León

El «cortijo» del hijo de Tejero

El teniente coronel destituido, al que tachan de «déspota», organizaba visitas de amistades al cuartel de Valdemoro

Tejero Díez, hijo del ex teniente coronel golpista Antonio Tejero Molina
Tejero Díez, hijo del ex teniente coronel golpista Antonio Tejero Molinalarazon

Los que le conocen dicen que el teniente coronel Antonio Tejero Díez, hijo del golpista del 23-F Antonio Tejero Molina, es un hombre muy educado y trabajador. Aunque preguntar por la saga de los Tejero en la Guardia Civil se ha convertido en un tema tabú, y algunos tratan de evitarlo, dicen que el apellido en el Cuerpo «está maldito».

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ordenaba el pasado lunes el cese del teniente coronel como jefe del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) número 1 de la Guardia Civil con sede en Valdemoro por «falta de confianza». El motivo: la celebración el pasado 18 de febrero de una comida en el acuartelamiento con la presencia de su padre, el golpista Antonio Tejero, que en su día fue condenado por el asalto al Congreso de los Diputados, y otros implicados en la intentona golpista como el ex capitán Jesús Muñecas, condenado a cinco años de prisión por el 23-F. El acto consistió, según fuentes consultadas, en una paella y una exhibición de material y vehículos de la unidad, en cuya preparación participaron agentes de servicio.

Para la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) resulta «denigrante» que los agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) –que dirigía el hijo de Tejero– se dediquen a cocinar una paella, un hecho que «recuerda la forma de funcionar de la institución hace 50 años y que resulta inaceptable en pleno siglo XXI». La asociación mayoritaria de la Guardia Civil exige a la dirección del Instituto Armado que investigue quiénes organizaron y participaron en el almuerzo al asegurar que no basta con el cese del hijo del ex teniente coronel Tejero, sino que es necesario «que se depuren responsabilidades a todos los niveles».

La asociación entiende la actitud de estos agentes, «a los que no les quedó otro remedio que acatar las órdenes de su teniente coronel», al que califican de «déspota», y destacan que hacía ostentación de ese rango de ser hijo del golpista Tejero. «Tiene otro hermano que es sargento y también es algo problemático», aunque sin llegar a la repercusión de la paella del pasado 18 de febrero, indica la AUGC.

«Nadie levantaba la voz»

Según la AUGC, la paella no fue un hecho aislado ya que, destacan, el teniente coronel había hecho del acuartelamiento «su cortijo», donde mandaba y «nadie levantaba la voz» hiciera una cosa u otra.

Una vez al mes, incluso, organizaba reuniones o visitas de familiares, primos, amigos o parientes en general, a quienes ofrecía una exhibición del personal y del material, algo que no está prohibido, pero que generaba cierto «malestar» entre los agentes subordinados.

Asimismo, las mismas fuentes indican que, en vez de organizar estos «eventos», debería haberse preocupado más por los derechos de sus trabajadores, que sentían miedo a reclamarlos por si se producían represalias.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles subraya que la coincidencia con las fechas no es casual, ya que cuando el teniente coronel cesado del GRS estaba destinado en León también formó a la unidad que dirigía, igualmente del GRS, y pronunció entonces un discurso a modo de efeméride del 23-F, destacan. Además, indican las mismas fuentes que la sala donde se llevó a cabo la paella fue construida por petición del propio Tejero Díez.

El cese del golpista del 23-F implica no sólo un cambio de destino sino que, hasta que se decida su próxima ubicación, tendrá un recorte en su sueldo de hasta un 30 por ciento.