El Constitucional hará un Pleno exprés para frenar la investidura de Puigdemont

El Consejo de Ministro se reunirá de forma extraordinaria para el recurso.

Con el informe favorable del Consejo de Estado, los Servicios Jurídicos del Estado tienen prácticamente ultimada la interposición del recurso que presentarán en el Tribunal Constitucional contra la Ley de Presidencia del Parlament, que es el mecanismo que pretenden utilizar los partidos independentistas para «investir» president de la Generalitat, desde la distancia, al prófugo Carles Puigdemont.

Ese recurso se interpondrá en el mismo momento en que la mencionada Ley adquiera rango de oficialidad, es decir, cuando se publique en el Boletín Oficial de la Generalitat de Cataluña. A partir de ahí se pondrá en marcha la «maquinaria» del Estado para impedir lo que sería un nuevo fraude y vulneración de lo ordenado por el Constitucional, mediante la presentación del recurso de amparo con invocación expresa del artículo 161.2 de la Constitución, lo que determinará su admisión a trámite y la suspensión inmediata de la citada ley.

Para ello, los magistrados del Alto Tribunal prevén reunirse de forma inmediata tras recibir el recurso para adoptar la mencionada medida. El objetivo no es otro que impedir que entre la publicación de la Ley y la suspensión temporal de la misma –en principio por un plazo máximo de 5 meses– pueda dar tiempo para que se lleve a cabo la «investitura» de Puigdemont, aunque la misma sólo tuviese un efecto simbólico.

Una vez solventado el trámite de consultar al Consejo de Estado, cuyo informe es preceptivo pero no vinculante, el Ejecutivo se reunirá en Consejo de Ministros extraordinario para dar el visto bueno a la presentación del recurso, el Consejo de Estado insiste en su dictamen en que la investidura del presidente de la Generalitat tiene que tener carácter «personal y presencial» y recalca que la reforma también va contra la «reserva reglamentaria» del Parlament de Cataluña.

Con esta maniobra, la activación del plan D parece inmediata. Aunque desde JxCat se fijaran hasta el 14 de mayo como fecha para insistir con Puigdemont, ese escenario ha quedado esfumado rápidamente con este revés judicial y ahora la plataforma del ex president se queda sin argumentos para no buscar un candidato efectivo, como le reclaman ERC y el PDeCAT. Su objetivo no era otro que ganar tiempo con el fin de buscar una repetición electoral de forma accidental –alguna decisión del Estado como el veto a la delegación de voto del ex conseller fugado, Toni Comín, que les dejaría sin mayoría para una investidura–, pero ahora todo parece encaminado al desbloqueo definitivo.

A lo largo de estos días se están produciendo intensas negociaciones entre los distintos partidos independentistas para que haya fumata blanca antes del 14 de mayo, y según fuentes del entorno de JxCat, a finales de esta semana podría haber «novedades» sobre un candidato efectivo. Este nombre, podría deparar sorpresas, ya que a pesar de que Elsa Artadi ha sido quien ha sonado con más fuerza, ahora Puigdemont podría estar forzando situar a un aspirante «títere» para que adquiera poca autonomía y volver a intentar regresar a las urnas en octubre, fechas en las que se celebrarán los juicios contra los dirigentes del «procés». Con Artadi, ese escenario podría ser mucho más complejo. En todo caso, todo sigue abierto todavía y Puigdemont va a intentar que haya comicios el 15 de julio –si no hay una investidura antes del 22 de mayo, se convocarían automáticamente–.

Ése es el principal temor que ha empezado a cundir desde ERC y PDeCat, que no esconden que el agotamiento de plazos que busca el ex president y las continuas alusiones a que si hay repetición electoral será responsabilidad del Estado buscan justificar un regreso a las urnas. Desde el PSC, el primer secretario, Miquel Iceta, ya vislumbró ayer ese escenario al contemplar cómo JxCat trata de insistir con la vía Puigdemont: «Si siguen por ahí, la repetición electoral será impepinable». «Si no son capaces de formar un Govern que se adecúe a la legalidad, la alternativa es ir a elecciones», afirmó el líder de los socialistas catalanes. «No quiero un muy títere president», añadió en alusión al presidenciable que trata de imponer Puigdemont para seguir manteniendo la batuta desde el exterior.