Tomás Gómez

Aguas revueltas en el PSOE

Aunque Sánchez prometiese enmendarse, no le queda credibilidad ante la sociedad española

Pedro Sánchez anunció esta semana el adelanto electoral
Pedro Sánchez anuncia que adelanta las elecciones generales al 23 de julioMoncloa

Sánchez es el responsable de lo que ha pasado el 28 M, porque es absolutamente imposible que todos los candidatos locales hayan gestionado tan mal todos al mismo tiempo. El error que sí han cometido ha sido no plantar cara a Sánchez cuando tomaba decisiones políticas malas para el país.

La mayoría de los cuadros socialistas tienen claro que el Partido Socialista necesita un profundo cambio, pero Sánchez ha secuestrado a la organización con el argumento de que anticipar las elecciones es la única oportunidad de ganar las generales.

Este análisis no es correcto, sino interesado. La decisión no tiene que ver con lo que necesita el PSOE, sino con lo que le conviene a Sánchez.

Harían falta dos condiciones para que el PSOE hubiese tenido una oportunidad. La primera, es volver a ser un partido de Estado, rompiendo definitivamente con los independentistas, Bildu y los populistas de Podemos.

Eso no quiere decir que los electores fuesen a indultar los desastres legislativos o el sometimiento a las exigencias de los enemigos del Estado, pero estaría en el camino de ofrecer un futuro de certidumbre y no de giros ininteligibles al albur de los deseos de una sola persona.

La segunda condición tiene que ver con el líder. Aunque Sánchez prometiese enmendarse, no le queda credibilidad ante la sociedad española porque los hechos le han definido. Parece que ninguna de las dos condiciones se va a dar y es posible que el Partido Socialista no haya tocado fondo todavía.

Los resultados del 28 M no son la enfermedad, sino que son el termómetro que la indican. Para analizarlos y debatir el futuro, hacen falta el Comité Federal y los demás órganos del partido, si el líder los cierra cambiando la cerradura y guardándose la llave, no evitará la crítica sino que esta tendrá lugar en cualquier otro ámbito.

Las mareas empiezan a agitarse y, cuando eso ocurre, no hay manera de contenerlas. Sánchez quiere obviar el debate bajo la consigna de las elecciones de julio, pero el PSOE necesita con urgencia un análisis de lo que ha ocurrido.

Por eso, mañana 1 de junio, va a tener lugar un encuentro de cientos de socialistas en el corazón de Madrid, en la Fundación Carlos de Amberes. Están convocados miembros históricos, dirigentes actuales y militantes que harán su aportación crítica para el PSOE vuelva a ser el partido que España se merece.