PSOE
Bronca en el PSOE por quién hará el discurso de la abstención
La gestora decidirá quién intervendrá en la investidura. Todos miran a Madina y Hernando
La gestora decidirá quién intervendrá en la investidura. Todos miran a Madina y Hernando
Rumores interesados, intrigas desaforadas y todo un culebrón político inundan estos días los despachos de los diputados socialistas en el Congreso. Tras la traumática salida de Pedro Sánchez y la imagen de quien fuera su mano derecha, Antonio Hernando, sentado tan campante en su escaño, el debate se centra ahora en quién ejercerá como portavoz frente a Mariano Rajoy en una nueva sesión de investidura. La pregunta corre como la pólvora por el grupo parlamentario del PSOE: ante una posible abstención técnica aprobada por el Comité Federal, ¿Quién se come el marrón de defenderla? El tema es muy difícil y complejo, dado que el presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández, no es diputado en Madrid. Por ello, puede liderar el diálogo institucional con Rajoy, pero nunca intervenir en la tribuna de la Cámara Baja. Se necesita, se busca nueva voz y rostro socialista en el Congreso.
Según ha sabido este periódico, el asunto será decidido finalmente por la gestora, máximo órgano que dirige el partido hasta un nuevo Congreso Federal. En el sector «sanchista» opinan que el portavoz debe ser Antonio Hernando. «Si tan pronto ha cambiado de bando, que lo haga hasta el final», dicen como un dardo envenenado. Entre los oficialistas se apunta el nombre de Eduardo Madina, pero él lo rechaza, al igual que declinó ser el nuevo portavoz del grupo y sentarse en el mismo escaño de Sánchez. En caso de que Hernando también quede fuera de la quiniela, fuentes del grupo socialista apuntan otros dos nombres: José María Barreda, ex presidente de Castilla La-Mancha, y Soraya Rodríguez, que ya fue portavoz del grupo parlamentario con Alfredo Pérez Rubalcaba.
Barreda es un hombre moderado, muy respetado dentro del grupo socialista y de los pocos, junto con el extremeño Guillermo Fernández Vara, que ha defendido desde el primer momento la abstención por encima de unas nuevas elecciones. Tiene a su favor que es diputado en Madrid desde que dejó la Presidencia castellano-manchega al ser vencido por la popular María Dolores de Cospedal, y mantiene una buena relación con el presidente asturiano Javier Fernández. En cuanto a Soraya Rodríguez, mujer de absoluta confianza de Rubalcaba, fuentes del PSOE indican que volverá a tener protagonismo en el Congreso en esta nueva etapa. De hecho, tras un cuidado silencio tras su salida como portavoz y la caída de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del partido, ha resurgido últimamente en tertulias y debates televisivos. «Algo significativo», dicen diputados de ambos sectores.
Los prudentes pasos de Javier Fernández al frente de la gestora, que mantienen de momento como portavoz en el Congreso a Antonio Hernando, y a Óscar López en el Senado, sugieren que no habrá «sangre» en nuevos nombramientos. Según fuentes del grupo, las circunstancias aconsejan un perfil bajo y tan sólo se apuntan ceses en segundos niveles. Entre ellos el del valenciano José Luis Ábalos, fuertemente enfrentado al presidente valenciano Ximo Puig, y a quien todos ven con seguridad ya fuera de la dirección del grupo.
En cuanto a las mujeres actualmente presentes, como Isabel Rodríguez y Meritxell Batet, nada indica que vayan a ser sustituidas. La primera fue portavoz de José María Barreda en el Gobierno de Castilla La-Mancha, y la segunda es la representante del PSC en la Ejecutiva Federal. El secretario general del grupo, el andaluz Miguel Ángel Heredia, es incuestionable por ser el hombre de confianza de Susana Díaz y uno de sus «halcones» en Madrid, junto a su paisano Antonio Pradas.
En lo que oficialistas y «sanchistas» coinciden es en que la decisión final la tomará la gestora. Una ardua tarea, dado que nadie quiere «tragarse el sapo» de defender una abstención muy cuestionada por las bases y varias federaciones del partido, que tiene a la gente muy dividida. Entre los fieles al defenestrado secretario general, los dardos apuntan a Antonio Hernando, a quien reprochan su fugaz cambio de tercio. «Si sigue como portavoz, que siga para todo», advierten los todavía leales a Sánchez. Tampoco se libra de sus críticas el vasco Eduardo Madina, rival de Sánchez en el anterior Congreso Federal y uno de sus mayores críticos, aunque ahora pretende escudarse en un segundo plano. «Han echado a Pedro y ahora nadie quiere ponerse la medalla», afirma un diputado leal al anterior líder. El asunto tiene candente al Grupo Socialista y el tiempo corre muy rápido. Si el Comité Federal da finalmente vía libre a la abstención, tras una consulta exprés del Rey, el debate de investidura ha de celebrarse el 29 y 30 de octubre. Como dice un miembro de la Gestora, «hasta el reloj lo tenemos en contra y con las agujas partidas».
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