Ministerio de Defensa
¿Cómo defenderá la nueva fragata F-110 al LHD Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada? Este será su armamento
El buque dispondrá de espacio para la instalación futura de un arma de bajo coste antisubmarina LCSW, y capacidad eléctrica suficiente para dar servicio a futuras armas de energía dirigida
El pasado año tenía lugar la ceremonia de corte de chapa de la primera de las cinco nuevas fragatas F-110 que construirá para la Armada española Navantia, cuyo presidente, Ricardo Domínguez, destacó que el astillero ferrolano trabajará en “una fragata moderna y de última generación” que estará acompañada “de un gemelo digital para el sostenimiento predictivo del buque”. El próximo hito de este buque será aproximadamente a finales de este año o principios del próxiomo, con la puesta en la grada del primer bloque.
El programa implica una inversión directa de 4.300 millones de euros, la participación de 500 empresas españolas y la creación de unos 9.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, durante la próxima década. También supone una fuerte inversión de 100 millones de euros en la fábrica digital de bloques que permitirá mejorar la competitividad y la rentabilidad a partir de la segunda fragata, de acuerdo con los planes de Navantia.
De acuerdo con el calendario actual, el próximo mes de junio finalizará la Revisión Crítica de Diseño (CDR) del buque. El primero de los cinco de la serie entrará en servicio en 2027 en la Armada española y el último en agosto de 2031.
Buque de última generación
El programa de fragatas F-110 es considerado por Navantia como la piedra angular de la digitalización del astillero de Ferrol, en un momento en que la empresa está inmersa en un plan de transformación digital 4.0. Los buques serán pioneros al contar en su diseño con un gemelo digital del buque, que permitirá operarlos con los estándares tecnológicos más avanzados del momento.
La Armada recibirá cinco fragatas que llevarán el nombre de marinos ilustres de la historia de España: Ramón de Bonifaz (F-111), Roger de Lauria (F-112), Menéndez de Avilés (F-113), Luis de Córdova (F-114) y Antonio Barceló (F-115). Los nuevos buques vienen a sustituir a las seis veteranas fragatas de la serie F-80 (Santa María, Victoria, Numancia, Reina Sofía, Navarra y Canarias), al final ya de su vida, después de tres décadas en servicio.
Defensa define esta embarcación como “escoltas polivalentes, diseñados para escenarios de alta intensidad, con una importante capacidad de combate en todas las áreas principales de la guerra, necesaria para desarrollar sus cometidos, especialmente en los perfiles de protección de la fuerza y en el de proyección del poder naval; tanto en el ámbito conjunto como en el combinado, y frente a una amenaza convencional y asimétrica cada vez más compleja. Serántambién muy versátiles para poder desempeñar sus cometidos relacionados con los perfiles de seguridad marítima y de apoyo a autoridades civiles”.
Su equipo y sistema de armas es múltiple y variado. La artillería principal es un cañón de calibre 5’’ 127 milímetros con una capacidad potencial de extender el rango principal de alcance; y la secundaria será automatizada de 30 milímetros que gozará de capacidad de munición airburst. Las fragatas dispondrán de Estaciones Remotas de Armas (RWS) capaces de emplear ametralladoras de diferentes calibres: serán cuatro unidades, dos ubicadas en la popa y dos en la proa (ametralladora RWS Sentinel de 30 mm. y RWS Sentinel de 12,7 mm). Además, gozarán de una suite integrada de guerra antisubmarina equipada con un sonar de casco y otro remolcado de profundidad variable y, además, con torpedos de la familia MK-46 / MK-54 con sistema iluminador de guía semiactiva (esto sólo para los SM2) y un sistema defensivo anti-torpedos basado en el lanzamiento de señuelos lanzables. El sistema de navegación dispondrá de interfaces con sistema de combate y con la disponibilidad de datos GPS y, aparte.
Precisamente esta semana Navantia hacía público un vídeo en el que detallaba ese armamento, lo que le permitirá "operar de forma independiente en entornos hostiles, realizando además labores de escolta a otros buques. Esta capacidad de armas permite a la fragata protegerse a sí misma y al resto de la flota y responder eficazmente ante amenazas aéreas (lanzador vertical de misiles MK-41 e iluminador de misiles MK-99), submarinas (lanzador de torpedos MK-32 Mod. 9) y de superficie . Adicionalmente, la F-110 está equipada con la dirección de tiro Torna, equipo desarrollado por Navantia, y que habilita a la fragata para neutralizar amenazas, detectándolas, identificándolas y neutralizándolas".
