
LA RAZÓN DE... Juanma Moreno
Más allá del Guadalquivir
El mandato de Moreno es el trampolín que necesita el PP para conducir a Feijóo a La Moncloa

«Mire señor Juanma, yo soy de izquierdas de toda la vida, pero ahora le voy a votar». En una noche de junio del año 2022, en plena campaña electoral para la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno guarda este mensaje de un jornalero de la localidad de San Fernando (Cádiz), como oro en paño. Así lo recordaba el presidente andaluz en una conversación informal minutos antes de su acto central en esta Casa de LA RAZÓN. Fue, y es, la prueba de un líder transversal que venía a ganar votos de uno y otro lado, sin sectarismo y con honradez, después de casi 40 años de dominio absoluto socialista.
Arropado por el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, dirigentes de la cúpula del partido y portavoces parlamentarios, el líder andaluz exhibió músculo político y socioeconómico para una comunidad autónoma castigada durante años por la corrupción de los ERE y otras subvenciones oscuras.
Guadalquivir, el emblemático río que surca Sevilla y la antigua Bética romana, significa en árabe «río grande». Ahora, pasado ya el ecuador de su legislatura, Juanma Moreno ha demostrado que su presidencia va más allá del cauce fluvial andaluz y que es, junto a otros barones territoriales del PP, uno de los mejores puntales para llevar a La Moncloa a Alberto Núñez Feijoo.
Poder de convocatoria
Pocas veces un presidente autonómico concita tal poder de convocatoria como el de anoche. Los máximos responsables de las grandes empresas del Ibex, antiguos diputados de su época en el Congreso y representantes de la sociedad civil acudieron a la cita. Tal vez, porque, como bien destacó Núñez Feijóo, Andalucía ha pasado de la corrupción sistémica a la inversión, de la subvención descontrolada a ser líder en crecimiento económico y paradigma de buena gestión. Bajo ese calor sevillano que inundaba Madrid, dice Juanma Moreno que su gran logro a lo largo de estos tres años ha sido demostrar que otra Andalucía era posible.
En el ambiente flota gran preocupación por las cesiones de Pedro Sánchez a los separatistas, de actualidad el cupo fiscal a Cataluña y la seguridad Social al País Vasco. Un enorme daño a la vertebración de España que los empresarios trasladan a Feijóo. «Si llego, espero que algunos temas no sean irreversibles», comenta serio el presidente del PP. «Llegarás, la fruta está madura», le dice uno de ellos. Convertido en todo un «gurú» de las cifras económicas, la rebaja de impuestos, la protección social, la educación y medidas sanitarias como ejes de su Gobierno, todos opinan que el mandato de Moreno es el trampolín que el PP necesita para conducir a su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, hacia La Moncloa, en un auténtico cambio de ciclo.
El hombre que consiguió darle un giro histórico al cortijo socialista de casi 40 años habla con orgullo de sus tres hijos y le cuenta al Padre Ángel la enorme ilusión que le ha hecho la Primera Comunión del más pequeño.
Ligado a su querida Málaga desde su Barcelona natal, donde sus padres nacidos en la vera del Guadalhorce habían emigrado, comenta cómo sigue escuchando la misma música romántica que cuando conoció a su mujer, Manuela Villena. «En tiempos de zozobra y mal gusto un poquito de sentimiento», bromea.
Por su discurso, su capacidad de convocatoria y su gestión acreditada, a Juan Manuel Moreno le necesita Andalucía y le necesita España. Lo dijo alto y claro Núñez Feijóo de un dirigente, un amigo y, sobre todo, un gran presidente de una nueva era política. Andalucía cambió y ahora cambiará España.
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