París
El fantasma de «Thierry» volará sobre la sala
Madrid- En el juicio que se inicia hoy en París, se va a producir un hecho inédito en ETA. Dos traicionados pueden verse obligados, si ETA se lo ordena, a defender al que les traicionó. Según comentan expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, este hecho es una prueba más, aunque se produzca ahora, de cómo el enfrentamiento entre dos facciones de la banda propició el declive progresivo de la organización criminal.
Cuando se produjo el asesinato de Trapero y Centeno, ETA vivía una de sus peores crisis internas. Ambas facciones, las encabezadas por Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», y Francisco López, «Thierry», vivían un enfrentamiento que les había llevado, incluso, a expulsarse mutuamente de la banda.
¿Que es lo que va a ocurrir hoy? Es un misterio. ¿Aceptarán «Txeroki» y «Ata», dos fanáticos de primera línea, las órdenes que les dé la «dirección» de ETA? Lo que ocurrió fue demasiado fuerte, porque a nadie le gusta que le detengan porque a un compañero de organización delictiva, que es tanto como decir mafiosa, se le «olvide» (intencionadamente) comunicar a la «dirección» que le han cogido papeles que, tarde o temprano, llevarán a la localización de otros etarras. Por ello, «Thierry» y dos de sus compinches, fueron expulsados de la banda, pero, curiosamente, se les mantuvo dentro del Colectivo de Reclusos (el EPPK).
Por si la «traca» podía hacer poco ruido, se produce el fallecimiento, el pasado sábado, de «Thierry» como consecuencia de unas dolencias que se habían iniciado en la cárcel. Que un preso muera en prisión es algo «inadmisible» para ETA y motivo de reacción, lo más airada posible, que posiblemente se escenificará en su entierro en Galdácano (Vizcaya). Si los procesados, entre los que Azpiazu y Ata son los más representativos, se quedan callados como muertos (nunca mejor utilizada la expresión), se produciría un hecho tras el que habría que intentar descubrir movimientos internos en ETA que ahora se desconocen, pero que tendrán , sin duda, importancia.
Si, como algunos esperan, protestan por la muerte de Francisco López o, incluso, se hacen expulsar, parecerá que todo marcha según el guión, lo que no quiere decir, por supuesto, que las tensiones no existan.
Será un hecho para recordar. Y el fantasma de «Thierry» sobrevolando la sala.
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