El buque, además, dispondrá de espacio y peso para la posible instalación futura de un arma de bajo coste antisubmarina LCSW, y capacidad eléctrica suficiente para dar servicio a futuras armas de energía dirigida. Así, gracias a todas las armas, el buque está dotado para dar una respuesta eficaz a todo el proceso de captación y procesamiento de información a través de los diferentes sistemas de la nave.
A todo esto hay que añadir que el Gobierno dio luz verde hace unos meses a un contrato, dotado con 125 millones, para comprar misiles antibuque NSM (Naval Strike Missile) de la empresa noruega Konsberg Defense & Aerospace (KDA) para las fragatas F-110 y las actuales F-100 de la Armada. Este misil sustituirá a los veteranos Harpoon en el último tercio ya de su vida útil. De los misiles actualmente en servicio, su ingeniería básica data de los años 70 y 80. Aunque parezca que los SM-2 IIIA/B son modernos, lo cierto es que su tecnología básica data de hace cuarenta años. En el caso del Harpoon, la ingeniería es aún anterior.
La Armada evaluó distintas alternativas al Harpoon y finalmente eligió el NSM de KDA, la compañía que presentó la mejor oferta económica. El objetivo es adquirir además la capacidad de realizar ataques selectivos a objetivos en tierra. El contrato contempla un primer lote de 120 misiles y también incluye un plan industrial con varias empresas españolas. Sener será el responsable de los actuadores; el consorcio SMS se encargará de la fabricación de cableado, unidades de potencia, conectores, paneles de actuación y armado; y Navantia integrará el sistema.
El mástil integrado formará una estructura que incluirá un radar en banda S; otro en banda X; otro de navegación; un sistema de búsqueda y seguimiento basado en sensores optrónicos; comunicaciones satélites en bandas duales (X-Ka, UHF e INMARSAT); la capacidad de identificación de Amigo/Enemigo con capacidades avanzadas; antenas de comunicación de MF, HF, VHF y UHF con banda ancha y banda estrecha; sistemas de Guerra electrónica EW en banda de comunicaciones (C-ESM) y en banda radar (R-ESM y R-ECM); sistema de ayudas a la navegación y seguridad de aeronaves; y otros sistemas como balizas.
La construcción de estos sistemas implicará un claro impacto en la económico. Por cada euro de facturación de Navantia con el proyecto, se genera una demanda agregada total en la economía española de 3,1 euros y el PIB de la economía española se incrementará en 1,20 euros. Cada millón de euros anual de facturación generaría alrededor de 17 empleos anuales tanto directos como indirectos durante nueve años, período de construcción de las fragatas.
Guerra electrónica
Dentro de los programas que conlleva la construcción de las nuevas fragatas, la compañía española Erzia, con sede en Santander, ha firmado un contrato con Indra para el suministro de diferentes dispositivos integrados de microondas para el sistema de guerra electrónica de las futuras F-110.
Los sistemas de defensa e inteligencia electrónica (Elint-Sigint) tienen como objetivo proporcionar una ventaja estratégica al ganar la supremacía del espectro de radiofrecuencia. Estos equipos de alta tecnología permiten la recepción, interceptación y emisión de señales de RF y microondas con diferentes propósitos, desde interceptar comunicaciones para recabar inteligencia, hasta proteger el buque de amenazas o ataques con misiles mediante la emisión de contramedidas electrónicas (ECM).
Erzia ha diseñado y producido ya varios dispositivos, conocidos como Integrated Microwave Assemblies (IMA), para la suite de sistemas de guerra electrónica de las F-110, diseñada por Indra, y este año comenzará la producción a gran escala que se extenderá durante un período de cinco años.
Estos módulos han sido desarrollados para cumplir con las especificaciones de los equipos de guerra electrónica de las nuevas fragatas F-110. El empleo de estos sistemas en buques de última generación es clave para garantizar la superioridad en todo tipo de escenarios operativos.
Estos sistemas son “supercomponentes de alto rendimiento con funcionalidades sofisticadas concentradas en una forma muy pequeña. Estamos implementando tecnología de punta para escenarios extraordinariamente adversos, muy pocos barcos pueden contar con un sistema como este.
Artillería secundaria
Otra de las empresas españolas implicadas en los nuevos buques de la Armada es Escribano, con sede en Alcalá de Henares, que ha firmado un contrato con Navantia para dotar de artillería secundaria a las F-110. La empresa instalará en los cinco buques sus torres remotas navales Sentinel 2.0, equipada con una ametralladora pesada tipo Browning de calibre 12,7 mm, y Sentinel 30, que cuenta con un cañón de 30 mm como arma principal.
