Cargando...

Defensa

Luchó en la Guerra Civil y en la guerra mundial y todavía puedes verlo volar en España: la historia de este avión es un caso aparte

Un caza soviético que marcó un hito en la aviación militar y tuvo un papel clave en nuestra Guerra Civil

Luchó en la Guerra Civil y en la guerra mundial y todavía puedes verlo volar en España: la historia de este avión es un caso aparte Wikimedia

El Polikarpov I-16 fue un caza de fabricación soviética cuya aparición a mediados de la década de 1930 supuso una verdadera revolución en el diseño aeronáutico. Fue el primer monoplano con un ala en voladizo completamente libre de soportes externos y el primero en incorporar un tren de aterrizaje que se recogía, sentando las bases de la aviación de combate moderna.

Este aparato se convirtió rápidamente en la espina dorsal de la Fuerza Aérea Soviética en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Tuvo un desempeño notable en diversos conflictos de la época, incluyendo la segunda guerra sino-japonesa y la Batalla de Jaljin Gol contra los japoneses. Aunque su bautismo de fuego fue, concretamente, en la Guerra Civil en España.

Sin embargo, uno de sus escenarios de combate más conocidos fue la guerra civil española, donde recibió apodos que quedaron para la historia. Su diseño, aunque poco convencional y de fuselaje compacto, fue inicialmente considerado excelente, si bien su tecnología pronto se vio superada por modelos posteriores como el Messerschmitt Bf 109 o el Mitsubishi A6M Zero.

El "Mosca" o la "Rata": Pionero con Doble Vida

El I-16 fue concebido por el diseñador Nikolái Polikárpov como un compañero monoplano y más veloz para el biplano I-15, conocido por su agilidad, pero menor velocidad. Su primer prototipo, el TsKB-12, voló por primera vez el 31 de diciembre de 1933, pilotado por Valeri Chkálov.

Este prototipo inicial alcanzó una velocidad de 360 km/h y estaba equipado con un motor Shvetsov M-22. Su armamento constaba de dos ametralladoras ShKAS de 7,62 mm montadas en las alas, conocidas por su elevada cadencia de fuego.

El 18 de febrero de 1934, apenas siete semanas después, voló el segundo prototipo, el TsKB-12bis. Este aparato estaba dotado de un motor estadounidense Wright Cyclone, que le permitía alcanzar los 450 km/h de velocidad.

Los ensayos de los prototipos resultaron particularmente satisfactorios, lo que llevó al inicio de su fabricación en serie ese mismo año de 1934. Las primeras entregas a las unidades de caza se produjeron a finales de 1934, y su primera aparición pública tuvo lugar en el desfile militar del 1 de mayo de 1935.

Su estructura combinaba madera y metal: un casco de madera para el fuselaje y una estructura metálica para alas y superficies de cola, buscando ligereza. El fuselaje estaba revestido con láminas encoladas de abedul.

El ala, construida en tres secciones, tenía una estructura interna metálica y el revestimiento de tela, excepto en el borde de ataque. Incorporaba alerones de gran envergadura que también funcionaban como flaps.

El tren de aterrizaje principal era retráctil, accionado manualmente, aunque los amortiguadores y frenos de las primeras versiones eran poco eficaces. Las versiones finales sustituyeron el patín de cola por una pequeña rueda.

La cabina, inicialmente cerrada, fue modificada posteriormente a un diseño abierto debido a la preferencia de los pilotos por una mejor visibilidad. El respaldo del asiento del piloto contaba con protección de blindaje.

En cuanto a su manejo, los pilotos destacaban su excelente maniobrabilidad y un radio de viraje corto. No obstante, era un avión delicado de manejar en el despegue y el aterrizaje, con una estabilidad longitudinal mejorable.

Esta dificultad contribuyó a un importante número de accidentes iniciales, afectando especialmente a pilotos con menos experiencia. Trágicamente, Valeri Chkálov, el primer piloto en volarlo, falleció posteriormente en un accidente con una versión derivada.

El I-16 tuvo su bautismo de fuego en España a partir de octubre de 1936 con la llegada del mercante Rostok a Cartagena. La República recibió aproximadamente 200 unidades de distintas versiones, que fueron encuadradas en el Grupo n.º 21 de Caza.

En combate, se mostró capaz de plantar cara a las primeras versiones del Messerschmitt Bf 109 y era claramente superior a otros cazas como el Fiat CR.32 o el Heinkel He 51 en las primeras etapas de la guerra.

Recibió el apodo de "Mosca" por parte del bando republicano y "Rata" por el franquista, este último, se dice, debido a sus tácticas de vuelo a baja altura. La producción total del I-16 superó las 7000 unidades en numerosas versiones.

Finalizada la contienda, el Ejército del Aire recuperó 22 aparatos en estado de vuelo, designados 1W (luego C.8). Estos aviones, junto a otros montados tras la guerra, permanecieron en servicio en España hasta el año 1953.