Méritos e infamias

Arranca el Circo Trump

Las elecciones norteamericanas y la gestión de la DANA en Valencia demuestran el pavoroso poder de la desinformación interesada y los bulos en la democracia.

Donald Trump recibe el apoyo de sus seguidores en Detroit
Donald Trump recibe el apoyo de sus seguidores en DetroitCarlos OsorioAP

Valencia trataba de sobrevivir con el agua al cuello cuando comenzaron a rodar los primeros bulos apoyados en la tragedia de la DANA. El más famoso de todos, y el que resultó ganador del concurso de mal gusto, se lo llevó el macabro mensaje de voz que contabilizaba en cientos los cadáveres que los buzos de la Guardia Civil encontraron en un aparcamiento subterráneo. “Es un cementerio flotante”. Afortunadamente nadie perdió la vida allí aunque los daños fueron cuantiosos y la imagen dantesca, pero esa frase lanzada en unas horas dramáticas y cruciales sirvió, entre otras cosas, para encender la mecha que hizo explotar el paseo de los Reyes en Paiporta. Alguien trataba de poner contra las cuerdas a las instituciones del Estado para sacar rédito de una tragedia que los políticos no supieron manejar ni solucionar con lucidez como era su obligación. Contaban con el hartazgo de la gente, que cansada de ver el show de la partitocracia, cuestionó la utilidad de los partidos. Sobre esa mentira y ese cansancio se construye un ejercicio populista idéntico al que ha llevado a Donald Trump de nuevo a la Casa Blanca, porque no se puede culpar sólo a Elon Musk de utilizar la red X para jugar con la opinión pública. También Joe Biden, actual presidente de los Estados Unidos, ¡sí lo es aún!, con signos evidentes de demencia no soltó el mando hasta que fue acorralado por la enfermedad y su equipo entendió que el juego había acabado. Para entonces, Trump había surfeado por varios procesos judiciales y el americano medio (varón-rural-blanco-protestante) saludaba a los nuevos votantes del magnate que veían el asalto al Capitolio y el intento de asesinato como grotescas escenas de una serie de Netflix que pueden parar y arrancar desde el sofá de casa según su voluntad. Una ficción más, pero observen la terrorífica primera foto de la era Trump, con Musk como sumo sacerdote, y háganse a la idea de que el circo acaba de empezar.