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¿Bien o mal pagados?

El presidente del Gobierno y los diputados españoles cobran sustancialmente menos que sus homólogos europeos. Diputados y alcaldes italianos, entre los mejor pagados. Merkel percibe unos 17.000 euros mensuales y Hollande, 14.900

La Razón
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La crisis económica ha vuelto a poner el foco sobre la clase política y ha reabierto el debate sobre si nuestros dirigentes están bien pagados. Conscientes de la desafección que generan en la opinión público, son los propios políticos los que anuncian la reducción de sus salarios y privilegios. Mientras, otras voces defienden que el servicio público debe ser mejor retribuido y que un buen salario es la mejor vacuna contra la corupción. Según el último barómetro del Real Instituto Elcano, el 86% de la población cree que España es un país corrupto.

ESPAÑA

El presidente Maria-no Rajoy cobrará este año 78.185,04 euros tras la reducción salarial del 7,1% que se aplicó a él y al resto del Gobierno al llegar a La Moncloa en 2011. Una cantidad que contrasta con los 136.834,74 euros que cobra el presidente de Cataluña, Artur Mas, o los 130.152,62 del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ignacio Moliner. Mientras, los 350 diputados cobran un salario sutancialmente inferior al de sus homólogos europeos. Sin contar los suplementos por razón de su cargo y su procedencia, sus señorías cobran 2.813,87 euros al mes, así como ayudas para transporte y dietas para viajes oficiales. Con todo, puede haber grandes diferencias. Un diputado que proceda de una circunscripción distina a Madrid, que además sea portavoz de su grupo en el Congreso, ganaría hasta 7.305,23 euros brutos al mes, por lo que su sueldo bruto al año sería de 87.662,76 euros. En cambio, otro que no tenga ningún cargo adicional en el Congreso, proceda de la circunscripción de Madrid y que no viaje, percibiría 3.684,43 euros brutos al mes, con lo que su sueldo bruto al año sería de casi la mitad, 44.213,16.

REINO UNIDO

En Reino Unido, los diputados, al igual que todo aquel que forma parte del Parlamento, tienen que dar constancia de todos sus intereses y remuneraciones de actividades que se realizan al margen de Westminster. Los detalles de cada diputado se pueden consultar en la página web del Parlamento. Allí se especifica si tienen acciones en alguna compañía, si han recibido algún regalo, si han realizado algún viaje por motivos profesiones o incluso si su vivienda es utilizada como oficina en la circunscripción a la que representan. El sueldo anual que actualmente reciben los diputados desde el uno de abril de 2013 es de 66.396 libras anuales. El «Speaker» –responsable de poner orden en la Cámara de los Comunes– y los diputados que son ministros del Gabinete reciben además un sueldo extra de alrededor de 68,827 libras (en total cobran más o menos lo mismo que el alcalde de Londres).

Por otra parte, los diputados reciben también pagas para poder costearse, entre otras cosas, su personal de oficina, una residencia donde poder quedarse en Londres para las votaciones y los viajes que deben realizar desde su circunscripción al Parlamento. Estos gastos están supervisados bajo un nuevo sistema creado tras las elecciones de mayo de 2010. El objetivo es limpiar la imagen de Westminster después del escándalo desatado por las publicaciones del rotativo «The Daily Telegraph», donde se detallaban los caprichos desmesurados que sus señorías habían pasado en los últimos años al erario.

Con el inicio de la nueva legislatura del Gobierno de coalición de conservadores y liberal demócratas, todos los asuntos relativos a los pagos, pensiones y reclamaciones han sido transferidos a la Autoridad Independiente de Estándares Parlamentarios (IPSA, por sus siglas en inglés). Para este curso, sus señorías puede solicitar para sus gastos un máximo de 19.900 libras, de las cuales sólo 17.400 libras pueden ser reclamadas para los pagos de alquiler. Los diputados que decidan no alquilar una vivienda pueden reclamar para hoteles hasta 130 libras por noche si se trata de Londres o 105 libras si es otro lugar.

ITALIA

Mientras, en Italia, los sueldos de la clase política son motivo habitual de queja entre los ciudadanos, quienes denominan a sus dirigentes con desprecio «la casta» por sus innumerables prebendas. No les falta razón, pues las retribuciones del presidente de la República o de los parlamentarios son mucho más altas que las de sus homólogos en otras naciones europeas. Giorgio Napolitano, el jefe del Estado, gana 248.017 euros brutos al año. Esta cantidad, además, subió el año pasado cerca de 9.000 euros. En 2014 seguirá aumentando y pasará a 253.255 euros. El sueldo de Napolitano es paradigmático del elevadísimo coste que supone para las arcas públicas italianas la presidencia de la República. Con sus 224 millones de euros anuales, es una de las jefaturas del Estado más caras.

