Cataluña

Albert Boadella: «Se ha hecho un 155 de la puntita nada más»

El actor, director y dramaturgo Albert Boadella pide al Estado español que corte de raíz el órdago independentista.

Albert Boadella. Foto: J. Fdez-Largo
Albert Boadella. Foto: J. Fdez-Largolarazon

El presidente de Tabarnia advierte de que existe un «riesgo no sólo para España sino para Europa; lo peor que puede suceder es que se rompa Europa»

El actor, director y dramaturgo Albert Boadella, que desde mañana y hasta el domingo interpretará en el Teatro Lope de Vega de Sevilla "El sermón del bufón", ha dicho a Efe sobre la situación en Cataluña que el Gobierno español está aplicando "un 155 de la puntita nada más".

Según Boadella, "la solución la tiene en la mano el Estado español, que es el fuerte de la película y se comporta como el débil; el Estado español puede cortar de raíz que en las escuelas se fabriquen nacionalistas desde los parvularios y que en los medios públicos se haga información golpista, como es el caso de TV3", aplicando a fondo el artículo 155 de la Constitución. Informa Alfredo Valenzuela/Efe.

"El Estado español puede y lo debe cortar; debe cortarlo de raíz y no aplicar cataplasmas como ha hecho hasta ahora, porque se trata de un riesgo no sólo para España sino para Europa; lo peor que puede suceder es que se rompa Europa", ha señalado en respuesta a quienes sostienen que el problema catalán no tiene solución.

De la posibilidad de que el mundo esté al revés, al ser él presidente de Tabarnia y otros presidentes reales estén "haciendo bufonadas", ha contestado: "Lo de presidente de Tabarnia es un cargo honorífico, mi trabajo profesional está más cerca del bufón".

Ha añadido que "si fuesen bufonadas lo que hace el presidente de Cataluña no sería tan grave; el problema es mucho más grave porque se trata de una situación que puede acabar trágicamente, en tragedia griega".

Del recién investido Quim Torra ha dicho que es "el presidente más representativo que ha tenido Cataluña en los últimos tiempos; representa la condición exacta de lo que es el nacionalismo en Cataluña, que es la xenofobia; es lo más fidedigno, porque Puigdemont es el frescales que hoy dice una cosa y mañana otra, pero éste representa a los dos millones que votaron opciones nacionalistas".

"Además los representa con sinceridad y franqueza, porque el fondo del asunto es el racismo, y lo es desde hace más de cien años, desde que apareció el catalanismo; es un núcleo racista frente al conjunto de los españoles; se creen una raza mejor porque cuando se echa mano de diferencias nunca es para decir 'nosotros somos más tontos'...", ha explicado Boadella interrumpido por sus propias carcajadas.

Sobre la asociación entre nacionalismo y racismo ha dicho que "lamentablemente, en la mayoría de los casos nacionalismo y racismo van asociados porque la unión en el odio al diferente es algo muy tentador para el político".

"Ha habido altas dosis de xenofobia a lo largo del siglo XX, y siempre ha sido el mismo núcleo de la nación y de un colectivo humano que se cree que es el no va más...", y vuelve a interrumpirse por una risa que no puede controlar, la que parece que le provoca la idea del catalán como ser superior al resto de los iberos.

Frente a "la idea populista del nacionalismo"ha opuesto "el patriotismo, el sentido patriótico como idea de servicio y de sacrificio".

Al decir estas cosas Boadella ha asegurado que no le teme al calificativo de "facha", del que ha dicho que ya hasta carece "de la connotación de fascista; es un genérico que se acerca a 'reaccionario', de condición rebajada; a mí me lo dicen desde hace muchos años, desde que me enfrenté a ciertas tendencias de la masa; me fío mucho de aquellas personas a las que llaman 'fachas', y me dan ganas de pedirles el teléfono para invitarlas a casa..."

La amenaza más pintoresca que ha recibido es que en su casa del Ampurdán le hayan escrito "Biba Tabarnia", así, con dos bes, "para demostrar lo incultos y lo ignorantes que son los que escriben en español; lo catetos que son los que escriben en español; eso sí es fascismo, señalar al disidente de forma pública".

Del expresidente catalán Jordi Pujol ha señalado que si robó tanto fue "porque tiene una idea dinástica, y por lo tanto las generaciones venideras debían tener posibles; y por su identificación con Cataluña, que le hacía pensar que lo público era suyo"-de ahí que haya señalado que "el momento en que se jodió la Cataluña actual fue aquel en el que se apoyó a Pujol en el caso Banca Catalana, creyendo que era un ataque de Madrid"-.

De la advertencia de Tarradellas de que en política podía hacerse todo salvo el ridículo, ha señalado que "el mundo del catalanismo tiene un aspecto ridículo"aunque ha advertido de la gravedad de "la situación de degradación de la sociedad, que ha perdido el sentido moral, el sentido de lo que es legítimo y de lo que es la ley".