Bruselas
«Edu» ordena y Rubalcaba ejecuta
Nuevamente los deseos de Madina son órdenes para Ferraz. Por dos veces, la dirección federal del PSOE ha accedido a sus peticiones en un tiempo récord. La primera vez, Madina pidió cambiar el reglamento del congreso y Rubalcaba aceptó que los militantes eligieran directamente al secretario general apenas una hora después de que Madina hiciera su propuesta. Así eliminaba las opciones de Carme Chacón, la mejor situada en unas primarias abiertas. Era el miércoles 28 de mayo. La tarde anterior Rubalcaba y Madina tuvieron una reunión. Elena Valenciano lo reconoce a LA RAZÓN –hasta ahora siempre había sido negada desde Ferraz– pero rechaza que estuviera en ella. «Estaba destrozada tras la derrota del domingo y no estaba para conspiraciones», afirma la eurodiputada. Según su versión, Rubalcaba «le llamó –a Madina– para que dejara de criticar la fórmula del Congreso». Una crítica que «no conoce nadie en el PSOE. En la ejecutiva, el secretario general del grupo parlamentario no abrió la boca, los cambios se producen después de su encuentro con Rubalcaba. En la ejecutiva nadie apuntó la posibilidad de elegir directamente al secretario general». Rubalcaba accedió a su petición «se cambiaron las reglas de juego en mitad del partido en una clara voluntad de favorecerlo».
La segunda vez que Madina hizo saber sus deseos a Ferraz fue el sábado, una vez realizado el recuento de avales. Había perdido ante Pedro Sánchez. Primero se refugió en un «nosotros no hemos querido hacer ostentación». Madina recogió 26.000 avales cuando sólo le hacían falta menos de 10.000. El candidato vasco solicitó que se hicieran públicos los datos sobre la procedencia de los avales y así se ha hecho. Madina ha sabido entonces que sólo ha ganado en cinco comunidades autónomas y en la ciudad de Melilla y que sus colaboradores «o no tenían ni idea de lo que pasaba o lo tenían engañado». Y en algunas de ellas, excepto Extremadura y Asturias, su victoria ha sido pírrica. «En Cataluña muchos militantes trabajaron a favor de Pérez Tapias porque querían que se presentara. Esto le ha restado apoyos a Sánchez y aun así Madina ha obtenido una exigua victoria», apunta un miembro de la plataforma del diputado madrileño. Si Andalucía no fuera contabilizada para Pedro Sánchez aún le seguirían sobrando 1.711 avales para ganar a Madina.
Partidarios de Madina se quejan de los movimientos a favor de Pérez Tapias que se han producido además de en Cataluña en diversas comunidades porque «favorecen los intereses de Pedro Sánchez». En la otra candidatura niegan la mayor: «Es bueno para la democracia que haya competencia. El PSOE la necesita».
«Quejarse de los procedimientos nunca ha dado buenos resultados», apunta un diputado catalán. Un compañero de escaño acusa a Valenciano de estar detrás de la estrategia de Madina. «Soy amiga de Edu y de Pedro. He estado en sus bodas y a Edu lo acogí cuando vino a Bruselas después del atentado. Tengo amigos en los equipos de ambos, pero eso es todo», afirma categóricamente Valenciano. La acusación se extiende a Rubalcaba «nunca, y digo nunca, Madina se ha opuesto a Rubalcaba ni en la ejecutiva ni en el grupo parlamentario. Y sé de lo que hablo», afirma de forma contundente.
Con este ambiente, la campaña seguirá hasta el día 13. «Pedro seguirá haciendo una campaña en positivo pero Edu ha empezado una campaña en negativo», apunta un dirigente territorial. En su comunidad ha ganado Sánchez «pero te aseguro que Pedro no ha sido el candidato del aparato», remacha. ´Éste es el objetivo de Madina, dibujar un escenario en el que Sánchez Castejón sea considerado el candidato del aparato, sobre todo del andaluz. Madina ha iniciado una campaña en negativo porque ha visto mermadas sus posibilidades de ganar. «¿Esta estrategia perjudica al PSOE?», se pregunta un dirigente socialista que se responde: «Sí, pero no le queda otra».
Algunos dirigentes quieren quitar hierro a la tensión aunque critican: «La actitud de Madina tiene mucho de pataleta». Y los de más allá especulan: «Los partidarios de Chacón han apoyado a Pedro Sánchez». Los colaboradores de la catalana son contundentes ante la pregunta de qué hará Carme Chacón: «Nada de nada. Esperar».
Hasta ahora la carrera sucesoria en el PSOE se había desarrollado con limpieza y con rivalidad en el campo de las ideas. «Ahora el mal perder» de Madina puede cambiar el escenario. Sin embargo, la situación atisba que la fragilidad de los socialistas es máxima y «no se sabe cómo puede acabar».
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