Memoria Histórica

La comisionada del 20N corrige a Moncloa: el régimen de Franco siguió con Juan Carlos I

Carmina Gustrán acusó en una conferencia en 2023 al PSOE de «silencio cómplice» por no depurar responsabilidades

Carmina Gustrán, la historiadora que coordina los actos del Gobierno por los 50 años de la muerte de Francisco Franco, contradice la versión de Moncloa sobre el final del dictador y su legado. En una cita cultural el 16 de mayo de 2023, Gustrán, miembro de la Universidad de Zaragoza, criticó la Transición y acusó al PSOE de un «silencio cómplice» en aquellos convulsos meses de cambio.

Durante la conferencia-concierto-recital poético –un formato que se ha visto después en actos de «España en libertad»– la también gestora cultural interviene en La Madraza, centro de cultura contemporánea de la Universidad de Granada, para hablar sobre la «Historia cantada y contada de la España del siglo XX».

"Dictadura con muy pocos cambios"

La elegida por Pedro Sánchez como comisionada para conmemorar los 50 años de «España en Libertad» afirma que Juan Carlos I «mantuvo una dictadura con muy pocos cambios» en 1975, tras la muerte de Franco, hasta que «cambió de opinión» por «la presión popular» en 1976.

Asegura, además, que «la Transición fue una reforma desde arriba y no una ruptura desde abajo como querían sectores de la oposición», y que «todo el aparato de represión franquista siguió en sus puestos».

Gustrán, durante la conferencia «Historia cantada y contada de la España del siglo XX»
Gustrán, durante la conferencia «Historia cantada y contada de la España del siglo XX»UGRLa Razón

Se trata de una visión opuesta a la que defiende el propio Sánchez y que se enmarca en la conmemoración de este 2025, al considerar que, con la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, acabó el franquismo, cuestión sobre la que ha discrepado también el PP.

De ese «silencio cómplice» con la dictadura, defiende Gustrán, son culpables «los franquistas reformistas que se integrarían en el PP» y «los socialistas», por «defender que la transición había sido modélica».

La historiadora se refiere además a los pactos de La Moncloa como un «consenso entre élites políticas» en favor del «olvido», al decantarse por la «modernidad» frente al pasado.

Pugna con el "búnker"

Según el relato de Gustrán, acompañada en el escenario por dos personas que cantan y recitan alternativamente en las pausas, los cambios tuvieron que esperar a la muerte de Franco, cuando los sectores más reformistas empezaron una pugna con el llamado búnker, «que había sido elegido por el propio Franco para sustituirle».

El nuevo jefe de Estado «elegido por él, Juan Carlos I, intenta en un principio hacer de árbitro entre ambos sectores, manteniendo una dictadura con muy pocos cambios».

Sin embargo, la «presión popular» hizo que cambiara de idea. En este punto, la autora del monográfico «El franquismo en el cine español (1975-2000)» pone como ejemplo que «en los tres primeros meses de 1976 hubo en España 17.000 huelgas».

En julio de ese año es cuando el Rey «llama a Suárez, ex secretario general del Movimiento y procurador en las Cortes franquistas», que «será quien lidere el cambio gradual».

Según las explicaciones de Carmina Gustrán, el hecho de que esta ruptura fuera «desde arriba» tuvo consecuencias para la sociedad y para la propia Monarquía parlamentaria.

"Mirar adelante"

Además, todo el «aparato de represión franquista siguió» en sus puestos, «no hubo depuración como en países como Alemania, Portugal, Italia o Argentina».

Se impuso «el silencio y nadie fue juzgado o depurado», se optó por «mirar adelante» y «creer en el progreso», obviando «un pasado conflictivo».

Esta es la parte más significativa, en lo que compete a su cometido actual, de la intervención de Gustrán, que antes se había acercado a los antecedentes de la Guerra Civil y la propia contienda, minusvalorando la ayuda exterior a la República por parte de Rusia y magnificando la colaboración «fascista» de Alemania e Italia.