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La semana de pasión del suplente Turull
Torrent anunciará hoy un candidato pese a que la CUP se mantiene en la abstención. El Pleno se celebraría el miércoles que viene.
Torrent anunciará hoy un candidato pese a que la CUP se mantiene en la abstención. El Pleno se celebraría el miércoles que viene.
Especulaciones todas. Certezas, sólo una. Roger Torrent, el presidente del Parlament ha convocado una rueda de prensa en la Cámara catalana a las 12 horas. En la comparecencia, según informaron fuentes cercanas a la presidencia de la Cámara catalana, anunciará cuál es el nuevo candidato que propondrá y comunicará el enésimo plan de los independentistas para investirlo. Se supone que el nuevo aspirante que propondrá Torrent es Jordi Turull, que, aunque nadie confirmó, la ex consellera y fugada en Bruselas, Meritxell Serret, se encargó de sugerir a primera hora de la mañana –luego tuvo que rectificar, presionada por los partidos separatistas–. El que fuera portavoz del gobierno de Puigdemont es el Plan C, un plan que adolece de las mismas dolencias que el Plan A, Carles Puigdemont, o el Plan B, Jordi Sánchez. De momento, sólo son rumores. Ni convocatoria del Pleno, ni candidato, ni garantías de que pueda ser investido.
En las últimas horas, Turull es objeto de todas las críticas. Ciudadanos y Comunes le han calificado como el «candidato del 3%», volviendo la mirada al pasado convergente y los escándalos que están investigando los jueces, mientras que socialistas y populares lo han criticado con dureza. De hecho, Turull era testigo voluntario en el caso del Palau de la Música hasta que los principales culpables, Félix Millet y Jordi Montull tiraron de la manta y dieron al traste con la estrategia defensiva de los convergentes. Los 36 testigos del partido de Mas huyeron en desbandada ante la que se avecinaba y se pusieron a buen recaudo. También el ahora candidato «in pectore» acompañó a Oriol Pujol al Tribunal de Justicia de Cataluña. Cuando la cosa se puso fea, Turull volvió a dar un paso atrás.
Ahora Turull está de nuevo en todas las quinielas, aunque está imputado en la causa del Supremo, no pudo ser impuesto por Puigdemont en la reunión que mantuvieron la pasada semana en Bruselas los parlamentarios de Junts per Catalunya, en un encuentro al que no asistió porque no puede salir de España. De momento, los independentistas no han comunicado nada al resto de partidos políticos que ni tan siquiera saben si serán convocados a una ronda de consultas. Sin embargo, dirigentes separatistas avanzaron a este diario que el Pleno se celebrará el miércoles que viene, y como no conseguirán una investidura en primera vuelta, la segunda sesión tendrá lugar el viernes. Es decir, en plena Semana Santa. Esta idea, además, la verbalizaron por la tarde los portavoces en el Congreso de ERC y PDeCat, Joan Tardà y Carles Campuzano. Ambos apuntaron «antes de Pascua» como horizonte para desencallar la parálisis política en Cataluña. En este sentido, el independentismo trata de alargar al máximo la fecha del Pleno con el objetivo de ganar tiempo para tratar de arrancar un voto positivo de la CUP –si no, obligaría a la dimisión de Puigdemont y Comín, muy reacios y cuyo proceso de renuncia al acta de diputado conlleva unas 48 horas– y terminar de negociar la composición del gobierno catalán.
Los movimientos de los independentistas están encaminados a consolidar la alternativa de Turull e intentar un acuerdo de última hora con los cuperos que garantice la mayoría suficiente. A ello destinaron ayer grandes esfuerzos, con horas de reunión a lo largo del día en el Parlament. Los antisistema siguen en sus trece y se reafirman en su voluntad de abstenerse al candidato de JxC y ERC porque no se «implementa la República». Sin embargo, Carles Riera, el líder de los antisistema, estuvo ayer enigmático. Los independentistas radicales se ratifican en la abstención ante el candidato –ya inexistente porque dejará su escaño– Sánchez pero preguntado por el candidatoTurull se ha puesto de perfil. Ha dicho que sólo se les ha propuesto la candidatura de Sánchez, que la de Turull sólo les ha llegado por los medios de comunicación. Su parquedad de palabras abre un nuevo interrogante que ha corrido como la pólvora en estos días: la CUP podría no aceptar a Turull porque «representa la vieja Convergència» y pasar de la abstención al voto en contra.
Éste es el primer obstáculo que deben superar JxC y ERC. El segundo es al que la izquierda radical les aboca con esta actitud: que Puigdemont y Comín dejen sus escaños, a los que se aferran con fruición. Como adelantó LA RAZÓN, una delegación de ERC acudió el pasado lunes a Bruselas y no consiguió convencer a al ex conseller para que dejara su acta. Y por el momento, tampoco el ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, parece muy interesado.
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