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El etarra que secuestró a Ortega Lara y mató a tres guardias civiles

Esquela del etarra Bolinaga en Arrasate
Esquela del etarra Bolinaga en Arrasatelarazon

Bolinaga fue uno de los etarras que secuestraron, el 17 de enero de 1996, a Ortega Lara, quien permaneció 532 días en condiciones infrahumanas.

Más de dos años después de ser excarcelado por un cáncer terminal, Iosu Uribetxebarria Bolinaga, condenado por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y por el asesinato de tres guardias civiles, ha fallecido hoy en su domicilio de la localidad guipuzcoana Arrasate.

Nacido en 1955, Bolinaga, cuya excarcelación por su estado terminal ha sido cuestionada desde su salida de prisión en 2012, cumplía la máxima pena, después de haber sido condenado a 178 años de prisión por matar a los tres guardias civiles y a 32, por el secuestro del funcionario de prisiones.

Bolinaga fue uno de los etarras que secuestraron, el 17 de enero de 1996, a Ortega Lara, quien permaneció 532 días en condiciones infrahumanas, en lo que ha sido el secuestro más largo en España.

El funcionario fue liberado el 1 de julio de 1997 en una operación en la que resultó clave el nombre de Bolinaga, ya que la Guardia Civil encontró en una agenda de un cabecilla de ETA detenido en Francia la inscripción "Ortega 5K"seguida del monosílabo BOL.

La Audiencia Nacional le condenó el 29 de junio de 1998 a 32 años de cárcel, la misma pena impuesta a los otros tres etarras implicados (Jose Luis Erostegui Bidaguren, Javier Ugarte Villar y José Miguel Gaztelu Otxandorena), como "autores de un delito de secuestro terrorista con la agravante de ensañamiento y otro de asesinato alevoso en grado de conspiración, con la misma agravante".

Un año después, el 30 de junio de 1999, la Audiencia Nacional le condenó, junto a los otros tres secuestradores de Ortega Lara, a 145 años de cárcel, a cada uno, por el atentado contra una patrulla de la Guardia Civil en la carretera de Oñate-Legazpia en agosto de 1987, que causó la muerte a dos agentes y heridas a doce.

El 24 marzo de 2000 este tribunal también le impuso, junto a otros dos miembros del "comando Txantxangorri"(José Miguel Gaztelu, José Luis Erostegi), 33 años de prisión por el asesinato, en 1983, del guardia civil Mario Leal Baquero.

El 17 de noviembre de ese año se le condena a 36 años de cárcel, junto a cuatro miembros del "comando Gohierri"por pertenencia a banda armada, depósito de armas y construir el zulo donde estuvieron secuestrados Ortega Lara y Julio Iglesias Zamora, retenido durante 116 días.

Por este último delito a Bolinaga se le sumó otros 14 años y 8 meses de prisión.

En junio de 2005, el preso es operado de un tumor cancerígeno en un riñón y es trasladado al centro penitenciario de Nanclares de Oca (Álava) y, tras el tratamiento adecuado y habiendo superado la enfermedad, según informes clínicos, es devuelto en noviembre de 2009 al centro penitenciario de León.

En julio de 2012 el hospital de referencia de esa cárcel le detecta otro tumor, con derivaciones metastásicas en el cerebro.

El 17 de agosto de 2012, Instituciones Penitenciarias le concede el tercer grado, decisión adoptada después de que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa (Álava) informara favorablemente sobre la procedencia de clasificarle de ese modo.

Este fue el paso previo a la obtención de la libertad condicional que logró trece días después y pese a que un primer informe de la Audiencia Nacional concluyera que la vida de Bolinaga no corría peligro inminente y que el cáncer que padecía podía tratarse en prisión.

Tras ello el Ministerio del Interior pidió un nuevo informe médico para actualizar el estado de salud del etarra y el Hospital Donostia mantuvo el diagnóstico original que motivó la libertad condicional.

Con todo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió una nueva evaluación para recalcular la esperanza de vida del etarra, y los forenses determinaron que el estado de salud del etarra había empeorado y que era desaconsejable su ingreso en prisión.

Durante estos casi dos años y medio se pudo ver a Bolinaga paseando en compañía de amigos por Arrasate, lo que acarreó críticas y protestas por las asociaciones de víctimas del terrorismo en diversas ocasiones.

En abril de 2014, por su implicación en el asesinato de otro guardia civil, se ordenó su arresto domiciliario, al considerar el juez que fue él quien efectuó los disparos que acabaron con la vida del cabo de la guardia civil Antonio Ramos Ramírez en 1986.

Dos meses después, el 18 de junio, la sección segunda de la Sala de lo Penal revocó la medida de arresto y le dejó en libertad provisional al considerar desproporcionada e innecesaria esta medida teniendo en cuenta el estado terminal del etarra.

A juicio de ese tribunal no existía tampoco riesgo de fuga, pues la pena a la que podría ser condenado ya estaba siendo cumplida por Bolinaga debido a que cuando fue puesto en libertad condicional estaba cumpliendo el máximo de 30 años de cárcel.