallardón. En total, 34 imputados para los que el fiscal solicitaba penas que sumaban 250 años de cárcel, en un procedimiento que se ha prolongado diez años. Una actuación dirigida a lograr la «confesión» de forma fraudulenta de un funcionario al denunciante, a quien se le entregópor los agentes una «grabadora de pequeñas dimensiones y una cinta magnetofónica» para que grabara la conversación que iban a mantener. Grabación que ni siquiera se aportó al juzgado.

Ahora, la Audiencia de Madrid les absuelve sin entrar siquiera a valorar si los hechos que se les imputaban era ciertos o no. Simplemente han constatado–algo que, al parecer no realizaron ni el juez instructor ni los magistrados que resolvieron los posteriores recursos:– Todo fue una actuación «de mala fe» por parte de esos agentes, quienes su actuación estaba encaminada a la obtención de una prueba con clara vulneración del derecho a la intimidad.

Se trató, añade la sentencia de la sección segunda de la Audiencia de Madrid, «de una actuación premeditada con la intención de lograr que el grabado manifestare hechos que pudieran ser utilizados en su contra en un proceso penal ulterior, a cuyo fin fue el propio» denunciante «quien introdujo reiteradamente la cuestión relativa al dinero». Después, la Guarcia Civil le llamó a declarar y ello dio origen al atestado que se presentó en el juzgado.

Y junto a ello, la Audiencia realiza una dura crítica al juzgado que instruyó el procedimiento –número 32 de Madrid– y a las acusaciones, entre las que figuraba la Fiscalía: «Es inexplicable que no se haya aportado la cinta original al juzgado, ni que éste haya requerido su entrega o, al menos, realizara alguna indagación al respecto. Resulta igualmente paradójico el silencio que sobre este extremo guardaron las acusaciones durante la instrucción, mutismo que se ha extendido al acto del juicio oral, en el que no ha prestado declaración ninguna persona que hubiera escuchado la grabación original».