Unión Europea

Bruselas recuerda que “cualquier gobierno” debe cumplir los compromisos fiscales

La CE confía en “un resultado estable” tras el fracaso en la primera sesión de investidura

La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. EFE/ Rodrigo Jiménez
La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. EFE/ Rodrigo Jiménezlarazon

Bruselas no quiere dar señales de alarma, pero mantiene los mismos deberes para la economía española, con o sin Gobierno. Un día después de la fallida sesión de investidura , la portavoz comunitaria Natasha Betraud confió en que “cualquier gobierno español” cumplirá con la senda fiscal pactada con nuestros socios europeos. Tras ser preguntada por la prensa española sobre una nueva prórroga de los presupuestos de 2018 y sus posibles consecuencias, la portavoz señaló que “no nos preocupamos fácilmente”. La Comisión Europea intentó ayer, en todo momento, mostrar una prudente distancia respecto a los últimos acontecimientos políticos en nuestro país y se limitó a confiar en que “el sistema constitucional de España proveerá un resultado estable”.

A pesar de estas palabras tranquilizadoras, el pasado 9 de julio, los ministros de Economía y Finanzas de los Veintiocho pidieron a nuestro país la puesta en marcha de ajustes estructurales ( no sujetos a los vientos del ciclo económico) por valor de 7.800 millones de euros el año que viene. De esta manera, las capitales europeas avalaron sin cambios el informe realizado por el ejecutivo comunitario el pasado 5 de junio en el que se exige un ajuste anual del 0,65% del PIB, ya sea a través de recorte de gasto o aumento de ingresos. La Comisión Europea también había pedido el mismo esfuerzo estructural para este año, lo que ha sido imposible de cumplir debido a la prórroga de los presupuestos anteriores. En este texto, nuestros socios europeos constatan España no está haciendo los deberes y vive de las rentas gracias a su sólido crecimiento económico de los últimos años, sin poner en marcha nuevas medidas estructurales y abordar la reducción de la deuda. En este sentido, el texto exige “utilizar cualquier beneficio adicional “para reducir el ratio de deuda pública ante en “riesgo de desviación significativa” si no tienen lugar “cambios en las política fiscales”. Unos cambios que, de momento, parecen imposibles de realizar ante la paralización del país por el bloqueo político.

Tras la presentación de las previsiones económicas el pasado 10 de julio, fuentes comunitarias reconocían cierta preocupación por la falta de reformas de la economía española, debido al escaso margen de maniobra política ,y se mostraban confiados en la aprobación de unos nuevos presupuestos que no abocasen al país a otra prórroga. “Aún hay tiempo”, aseguraban. Semanas después, estos pronósticos parecen excesivamente optimistas .Tras la primera votación fallida, un nuevo fracaso en septiembre haría imposible la aprobación de nuevos presupuestos a tiempo ya que el país se vería forzado a nuevas elecciones en noviembre..Los Estados miembros tienen la obligación de mandar su borrador de presupuestos a Bruselas antes de finales del mes de octubre.

A pesar de esto, el impasse político no está resintiendo el vigor de la economía española. Al menos, por ahora. En sus últimos previsiones económicas, el ejecutivo comunitario revisó al alza en dos décimas el crecimiento económico español durante este año, en comparación con sus vaticinios del mes de mayo (2,3% frente al 2,1%). Para el año que viene, Bruselas mantiene sus previsiones anteriores y da por hecho una desaceleración que situará esta alza en la cifra más moderada del 1.9%. Este buen rumbo de la economía es la principal causa del tono moderadamente optimista de las autoridades comunitarias, pese al bloqueo político de los últimos años.

Los técnicos comunitarios se encuentran relativamente tranquilos ya que la inversión –el indicador más afectado tradicionalmente por la falta de gobierno- no está dando muestras de agotamiento. Estas fuentes reconocen que, con la incertidumbre política de los últimos años , la “economía se ha desacelerado suavemente, pero se comporta mejor que el resto de los socios”. Efectivamente, nuestros socios europeos lo están pasando peor. La locomotora alemana apenas crecerá un raquítico 0,5% este año, aunque se espera que se recupere hasta el 1,4% el año que viene; Francia se mantiene en el 1,3% y el 1,4% para 2020, Reino Unido crecerá un 1,3% en los dos ejercicios y la situación más preocupante corresponde a Italia con casi un parón técnico (crecimiento del 0,1% para este año) y un 0,7% el que viene.