Ambas estaciones cuentan con sistema electróptico Oteos, compuesto por una cámara infrarroja, una cámara diurna y un telémetro láser (LRF), que permite al operador que maneja una consola en el interior del buque o patrullera localizar, apuntar y abatir blancos tanto de día como de noche.
Las estaciones también disponen de seguimiento automático de blancos, lo que garantiza que el arma apunte a un objetivo de manera automática utilizando el vídeo de ambas cámaras. En el caso de la Sentinel 30, la estación admite, además del cañón de 30 mm, en este caso, MK44S Bushmaster II, el montaje de un cañón de 40 mm sobre la misma torre.
“Gracias a su sistema de apuntamiento, estabilización y tracking, estos sistemas permiten incrementar notablemente la precisión, la conciencia situacional, así como facilitar las misiones de detección, seguimiento y abatimiento de objetivos”, asegura Escribano.
Las estaciones Sentinel 30 y Sentinel 2.0 remotamente controladas proporcionarán a la Armada, señala Escribano, varias ventajas: comunalidad logística y mantenimiento nacional, además de garantizar en todo momento la integridad del único operador necesario del sistema.
Gemelo digital
El gemelo digital es otra de las innovaciones. Como un avatar del producto real, el gemelo digital permite al usuario visualizar el estado del buque y condición a miles de millas de distancia. A medida que los datos alimentan el gemelo, este evoluciona para reflejar de qué manera se ha usado y alterado el producto físico y mostrar las condiciones ambientales a las que se ha expuesto. Puede proporcionar nuevas perspectivas sobre el diseño, la fabricación, la operación y los servicios asociados, permitiendo entrelazar el entorno físico del producto con el virtual mediante la aplicación de tecnologías como el Cloud Computing, Machine Learning o Internet de las Cosas (IoT).
Navantia tendrá una maqueta a escala de la F-110 dotada de una aplicación de realidad aumentada donde el usuario podrá seleccionar y visionar el funcionamiento de los diversos sistemas que componen la nave: desde el régimen combinado de propulsión hasta el sistema antiaéreo pasando por el hangar, la cubierta exterior para despegue y aterrizaje de helicópteros y, por supuesto, el gemelo digital.
Cabe destacar también el trabajo de la compañía Thales, que refuerza sus capacidades industriales en España con la producción del sistema de comunicación digital submarino Tuum-6. Este es uno de los componentes de la suite integrada de sónares y sistemas acústicos que la empresa suministrará para las cinco fragatas.
Las instalaciones de la compañía en Leganés ya han comenzado a producir este teléfono submarino. Cabe recordar que Thales firmó en diciembre de 2019 un contrato de 165,5 millones con Navantia para dotar a las futuras fragatas españolas con sonares y sistemas acústicos con capacidades de guerra antisubmarina (ASW).
En concreto, la empresa suministrará un conjunto de sensores compuesto por dos sonares -Captas 4 y BlueMaster-, el sistema acústico digital BlueScan y el citado sistema de comunicación submarino Tuum-6.
La producción del Tuum-6, explica la empresa, también afectará de manera directa al Centro de Producción y Mantenimiento que Thales tiene en el municipio madrileño de Leganés y que actualmente se encuentra en pleno proceso de transformación para pasar a ser una industria 4.0. “Este espacio Thales podría convertirse en el núcleo de producción de este y otros sistemas de comunicación exportables a todo el mundo de cara a los próximos años”, señala.
El Tuum-6 es el primer equipo naval producido en Thales en Leganés, donde se fabrica el equipo aeronáutico DKU para los helicópteros NH-90, así como varios sistemas de radio comunicaciones militares para el Ejército español.
Las F-110 serán “buques de escolta oceánicos, optimizados para operar en el litoral, para lo que sus sensores y armas estarán especialmente diseñados. Serán capaces de maniobrar en escenarios de alta intensidad”. La eslora medirá en torno a 145 metros; la manga, cerca de 18; y la capacidad de desplazamiento está fijada en torno a las 6.100 toneladas. Dispondrá de un sistema de trincado y movimiento de helicópteros y un espacio multimisión en configuración flexible, que permitirá adaptar el espacio a las necesidades operativas de la misión (contenedores de misión, embarcaciones tipo RHIBs, módulos MCM, sistemas de manejo de UAVs).
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