Tribunales

“Caso Mascarillas”: Medina se define como “facilitador” del contacto con el Ayuntamiento y deriva las comisiones en Luceño

El hijo de Naty Abascal niega que dijese a la jefa de compras del consistorio que no iba a cobrar dinero por la transacción, como esta explicó en el juicio

Luis Medina defendió en todo momento que su papel fue exclusivamente el de "facilitador" del contacto entre su socio, Alberto Luceño, y el Ayuntamiento de Madrid para la venta de mascarillas por la que se está acusado de un delito de estafa.

El hijo pequeño de Naty Abascal negó en el juicio al "caso Mascarillas" que hubiese asegurado a la jefa de compras del consistorio, Elena Collado, que no iba a cobrar cualquier tipo de comisión por la transacción. "Nunca dije que fuera a hacerlo gratis", aseveró. A diferencia de lo que declaró la trabajadora del Ayuntamiento cuando afirmó durante su comparecencia en la Audiencia Provincial de Madrid que Medina le "insistió" en que "no cobrarían comisión" y todo era una cuestión "altruista".

El aristócrata defendió, en cambio, que su intención sí era "ayudar" a que el Ayuntamiento de Madrid consiguiese un suministro de material sanitario que precisaba en los peores momentos de la Covid. Lo demuestra, aseguró, que "Alberto (Luceño) estuvo pendiente y ayudando 24 horas, los siete días de la semana, en vez dejar al Ayuntamiento solo con los chinos", en alusión a los proveedores asiáticos.

Eso sí, Medina nunca supo, según él, cuanto percibiría de comisión por sus servicios y "no llegue a ningún pacto" sobre el montante con Luceño. Fue este último empresario el que le informó de que Leno, la empresa malasia que ejerció de exportador de los productos, le pagaría un millón de euros, con la que hoy "me doy por satisfecho". En cualquier caso, insistió en sala este martes que no podía saber la comisión hasta que no se completase la venta, no se podía saber ni acordar por adelantado".

Por otro lado, descargó toda la responsabilidad en Luceño en cuanto a la calidad de las mascarillas que vendieron o unos guantes que luego no eran los acordados, por lo que Leno devolvió al Ayuntamiento parte de lo abonado. Medina se parapetó en que "no tenía en conocimiento técnico" sobre los productos y, como muestra de que él no se involucró, advirtió que "yo nunca estuve en copia" en los mails que cruzaron desde el consistorio capitalino con su socio en las gestiones de la venta de mascarillas,

También se desvinculó de las razones o cómo se fijó el precio de venta de las mascarillas a la administración local de la capital. "Era Luceño el que tenía trato directo con el vendedor", alegó.

Reconoció que "dispuso" del millón que percibió y lo dedicó a la compra de un velero por más de 300.000 euros e invirtió otra parte, 400.000 euros, en dos bonos de inversión.

Este próximo miércoles será la última sesión del juicio con la declaración del otro acusado, Luceño, y el "caso Mascarillas" quedará visto para sentencia con las conclusiones finales sobre la mesa.