Crespo no logra un pacto con la Fiscalía para rebajar su pena

Su abogado lo volverá a intentar hoy ante el juez antes de la vista abstención en el Parlament.

Las espadas aún están en alto entre la defensa de Pablo Crespo y la Fiscalía después de que en la mañana de ayer no consiguieran llegar a un acuerdo para la rebaja de penas en virtud de una confesión, que posiblemente debería incluir nombres y apellidos.

A primera hora de la mañana de hoy se volverán a reunir los abogados de Pablo Crespo y, probablemente también el de Álvaro Pérez, «El Bigotes», para tratar de buscar un acuerdo. Dicha reunión será a puerta cerrada, como lo fue la del miércoles, y en ella las defensas de los acusados buscarán la intermediación del juez Vázquez Honrubia para tratar de amarrar un acuerdo que el Ministerio Público se niega a concretar hasta que oiga las declaraciones de los imputados.

A mediodía de ayer la defensa de Pablo Crespo se volvió a entrevistar con su cliente en prisión para trasladarle el resultado de su entrevista matinal con la fiscal, Miriam Segura.

La importancia de la declaración de Crespo es capital, más incluso que la que pueda suponer «El Bigotes», ya que hasta la fecha, el único nombre que se ha puesto sobre la mesa, el de Ricardo Costa, lo aporta un testigo denominado «de referencia», es decir, alguien que refiere lo que otro le ha contado. Ciertamente, Francisco Correa no puede saber a ciencia cierta quién dio la indicación de facturar a los empresario, porque los hechos que refiere se los ha contado una tercera persona, en este caso, Pablo Crespo.

Por eso la declaración de Crespo va a ser capital en este proceso y en virtud de dicha importancia, el abogado Miguel Durán que lo defiende, pretende obtener los mayores beneficios posibles en forma de reducción en la petición de penas. Ayer dijo que necesitaba tiempo para decidir con su cliente si cambiaban su línea de defensa y acordar hasta dónde pueden llegar los «datos relevantes», que anunció podría aportar Pablo Crespo.

Durán explicó ayer a LA RAZÓN que las líneas de defensa de los tres acusados «son autónomas», anticipando que no tienen por qué ser coincidentes si no hay un acuerdo, pero señaló que «pueden aportar muchas cosas y ayudar al juez».

Por su parte, el ex secretario general del PP valenciano Ricardo Costa se plantea hacer «revelaciones» en el juicio a la rama valenciana de Gürtel después de que el cabecilla de la trama, Francisco Correa, le señalara como la persona que le obligó a cobrar por sus servicios por medio de facturas falsas a empresarios.

Por el momento, negociar un acuerdo con la Fiscalía es una posibilidad que la defensa de Costa no se plantea, pero si prevé hacer «revelaciones» con el objeto de desprenderse de la acusación directa que hizo Correa hacia él.

Los primeros en pactar con la Fiscalía en esta causa, meses antes de que comenzara el juicio, fueron los nueve empresarios acusados de pagar comisiones al PP a cambio de adjudicaciones, quienes han reconocido que financiaron de forma irregular a la formación. A estos les siguió Correa, que con su inesperado dardo a Ricardo Costa ha creado un efecto dominó en otros acusados que se están replanteando la línea de defensa y la posibilidad de alcanzar un acuerdos para atenuar las condenas.