Más económico sale el primer ministro, especialmente desde que Enrico Letta decidió que los parlamentarios que forman parte del Gobierno no tuvieran doble sueldo y recibieran sólo sus retribuciones como diputados o senadores. Éstos, no obstante, son de los mejores pagados de Europa, con sus alrededor de 200.000 euros brutos al año.

Tampoco sufren penurias para llegar a fin de mes los alcaldes de las ciudades más pobladas de Italia. El nuevo regidor de Roma, el progresista Ignazio Marino, se embolsará más de 100.000 euros brutos anuales. Está al mismo nivel que los alcaldes de Turín o Milán. El que tiene un sueldo más elevado es el de Palermo, quien recibe 10.100 euros brutos cada mes. Estas cantidades contrastan con el sueldo del alcalde de Parma, miembro del M5E, quien renunció a un 10% de sus emolumentos y se embolsa ahora unos 3.000 euros netos al mes.

FRANCIA

En tiempos de crisis, los franceses exigen que sus gobernantes den ejemplo en materia de ajuste salarial y que el esfuerzo que se pide al común de los contribuyentes empiece por ellos mismos. La realidad es que cuando François Hollande fue elegido hace poco más de un año presidente de la República no pudo pasar por alto una de sus promesas más simbólicas. Fue de hecho una de las primeras en acometer: el recorte en un 30% de su sueldo, así como el de su primer ministro, Jean-Marc Ayrault. Tras el tijeretazo, el salario de ambos responsables ha pasado de los 21.300 euros brutos que ganaba el jefe del Estado y el del Ejecutivo en la «era Sarkozy», a 14.910 euros brutos actualmente. También el presupuesto del Elíseo, el palacio presidencial, ha experimentado una cura de adelgazamiento, al reducirse en un 5% respecto al anterior inquilino conservador, pasando de 108,9 millones en 2012 a 103,48 millones de euros fijados para este año. Además, excepcionalmente, la bodega elísea se ha deshecho de algunos de sus vinos más prestigiosos en una subasta que le ha reportado 700.000 euros. Una suma de la que una parte importante será revertida a las arcas públicas, según el entorno de Hollande.

Los parlamentarios franceses también han hecho un esfuerzo, aunque en su caso sólo del 10%. Un diputado gana así a final de mes 13.512 euros brutos acumulando a su salario de 7.100 euros una dotación de 6.142 euros en gastos de representación. Además, gozan de unos privilegios en materia de pensiones –en un mandato de cinco años, un diputado tiene derecho a la misma pensión que un trabajador a lo largo de toda su carrera–.

Por su parte, el alcalde de París, el también socialista Bertrand Delanoë, es el único cargo político que no habría reducido su asignación mensual. Al contrario, desde su elección en 2001, su salario habría aumentado un 51%, según publicaba el económico «La Tribune». Junto a su sueldo de 8.684 euros y sus gastos de representación de 1.933 euros, acumula una pensión parlamentaria de 2.700 euros, lo que eleva sus ingresos mensuales a 13.317 euros.

ALEMANIA

En la vecina Alemania, el sueldo de la canciller, Angela Merkel, llegó a centrar hace unos meses el debate político después de que el candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) a las elecciones del 22 de septiembre, Peer Steinbrück, lo tachara de escaso. En su opinión, los 289.986,84 euros anuales que Merkel recibe como jefa de Gobierno y parlamentaria son una miseria «en comparación con otros cargos con mucha menos responsabilidad y salarios mucho más altos». El aluvión de críticas que le llovió a Steinbrück no se hizo esperar al conocerse que desde que abandonó el Gobierno en 2009 ha ganado más de un millón de euros dando conferencias en toda empresa o institución que se preciara. Unos emolumentos que exceden con creces los 7.960 euros al mes que gana un diputado del Bundestag. Un sueldo generoso que pretende garantizar que sus señorías se dediquen en exclusiva a sus labores parlamentarias. Por ley, los diputados germanos deben dar cuenta de toda gratificación superior a 1.000 euros. Con todo, Merkel decidió el pasado año acabar con la congelación salarial impuesta por su antecesor, Gerhard Schröder, a los miembros del Gobierno en el año 2000. La líder democristiana aprobó una subida salarial del 5,7% que se realizará en tres fases. Desde este año, Merkel cobra unos 17.000 euros al mes.

Mientras, el socialdemócrata Klaus Wowereit, alcalde de la endeudada ciudad de Berlín desde 2001, cobra 147.000 euros al año.

Con la información de Celia Maza, Darío Menor, Álvaro del Río y Maribel Casado