Espionaje en Cataluña
Detectives de Método 3 continúan trabajando como autónomos
La legislación española impide retirar su licencia hasta que la Justicia no los condena en firme
Marita Fernández Ladó y su hijo Francisco Marco Fernández, fundadora y último responsable de la agencia de detectives Método-3 respectivamente, no han entregado el Libro de Registro de actividades y agentes que se le había requerido, ya que, pese a cesar las actividades de dicha agencia, siguen trabajando como autónomos, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.
El citado libro es el elaborado a partir de julio del año pasado, ya que el anterior, según aseguró Marco a la Policía cuando investigaba a la jefa de operaciones de la agencia en la «operación Pitiusa», había quedado destruido en unas inundaciones que había sufrido la empresa. Los policías comprobaron que, en las fechas que señalaba el responsable de Método 3, no se había producido tal inundación y que la que registró no había producido efectos tan demoledores como para que el libro quedara completamente destruido.
La legislación española, según las citadas fuentes, es muy laxa con respecto a los detectives privados, ya que señala que no se les puede retirar la licencia hasta que sean condenados por sentencia firme de los tribunales de Justicia. De hecho, los 80 que aparecieron implicados en la citada «operación Pitiusa», sobre una red de obtención ilegal de información de personas y empresas.
Las carpetas de Método 3
Asimismo, no descartaron que, conforme avancen las investigaciones, Marita Fernández sea llamada a declarar como testigo, o incluso sea detenida. Esta semana se procederá, en principio, en el juzgado de Barcelona que lleva las investigaciones sobre la red de espionaje en Cataluña, a la apertura de las carpetas, que están precintadas, y en cuya portada se podía leer «PSC», «Xavier Martorell» (dos volúmenes) y «La Camarga», el restaurante en el que fue grabada la dirigente del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, en una comida con la ex amante de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez.
Pese a los indicios que implican al PSC como presunto cliente de Método 3, los socialistas catalanes aseguran que únicamente contrataron sus servicios para realizar barridos de micrófonos en sus sedes, negando de esta forma que su encargo estuviera relacionado con espionaje a otros partidos.
Tras la apertura de las carpetas será cuando, si el juez lo estima oportuno y si lo solicitan los fiscales especiales designados para este asunto o alguna de las partes, sea citada Marita Fernández.
No sería su primera detención en caso de producirse, Fernández, ya que, en noviembre de 1995 fue arrestada a raíz de un turbio asunto de escuchas ilegales, en el que aparecían implicados empleados de Telefónica. El marido de Marita, Francisco Marco Pulluelo, y otros tres detectives de la agencia Método 3 fueron, asimismo, detenidos. El asunto comenzó por una denuncia de la propia compañía Telefónica al detectar que se estaban realizando escuchas ilegales. Entonces, se comentó que por cada «pinchazo» telefónico se cobraban cinco millones de las antiguas pesetas. Sin embargo, el asunto concluyó sin condenas para los responsables de la agencia, que, incluso, presentaron demandas contra algunos medios de comunicación, que fueron desestimadas.
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